Según la regla «لا شکّ لکثیر الشک» –“el obsesionado no debe dar importancia a su duda”. Es decir la persona que es kazir al-shak (obsesionado) no debe dar importancia a su duda. Según la opinión de las mayoría de los juristas esta regla no es exclusiva de la oración, sino que incluye tanto sus preparativos, tales como la ablución, el baño completo y la ablución en seco, y así también incluye los cultos compuestos tales como: la peregrinación, la transacción y las creencias. Ellos para su opinión presentan motivos, tales como el que la regla “el obsesionado no debe dar importancia a su duda” fue una causa que tiene generalización, con la condición de que esta persona cuente con los requisitos de alguien que duda constantemente, y su duda se derive de las obsesiones, en tal forma que comúnmente lo llamen “kazir al-shak”.
Según la regla «لا شکّ لکثیر الشک» –“el obsesionado no debe dar importancia a su duda”, es decir la persona que es kazir al-shak (obsesionado) no debe dar importancia a su duda, pero ¿acaso esta regla –además del culto– comprende o no otros asuntos, tales como: las transacciones, los derechos humanos, las creencias y otros? A este respecto existen diversas opiniones:
Primero: Opinión de la mayoría de los juristas: Según la opinión de las mayoría de los juristas esta regla no es exclusiva de la oración, sino que incluye tanto sus preparativos, tales como la ablución, el baño completo y la ablución en seco, y así también incluye los cultos compuestos tales como: la peregrinación, la transacción y las creencias. Ellos para su opinión presentan motivos, tales como el que la regla “el obsesionado no debe dar importancia a su duda” fue una causa que tiene generalización, con la condición de que esta persona cuente con los requisitos de alguien que duda constantemente, y su duda se derive de las obsesiones, en tal forma que comúnmente lo llamen “kazir al-shak”. Por ello han dicho:
1. La duda resultado de una obsesión no debe ser considerada.[1]
2. La persona cuando va a una reunión y constantemente duda respecto a si la comida que va a ingerir es lícita (halal) o no, no debe prestar atención a su duda debiendo considerarla lícita.[2]
3. En los asuntos de los derechos humanos la persona obsesionada no debe considerar su duda y deberá juzgarlo como perfecto y su acto correcto.[3]
4. La obligación de alguien que en todos sus actos de culto y fuera de estos, tiene diversas dudas, es en caso de que cuente con las condiciones de una persona kazir al-shak (obsesionada), no debe dar importancia a sus dudas.[4]
5. Aquellos que tienen fe en Dios y en el Profeta del Islam (s.a.w.) pero se les presentan algunas obsesiones, y se dedican al estudio e investigación son puros si estas obsesiones no ocasionan ninguna pérdida[5]; es decir no son considerados incrédulos ni tampoco impuros.
Segundo: Opinión de algunos juristas: Algunos juristas consideraron esta regla exclusiva sólo de la oración y no válida en otros asuntos, y dicen que en otros asuntos deberá actuarse según el dictamen especial de ese asunto.[6]
A continuación mencionamos algunos puntos respecto a la duda y vacilación:
Uno: La obsesión es la duda, vacilación e inestabilidad de los peligros e inspiraciones satánicas, tal y como la serenidad, la certeza y la estabilidad son de los favores clementes y angelicales. Satanás para descarriar a los siervos de Dios del sendero recto y del camino de la verdad, utiliza diversos medios y engaños, y puesto que es astuto, el método para descarriar a los individuos lo determina según la preparación de estos, introduciéndose por ese mismo sendero. El mejor medio para luchar en contra de estas tentaciones es no dar importancia a las tentaciones e inspiraciones satánicas. Cuando Satanás obliga al ser humano a las malas y falsas imaginaciones, él deberá ocupar su pensamiento en otros asuntos.
Dos: El ser humano es una criatura que cuenta con intelecto y pensamiento, y a través de estos deberá distinguir el sendero recto y comprometerse a permanecer en él. Es evidente que este sendero necesita de esfuerzo científico y mental ordenado y sistemático para que la persona pueda para sí misma construir un mundo con significado y alcanzar una “buena vida”. Por más que se esfuerce en este campo es poco, y este esfuerzo es el precio a pagar de cualquiera que desee adquirir conocimiento. Para este propósito deberá paso a paso esforzarse para fortalecer las bases conceptuales y fortificarlas para que el sistema mental y su organismo se encuentren a salvo de las sacudidas, y verse a salvo de los daños. El primer punto de este movimiento es la reflexión, meditación, estudio y llegar a una conclusión correcta respecto a “la creación del mundo y la creación del ser humano”. En este camino las dudas y perplejidades que se le presentan a la persona son naturales y sólo son una serie de vacíos mentales, y no siempre son nocivas y desviantes, sino que muchas veces pueden ser un puente hacia la certeza y el sendero de la elevación hacia niveles más elevados. Claro está esto en caso de que el ser humano transite este nivel rápidamente y no se detenga; puesto que permanecer en éste es dañino.[7]
Para terminar recordamos la respuesta de los marâÿah a la pregunta que estamos tratando:[8]
Ayatul.lah Jameneî: Alguien que duda en demasía es un kazir al-shak (obsesionado), y kazir al-shak se le llama a aquél que durante la realización de la oración duda tres veces, o duda en tres oraciones seguidas (por ejemplo en la oración de la mañana, del medio día y de la tarde). Pero si su dudar es en demasía y no se debe al producto de su cólera, temor o distracción, no deberá dar importancia a la duda. Entonces alguien que es obsesionado hasta que no tenga la certeza que regresó al estado normal de la gente deberá pasar por alto sus dudas.
2. Ayatul.lah Makârim Shîrâzî: Según nuestro dictamen “kazir al-shak” es decir alguien que duda en demasía, no debe prestar atención a su duda, sea en el número de los ciclos, en las partes o en las condiciones de la oración.
Kazir al-shak es aquel que diga, dudo mucho y si alguien en una oración duda tres veces, o en tres oraciones continuas duda, es un “kazir al-shak”.
3. Ayatul.lah Sâfî Golpaîgânî: En forma general alguien que es kazir al-shak en los actos de la oración ya sea en las recitaciones o en el número de ciclos, ya sea en actos tales como la inclinación o la prosternación no deberá prestar importancia a su duda.
4. Ayatul.lah Sistani: Sí.
5. Ayatul.lah Mahdî Hâdavî Tehrânî: La persona que es kazir al-shak sólo en los asuntos que duda en demasía deberá no prestar importancia a su duda, y en los demás asuntos que la medida de su duda es común deberá actuar ante esta duda como cualquier persona común actúa ante los mandatos de las dudas.
Para más información recurrir a los siguientes Índices:
“Los derechos humanos”, preg.no.9249 (pag.web 9221).
“Los derechos humanos y pedir perdón”, preg.no.7952 (pag.web 8054).
“Dictamen de precaución en caso de duda”, preg.no.3078 (pag.web 3324).
[1]– Imâm Jomeînî Saîîed Ruhul.lah, Istiftâ’ât, t.1, p.169, preg.158.
[2]– Ídem, p.110, preg.295.
[3]– Nuevas consultas jurídicas, t.2, p.71, preg.325.
[4]– Bahÿat Muhammad Taqî, Istiftâ’ât, t.2, p.215, preg.2302.
[5]– Makârim Shîrâzî Nâsir, Taudîh Al-Masâ’il, p.36, asunto 114.
[6]– Recurrir a: Al-Qawâ’id Al-Fiqhîîah, t.2, pp.355-356.
[7]– Recurrir a: Índice: “Duda y vacilación en las creencias”, pregunta no.4895 (pág.web 5356).
[8]– Consultas jurídicas de las diversas oficinas de los sabios a imitar, a través de la pág. Islamquest.