La participación de los niños en reuniones y ceremonias religiosas, tales como llevarlos a las mezquitas, a las reuniones de duelo el mes Muharram o en otros eventos religiosos tales como participar en la oración del Id Fitr, y en las fiestas religiosos son muy útiles para desarrollar los sentimientos religiosos de ellos.
Pero llevar a los jóvenes a los sepelios y panteones, según la investigación realizada en las narraciones y en las obras de jurisprudencia, no encontramos narración alguna respecto a la aversión de este acto.
Si su esposa se refiere a una narración en especial o tiene una razón determinada escríbanos nuevamente mencionándolo para que volvamos a analizarlo.
A continuación recordamos algunos puntos relacionados con la pregunta realizada:
1. Las narraciones existentes que mencionan la recompensa que se adquiere por dar el pésame a la persona que está de luto son absolutas e incluye también a los jóvenes.
2. De la costumbre practicada por los Inmaculados Imames (a.s.) puede deducirse que llevar a los niños al panteón no es prohibido. Vemos como el Imam ‘Alî (a.s.) y por la indisposición y enfermedad de la honorable Fátima (s.), preparó un lugar en las afueras de Medina en el panteón de Baqî, llamado Baît Al-Ahzân (casa de la tristeza), y acompañado de Fátima, Hasan y Husayn que eran todavía muy pequeños se dirigían a ese lugar y lloraban por el fallecimiento del gran Profeta (s.a.w.) y por las tragedias surgidas.[1]
3. Es digno de mencionar que debe ponerse atención en que al llevar a los jóvenes a ese tipo de ceremonias los programas no superen la tolerancia y paciencia de ellos, llegando a cansarlos. Así también deben llevarlos a reuniones en las cuales los actos de algunas personas no provoquen efectos negativos en su ánimo.
Esta pregunta no tiene respuesta detallada.