El cambio cualitativo de un cuerpo (istihâlah) es uno de los purificadores, y su significado es este que: “El material de algo impuro cambie en tal forma que se transforme en algo puro. Como el que una madera impura sea quemada y se convierta en cenizas, o un perro caiga en una salina y se convierta en sal, pero si su materia no se transforma, como si hicieran harina moliendo trigo impuro, u hornearan pan, no se purifica”.[1]
Según la explicación de algunos supremos religiosos con autoridad legal, si lo impuro cambia en tal forma que no pueda llamársele con el nombre anterior llamándolo con otro nombre, esto es llamado istihâlah. Como cuando un perro cae en una salina y al paso del tiempo se transforma en sal, así también si algo que es impuro cambia por completo tal y como si quemaran una madera impura y se convierta en cenizas, o el agua impura se transformase en vapor, pero si sólo cambia su forma por ejemplo el que hicieran harina de trigo impuro, en este caso no se purifica.[2]
Explicado de otra manera; si una materia impura fuese mezclada con la masa de las galletas o con cualquier otra materia alimenticia, a través de su cocción o al ser elaborada tenga una transformación química es considerada istihâlah y pura.
De cualquier manera, si la persona duda en algún caso que ocurrió o no un cambio cualitativo (istihâlah), debe ser considerado impuro. Es decir, algo impuro en el que se duda si tuvo un cambio cualitativo o no, es impuro.[3]