El término de Umm Al-Mu’minîn (la madre de los creyentes) fue utilizado por primera vez en la época del Profeta (s.a.w.) al ser revelada la aleya 6 de la Sura Al-Aĥzāb [33] respecto a las esposas de este generoso en relación con los creyentes. El que las esposas del Mensajero de Dios (s.a.w.) son las madres de la comunidad, es un dictamen religioso y especial de este generoso. Este dictamen (la alegoría de las esposas del Profeta -s.a.w.- en las madres de los creyentes) en una representación simbólica en algunos de los efectos de madre, no en todos ellos. Unas de las razones de este dictamen pueden indicarse en los siguientes casos:
Primero: respetar a las esposas del Profeta (s.a.w.).
Segundo: respetar al Profeta (s.a.w.).
Tercero: prevenir los abusos y las intrigas de algunos malevolente que intentaban matrimoniarse con las esposas del Profeta (s.a.w.) después del fallecimiento de este generoso y llegar así a realizar sus propósitos políticos y malas intenciones.
1. Umm Al-Mu’minîn significa “la madre de los creyentes”. Este término al ser revelada la aleya de la preferencia: «El Profeta posee mayores derechos sobre los creyentes que ellos mismos y sus esposas son sus madres (de los creyentes)»[1], se hizo común respecto a las esposas de este generoso en relación con los creyentes. Dios Sublime en esta aleya a las esposas del Profeta (a.s.) las consideró semejantes a la madre para todos los creyentes, claro está la madre espiritual. Al igual que el Profeta (s.a.w.) es el padre espiritual de la comunidad.
2. Este dictamen –el que las esposas del Profeta (s.a.w.) son las madres de la comunidad– es un dictamen religiosos y especial de este generoso.[2] Al igual que en la Sura Al-Aĥzāb [33] fue negada la igualdad entre las mujeres del Profeta (s.a.w.) con las demás mujeres: «¡Oh, esposas del Profeta! ¡Vosotras no sois como cualquier otra mujer!».[3]
3. Al comparar a las esposas del Mensajero de Dios (s.a.w.) con madres, es una comparación en algunos de los efectos de la madre, no en todos ellos. Es decir las madres respecto a sus hijos tienen derechos y los mandatos de ambas partes dictaminan entre ellos, que todos estos mandatos no se consuman aquí. Sino que aquí sólo se realizan dos dictámenes que son la obligatoriedad de respetar y honrar a las esposas del Profeta (s.a.w.) así como la prohibición de matrimoniarse con ellas. Ya que a la madre además de que es obligatorio respetarla es prohibido matrimoniarse con ella. Así también tiene otros efectos; por ejemplo, recibe herencia por parte de su hijo y su hijo recibe herencia de ella, es permitido ver la cara de la madre, es prohibido casarse con las hermanas de madre, y otros. Pero las esposas del Profeta (s.a.w.) además de esos dos dictámenes (obligatoriedad de respeto y prohibición de matrimoniarse con ellas) no tienen otros dictámenes. Por lo tanto el efecto de este dictamen –la representación simbólica de las esposas del Mensajero de Dios como la madre de los creyentes– se encuentra en dos asuntos: (a) la obligatoriedad del respeto, (b) la prohibición de matrimoniarse con ellas.[4]
4. Este dictamen primero, es para respetar a las esposas del Profeta (s.a.w.), puesto que ellas fueron las esposas del Mensajero de Dios (s.a.w.) y estaban relacionadas con él, y entre los musulmanes disfrutaban de un respeto especial. Es evidente que gozaban de diferencias en comparación con las demás mujeres de su misma especie, al igual que el Generoso Corán dijo.[5]
Segundo, respetar la personalidad del mismo gran Profeta (s.a.w.). Al igual que se deduce del motivo de la revelación de la aleya, un número de los oponentes para vengarse y en forma de ofensa ante el Profeta Sagrado (s.a.w.) tenían la intención de matrimoniarse con las esposas de este generoso después de su fallecimiento.
Tercero, prevenir los abusos y las intrigas de algunos malevolentes que tenían la intención de matrimoniarse con las esposas del Profeta (s.a.w.) después del fallecimiento de este generoso y así llegar a realizar sus propósitos políticos y malas intenciones. Según la opinión del Prof. Mutaharî, el secreto de la prohibición de matrimoniarse con las esposas del Profeta (s.a.w.) es para que el siguiente marido no abusara de la fama y el respeto hacia esa mujer –que entre los musulmanes disfrutaba de un respeto especial–, y esas mujeres no fuesen un medio para los egoístas y aventureros en los asuntos políticos y sociales.[6]
[1]– Al-Aĥzāb 33:6.
[2]– Tabâtabâî, Al-Mîzân, (traducc.al persa), t.16, p.414.
[3]– Al-Aĥzāb 33:32.
[4]–Exegesis Nemûnah, t.17, pp.205-207.
[5]– Al-Aĥzāb 33:32.
[6]– Mutaharî Murtidzâ, Colección de las obras, t.19, p.431. Para más información recurrir a: Exegesis Al-Mizânb, t.16, aleyas 1 a 54 de la Sura Al-Aĥzāb (33); Exegesis Nemûnah, t.17, esas mismas aleyas, pp.405-406.