El Islam es una religión universal, es una religión para todos y la más completa y última de las religiones. Por ello es que toda la gente de todas las razas y naciones deberán familiarizarse con ella. El único sendero para que las demás naciones se familiaricen con esta religión formativa es difundir las verdades, las órdenes, los mandatos y las costumbres islámicas. En base a esto en repetidas aleyas del Generoso Corán se ha insistido en la difusión de la religión. El Generoso Corán dice: “Y ¿Quién dice mejores palabras que quien invoca a Dios y realiza buenas obras y dice: «En verdad, soy de los que se someten a Dios»?”.[1] Y también en otra parte dice: “…y surja de vosotros una comunidad que invite al bien, ordene hacer lo que es correcto y prohíba hacer el mal. Esos serán los triunfadores”.[2]
Aunque la obligación de la difusión de la religión no es exclusiva de un grupo en especial, pero el Corán ordenó para que un grupo de creyentes, al estudiar las ciencias islámicas se prepare para ese acto importante, y dice: “No es adecuado que todos los creyentes salgan de expedición (a los campos de la lucha santa). ¿Por qué no viajan algunos de cada grupo (y otros se queden en Medina) para ser instruidos en la religión (conocimientos y preceptos islámicos) y que amonesten a los suyos cuando regresen a ellos? Y así quizás, sean temerosos (por oponerse a lo ordenado por Dios) y se abstengan”.[3] Según esta aleya para la difusión de la religión se necesita de una preparación científica, y cada cual en la cantidad que se benefició de la sabiduría y del conocimiento religioso, tiene la obligación de difundirla y guiar a los demás. El Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “Aquél que narra en demasía para los demás nuestros hadices y a través de ello fortalece el alma de los shías es mejor y más virtuoso que mil oradores”.[4]
Uno de los mejores ejemplos para ayudar al Imam de la Época (a.ÿ.) es defender las creencias auténticas de la shía, enfrenarse a los ataques de los opositores y responder las dudas. Aquél que tiene honor religioso deberá equiparse con la ciencia de la religión y en la medida de su poder responder a las necesidades científicas y difusoras respecto a la religión. Claro está la difusión de la religión no es exclusiva de la difusión a través de discursos o escritos, sino que el mejor y más efectivo método para difundirla, desde el punto de vista del Islam, es la difusión a través de la práctica y conducta.[5]
[1]– Fuşşilat [41:33].
"وَ مَنْ أَحْسَنُ قَوْلاً مِمَّنْ دَعا إِلَى اللَّهِ وَ عَمِلَ صالِحاً وَ قالَ إِنَّني مِنَ الْمُسْلِمينَ"
[2]– Āle ‘Imrān [3:104].
"وَ لْتَكُنْ مِنْكُمْ أُمَّةٌ يَدْعُونَ إِلَى الْخَيْرِ وَ يَأْمُرُونَ بِالْمَعْرُوفِ وَ يَنْهَوْنَ عَنِ الْمُنْكَرِ وَ أُولئِكَ هُمُ الْمُفْلِحُون".
[3]– At-Tauba [9:122].
"وَ ما كانَ الْمُؤْمِنُونَ لِيَنْفِرُوا كَافَّةً فَلَوْ لا نَفَرَ مِنْ كُلِّ فِرْقَةٍ مِنْهُمْ طائِفَةٌ لِيَتَفَقَّهُوا فِي الدِّينِ وَ لِيُنْذِرُوا قَوْمَهُمْ إِذا رَجَعُوا إِلَيْهِمْ لَعَلَّهُمْ يَحْذَرُونَ".
[4]– Al Kâfî, t.1, p.33, h.9.
الْحُسَيْنُ بْنُ مُحَمَّدٍ عَنْ أَحْمَدَ بْنِ إِسْحَاقَ عَنْ سَعْدَانَ بْنِ مُسْلِمٍ عَنْ مُعَاوِيَةَ بْنِ عَمَّارٍ قَالَ قُلْتُ لِأَبِي عَبْدِ اللَّهِ ع رَجُلٌ رَاوِيَةٌ لِحَدِيثِكُمْ يَبُثُّ ذَلِكَ فِي النَّاسِ وَ يُشَدِّدُهُ فِي قُلُوبِهِمْ وَ قُلُوبِ شِيعَتِكُمْ وَ لَعَلَّ عَابِداً مِنْ شِيعَتِكُمْ لَيْسَتْ لَهُ هَذِهِ الرِّوَايَةُ أَيُّهُمَا أَفْضَلُ قَالَ الرَّاوِيَةُ لِحَدِيثِنَا يَشُدُّ بِهِ قُلُوبَ شِيعَتِنَا أَفْضَلُ مِنْ أَلْفِ عَابِدٍ "
[5]– Al-Kâfî, t.2, p.10, h.60.
"....عَنْ أَبِي عَبْدِ اللَّهِ ع قَالَ كُونُوا دُعَاةً لِلنَّاسِ بِالْخَيْرِ بِغَيْرِ أَلْسِنَتِكُمْ لِيَرَوْا مِنْكُمُ الِاجْتِهَادَ وَ الصِّدْقَ وَ الْوَرَعَ ".