La relación y el uso científico y práctico de las almas, de los genios y los demonios en la terminología lingüística y jurídica es llamada “hechizo”[i]. Según las razones coránicas, narrativas y jurídicas hechiceras en la vida de éste mundo y la otra vida, no convienen para el ser humano.
El Generoso Corán consideró a la hechicería como incredulidad, falta de fe, falta de abstinencia, mal negocio con sí mismo, falta de beneficio en la otra vida[ii], incremento del pecado y la humillación[iii]
Las narraciones religiosas consideraron a la hechicería como irreverencia[iv], impiedad hacia el Corán[v], idolatría[vi], alejamiento de la clemencia Divina[vii] y de la religión del Islam[viii], independencia en el servicio a Dios[ix], así como provocar la entrada al Infierno[x]–[xi], y al hechicero maldecido[xii].
Los juristas también lo consideraron prohibido por los testimonios de las aleyas y narraciones, por los daños corporales y espirituales, religiosos y sociales que provocan la hechicería[xiii]–[xiv]
[i]“ثم الظاهر أن التسخیرات بأقسامها داخلة فی السحر علی جمیع تعاریفه”, Ÿazâ’irî Seîîed Muhammad ‘Alî, Sharh Makâsib Muharramah Muzaÿî, t.2, p.112;
“ثم ان الشهیدین عدّا من السحر، استخدام الملائکة و الجن و استنزال الشیاطین”, idem, p.68;
“او علی سبیل الاستعانة بالارواح الساذجة” idem, p.71.
[ii]–«Ellos siguieron lo que decían los demonios bajo el reinado de Salomón. Salomón no fue idólatra…»Al-Baqarah 2:102-103; Exegesis Al-Mîzân, t.1, p.234.
[iii]–«y que hombres de los humanos buscaban refugio en hombres de los genios y ellos les incrementaron su pecado y su rebeldía»Al-Ŷin 72:6.
[iv]– Al-Wasâ’il, t.12, p.107.
[v]– Ídem, p.109.
[vi]– Ídem, p.106.
[vii]– Ídem, p.107.
[viii]– Ídem, p108.
[ix]– Ídem.
[x]– Bihar, t.58, p.223.
[xi]– Al-Wasâ’il, t.12, p.107.
[xii]– Ídem, p.103.
[xiii]– Makâsib Muharramah, décimo asunto
[xiv]– Imâm Jumeînî (r), Aunque esta relación no la consideraron hechizo, pero la consideraron prohibida.
“و یلحق بذالک استخدام الملائکة و احضار الجن و تسخیرهم و احضار الارواح و تسخیرها و امثال ذالک ...”
Tahrîr Al-Wasîlah, t.1; Al-Makâsib Al-Muharramah, asunto 16.
Aunque en las obres de lingüística y jurídicas se han mencionado numerosas explicaciones respecto a la descripción y determinación de los asuntos del hechizo, pero la relación con las almas, los genios y los demonios es llamado hechizo y considerado algo definitivo.[1]
La hechicería tiene un antecedente muy largo en la historia del ser humano. Las épocas en que fue más utilizada fueron cuando los Profetas Divinos, o no se encontraban en la sociedad o su domino era mínimo. Por ello el mayor tiempo de la presencia de estos fue después del Profeta Noé (a.s.)[2] y después de la época del Profeta Salomón (a.s.)[3]. Pedro tal y como la historia de la hechicería es testigo y la ciencia parcial con la que cuentan las almas, los genios y los demonios[4], así como los pretenciosos embusteros que pretendían tener relación con los hechiceros, dañaron fuertemente a la sociedad humana, tanto daños religiosos como espirituales. Por ello en nuestra opinión, tanto los caminos para alcanzar a los genios, a los demonios y a las almas son en contra de la religión[5], así como la información y los efectos que dan y realizan los demonios, genios y almas se encuentran en contra de ésta. Muchas veces sucedió que los hechiceros pretendieron la profecía o el mahtawîat (ser el Imâm de la Época)[6].
La felicidad de los seres humanos se encuentra en las amistades, enemistades, felicidades, preocupaciones, en el dormir y en el estar despierto, en los viajes y en permanecer en casa, sea sobre las bases de los beneficios del mundo y de la otra vida, pero en la historia de la hechicería es al contrario[7]
Por otra parte, en la invocación de las almas, la dominación de los genios y los demonios existe una forma de quitarles la voluntad, la libertad y la obligación, y/o al alma de la mujer o del niño a través de los cuales (las almas o los genios) son invocados, que esta adquisición es una forma de daño y molestia.[8]
En conclusión, puesto que la información de las almas, de los genios y de los demonios es limitada[9], y sus efectos también son limitados[10], y por otra parte si las informaciones y efectos son por parte del demonio, el objetivo del demonio es desviar del sendero y embellecer lo falso, por lo tanto[11] no existe ninguna confianza en estas relaciones.
Para más información recurrir a los índices:
1. La relación del ser humano con el genio, pregunta 556.
2. La relación con criaturas de otros mundos, pregunta 293.
3. Los poderes del Demonio y del genio, pregunta 138.
[1]– Makâsib Muharramah; t.2, p.112.
[2]– Imâm Hasan ‘Askarî (a.s.): “... کان بعد نوح قد کثرت السحرة”, Wasâ’il, t.12, p.106.
[3]– Exegesis Al-Mîzân, t.1, p.237.
[4]– Ídem, t.15, p.330.
[5]– Makâsib Muharramah, t.2, p.68.
[6]– Ídem.
[7]– Ídem, p.69.
[8]– Ídem.
[9]– Al-Ihtiÿâÿ, t.2, p.81.
[10]– Ídem.
[11]– An-Nisā’ 4:60; Al-An‘ām 6:6, e innumerable aleyas coránicas respecto al
emonio.