Cada año lunar consta de 12 meses, pero contrario a los años solares que los días de cada mes son siempre determinados, el principio y el fin de los meses del año lunar se determinan al ver la luna nueva. A este respecto no existe diferencia entre el mes santo de Ramadân y los demás meses; por ello es que en nuestras narraciones dice: “صُمْ لِلرُّؤْیَةِ وَ أَفْطِرْ لِلرُّؤْیَةِ “ –“El criterio y la norma en el mes santo de Ramadân es ver la luna nueva para determinar el primer día de Ramadân y ver la luna nueva del mes de Shawwâl para determinar el último día del mes de Ramadân, y nada más”.
Las narraciones existentes relacionadas con que el mes de Ramadân tiene 30 días y que algunos juristas shi’ítas de la antigüedad dictaminaron, a causa de que estas narraciones se encuentran en contradicción con otras muchas narraciones que poseen un valor superior en cuanto a sanad (documento fiable que las respalda) y crédito, al mes de Ramadân lo consideran un mes como cualquier otro mes. La mayoría de los juristas desde esta perspectiva no consideran para el mes de Ramadân singularidades especiales.
La ciencia de la jurisprudencia es al igual que las demás ciencias que para estudiarla necesita de especialistas, que después de años de esfuerzo en la jurisprudencia y en las ciencias preliminares, tales como la literatura árabe, la evaluación bibliográfica, la deducción contextual del estudio del hadîz, los principios de la jurisprudencia y otros hayan obtenido la experiencia necesaria. Por ello no puede referirse a ninguna narración sin considerar las demás aleyas y narraciones.
A este respecto habrá que decir que cada año lunar tiene 12 meses,[1] pero contrario a los años solares que los días de cada mes son siempre determinados, el principio y el fin de los meses del año lunar se determinan al ver la luna nueva.[2] A este respecto no existe diferencia entre los meses[3]; por ello es que en nuestras narraciones dice: “صُمْ لِلرُّؤْیَةِ وَ أَفْطِرْ لِلرُّؤْیَةِ“–“El criterio y la norma en el mes santo de Ramadân es ver la luna para determinar el primer día de Ramadân y ver la luna nueva del mes de Shawwâl para determinar el último día del mes de Ramadân, y no más”.[4]
Pero respecto a su pregunta como ejemplo exponemos una narración respecto a que el mes de Ramadân tiene 30 días y después la analizamas:
“En verdad Dios Venerable y Sublime creó el mundo en seis días y los restó de los días del año, y el año se volvió de 354 días, Sha’bân nunca es completo (siempre tiene 29 días) y Ramadân juro por Dios que nunca aminora”.[5]
Del Imâm As-Sâdiq (a.s.) se ha relatado que: “…el mes de Sha’bân nunca es completo y el mes de Ramadân nunca es incompleto”.
Esta narración que aparentemente es una de las narraciones más importantes de este capítulo, en nuestras fuentes importantes, sólo a través de la cadena del sanad mencionado fue registrado en Al-Kâfî y los demás libros lo transmiten de éste. Pero esta narración tiene algunos problemas que provocaron que la refutemos y no actuemos según lo que ésta dice:
A) Esta narración en la terminología de la ciencia de la evaluación bibliográfica es una narración mursil (narración con transmisores incompletos), puesto que al final de la narración no fueron mencionados el o los nombres de los transmisores, sino que se limitó sólo a la frase “de algunos de los Compañeros cercanos”.
En otras fuentes también el narrador en ocasiones transmite sin intermediario del Imâm AS-Sâdiq (a.s.) que es considerada marfû’ (tradición que su cadena llega al Profeta s.a.w.) y a veces dictamina por sí mismo sin documentarse en nadie.[6]
B) Los transmisores de esta narración son débiles por lo que no puede ser practicada. En la cadena de su sanad se encuentra Muhammad Ibn Sanân que fue reprochado, en tal forma que nadie duda de su debilidad. Por lo tanto esta narración no puede ser practicada.[7]
C) Esta narración se contradice con muchas narraciones que desde la perspectiva de sanad tampoco tienen problemas, tales como algunas de las narraciones existentes al principio de este escrito, que en caso de contradicción esta noticia única débil mursil es refutada y se actúa según otra narración.
El gran sabio Hili respecto a esta narración dijo: “Este hadîz es una tradición única que se contradice con el Corán y las tradiciones mutiwatir”.[8]
Por lo tanto las narraciones que existen en este capítulo aunque algunos de los juristas shi’ítas del pasado dictaminaron en esto, pero parece ser que esas narraciones, tomando en cuenta las faltas que contienen no pueden ser criterio para la práctica. Entonces el criterio y la norma en el número de días del mes santo de Ramadân –al igual que en los demás meses– es ver la luna nueva para comprobar que es el primer día del mes de Ramadân y ver la luna nueva del mes de Shawâl para determinar el fin del mes de Ramadân, y nada más.
[1]– At-Tauba 9:36. “إِنَّ عِدَّةَ الشُّهُورِ عِنْدَ اللَّهِ اثْنا عَشَرَ شَهْراً” –“En verdad, el número de meses para Dios es de doce”.
[2]– Al-Baqara 2:189. “یَسْئَلُونَکَ عَنِ الْأَهِلَّةِ قُلْ هِیَ مَواقیتُ لِلنَّاس” –“Te preguntarán sobre las fases recientes de la Luna. Di: Sirven a la gente para computar el tiempo y para determinar la fecha de la peregrinación”.
[3]– Maÿlisî Muhammad Bâqir, Bihâr Al-Anwâr, t.55, p.356.
"وَ رُوِیَ عَنْ أَبِی عَبْدِ اللَّهِ الصَّادِقِ (ع) أَنَّهُ قَالَ یُصِیبُ شَهْرَ رَمَضَانَ مَا یُصِیبُ سَائِرَ الشُّهُورِ مِنَ الزِّیَادَةِ وَ النُّقْصَانِ"
[4]– Shaîj Tûsî, Tahdhîb Al-Ahkâm, t.4, p.159.
[5]– Kâfî, t.4, p.78, capítulo Lo extraordinario, h.2.
"عِدَّةٌ مِنْ أَصْحَابِنَا عَنْ سَهْلِ بْنِ زِیَادٍ عَنْ مُحَمَّدِ بْنِ إِسْمَاعِیلَ عَنْ بَعْضِ أَصْحَابِهِ عَنْ أَبِی عَبْدِ اللَّهِ (ع) قَالَ إِنَّ اللَّهَ تَبَارَکَ وَ تَعَالَى خَلَقَ الدُّنْیَا فِی سِتَّةِ أَیَّامٍ ثُمَّ اخْتَزَلَهَا عَنْ أَیَّامِ السَّنَةِ وَ السَّنَةُ ثَلَاثُمِائَةٍ وَ أَرْبَعٌ وَ خَمْسُونَ یَوْماً شَعْبَانُ لَا یَتِمُ أَبَداً رَمَضَانُ لَا یَنْقُصُ وَ اللَّهِ أَبَداً وَ لَا تَکُونُ فَرِیضَةٌ نَاقِصَةً".
[6]– Helî Hasan Ibn Îusuf Ibn Mutahar, Mujtalif Al-Shî’ah fi Ahkâm Al-Sharî’ah, t.3, p.501.
[7]– Mufîd Muhammad Ibn Muhammad Ibn Na’mân, Al-Ra’d ‘alâ Ashâb Al-‘Adad, p.20.
[8]– Mujtalif Al-Shî’ah fi Ahkâm Al-Sharî’ah, t.3, p.501.