Dios en el Corán dice:
“انَّ أَوْلِیاءَ اللَّهِ لَا خَوْفٌ عَلَیهِمْ وَلَا هُمْ یحْزَنُونَ “
“Presta atención: Los amigos de Dios no tendrán que temer ni estarán tristes”. [Iūnus 10:62]
Pero en otras partes respecto a la descripción de los estados de los Profetas dice:
Respecto al temor:
“فَلَمَّا رَأَى أَیدِیهُمْ لَا تَصِلُ إِلَیهِ نَکِرَهُمْ وَأَوْجَسَ مِنْهُمْ خِیفَةً قَالُوا لَا تَخَفْ إِنَّا أُرْسِلْنَا إِلَى قَوْمِ لُوطٍ”
“Y cuando vio que las manos de ellos no lo tocaban [y no comen de ello], consideró que era un mal acto de parte de ellos y en su corazón sintió temo. Ellos dijeron: No temas. Hemos sido enviados al pueblo de Lot”. [Hūd 11:70]
“قَالَ خُذْهَا وَلَا تَخَفْ سَنُعِیدُهَا سِیرَتَهَا الْأُولَى”
“Dijo [Dios]: «¡Tómalo y no tengas miedo! Lo devolveremos a su condición primera”. [Ťa Ha 20:21].
“قُلْنَا لَا تَخَفْ إِنَّکَ أَنْتَ الْأَعْلَى”
“Dijimos: «¡No temas! ¡En verdad, tú eres superior!»”. [Ťa Ha 20:68].
“وَأَلْقِ عَصَاکَ فَلَمَّا رَآهَا تَهْتَزُّ کَأَنَّهَا جَانٌّ وَلَّى مُدْبِرًا وَلَمْ یعَقِّبْ یا مُوسَى لَا تَخَفْ إِنِّی لَا یخَافُ لَدَی لْمُرْسَلُونَ”
“¡Lanza tu bastón! Y, cuando lo vio que [con velocidad] reptaba como una serpiente [temió y] dio la espalda sin mirar atrás. ¡Oh, Moisés! ¡No temas! En verdad, los Mensajeros no tienen miedo ante Mí”. [An-Naml 27:10].
“فَجَاءَتْهُ إِحْدَاهُمَا تَمْشِی عَلَى اسْتِحْیاءٍ قَالَتْ إِنَّ أَبِی یدْعُوکَ لِیجْزِیکَ أَجْرَ مَا سَقَیتَ لَنَا فَلَمَّا جَاءَهُ وَقَصَّ عَلَیهِ الْقَصَصَ قَالَ لَا تَخَفْ نَجَوْتَ مِنَ الْقَوْمِ الظَّالِمِینَ”
“Entonces vino una de las mujeres con pasos recatados. Ella dijo: «En verdad, mi padre te invita para compensarte por haber abrevado nuestro ganado.» Cuando [Moisés] llegó ante él y le relató la historia de lo que le había sucedido, él le dijo: «No temas. Te has salvado de los opresores»”. [Al-Qişāş 28:25]
“وَأَنْ أَلْقِ عَصَاکَ فَلَمَّا رَآهَا تَهْتَزُّ کَأَنَّهَا جَانٌّ وَلَّى مُدْبِرًا وَلَمْ یعَقِّبْ یا مُوسَى أَقْبِلْ وَلَا تَخَفْ إِنَّکَ مِنَ الْآمِنِینَ”
“«¡Arroja tu bastón!» Y cuando lo vio reptando como si fuera una serpiente se volvió de espaldas sin mirar atrás. «¡Oh, Moisés! ¡Regresa y no temas! ¡En verdad, estás a salvo!»”. [Al-Qişāş 28:31]
“لَمَّا أَنْ جَاءَتْ رُسُلُنَا لُوطًا سِیءَ بِهِمْ وَضَاقَ بِهِمْ ذَرْعًا وَقَالُوا لَا تَخَفْ وَلَا تَحْزَنْ إِنَّا مُنَجُّوکَ وَأَهْلَکَ إِلَّا امْرَأَتَکَ کَانَتْ مِنَ الْغَابِرِینَ”
“Y cuando Nuestros Mensajeros vinieron a Lot, él se preocupó por ellos y se angustió su corazón, pero ellos dijeron: «No tengas miedo y no estés preocupado. En verdad, os salvaremos a ti y a tu familia, excepto a tu esposa que será de los que se queden.”. [Al-‘Ankabūt 29:33]
“اِذْ دَخَلُوا عَلَى دَاوُودَ فَفَزِعَ مِنْهُمْ قَالُوا لَا تَخَفْ خَصْمَانِ بَغَى بَعْضُنَا عَلَى بَعْضٍ فَاحْکُمْ بَینَنَا بِالْحَقِّ وَلَا تُشْطِطْ وَاهْدِنَا إِلَى سَوَاءِ الصِّرَاطِ”
“Cuando entraron ante David, él se sobresaltó. Ellos dijeron: «¡No temas! Somos dos partes litigantes una de las cuales ha oprimido a la otra. Juzga entre nosotros con justicia, imparcialmente, e indícanos el buen camino»”. [Şad 38:22]
“فَأَوْجَسَ مِنْهُمْ خِیفَةً قَالُوا لَا تَخَفْ وَبَشَّرُوهُ بِغُلَامٍ عَلِیمٍ”
“Y sintió miedo de ellos. Ellos dijeron: «No temas» [nosotros somos enviados y ángeles de tu Creador] y le dieron la buena nueva de un hijo sabio”. [Ad-Dāriyāt 51:28]
“یوْمَئِذٍ تُعْرَضُونَ لَا تَخْفَى مِنْکُمْ خَافِیةٌ “
“Ese día seréis expuestos. Nada de vosotros quedará oculto”. [Al-Ĥāqqa 69:18]
Respecto a la tristeza:
“لَا تَمُدَّنَّ عَینَیکَ إِلَى مَا مَتَّعْنَا بِهِ أَزْوَاجًا مِنْهُمْ وَلَا تَحْزَنْ عَلَیهِمْ وَاخْفِضْ جَنَاحَکَ لِلْمُؤْمِنِینَ”
“[Por lo tanto] No alargues tu mirada hacia lo que Nosotros hemos otorgado a algunos de ellos para que disfruten y no te entristezcas por ello y protege con tus alas [benevolentes] a los creyentes“. [Al-Ĥiŷr 15:88]
“وَاصْبِرْ وَمَا صَبْرُکَ إِلَّا بِاللَّهِ وَلَا تَحْزَنْ عَلَیهِمْ وَلَا تَکُ فِی ضَیقٍ مِمَّا یمْکُرُونَ”
“Se paciente, pero no podrás ser paciente si no es por Dios. Y no te entristezcas por ellos ni te preocupes por sus intrigas”. [An-Naĥl 16:127]
“فَنَادَاهَا مِنْ تَحْتِهَا أَلَّا تَحْزَنِی قَدْ جَعَلَ رَبُّکِ تَحْتَکِ سَرِیا”
“Entonces, él la llamó desde debajo de ella: «No estés triste por mi causa. Tu Señor ha puesto a tus pies un arroyo«”. [Maryam 19:24]
“وَلَا تَحْزَنْ عَلَیهِمْ وَلَا تَکُنْ فِی ضَیقٍ مِمَّا یمْکُرُونَ”
“No te entristezcas por ellos [por lo que niegan] ni te angusties por sus intrigas”. [An-Naml 27:70]
Mi pregunta es que la aleya que mencioné al principio y habla respecto a los atributos de los Santos Divinos de Dios que no se entristecen ni tampoco temen, ¿cómo concuerda con estas demás aleyas que argumentan respecto a la tristeza y temor de algunos de los Profetas en situaciones especiales? O esa tristeza que Dios menciona respecto al acompañante del Profeta en la cueva (Abû Bakr o cualquier otra persona), ¿acaso se encuentran en esta misma categoría? Ahí donde dice:
“إِذْ یقُولُ لِصَاحِبِهِ لَا تَحْزَنْ إِنَّ اللَّهَ مَعَنَا”
“…y le decía a su compañero: «No estés triste, en verdad, Dios está con nosotros«”. [At-Tauba 9:40]
Todos los temores no son negativos ni malos, y por cualquier temor no debe reprochárseles a los Santos de Dios. Algunos temores, por la grandeza del suceso o la grandeza del receptor –en tal forma que su resistencia se encuentra fuera del poder de cualquier ser humano– es un temor positivo y necesario. Por ejemplo temor al día de la Resurrección, temor por la maldad de sus propios actos y por un mal fin de él mismo y de los demás, temor por la desviación religiosa de la comunidad o temor a que los pocos seguidores en la guerra desigual sean matados; y en conclusión la destrucción de los partidarios y herederos de la religión y parecidos a estos. Todos estos son temores positivos que deberá haber en los grandes administradores de la sociedad y en los hombres elegidos.
Mientras que los Profetas Divinos ocupaban diversos grados, por lo tanto la tranquilidad, la calma, el sosiego, la seguridad en el corazón y la certeza en todos ellos no fueron en un mismo grado. Por otra parte los Profetas antes y después de su Profecía tampoco se encontraban en un mismo nivel. Pero el punto importante es que estos temores no los obligaron a salir de la inmunidad y Dios a ningún Profeta le reprochó por haber sentido temor, sino que sólo ordenó el dejar de temer en algunos casos, y ellos obedecieron.
Tal y como el estimado interrogador dijo, Dios en varias partes del Corán expuso que para los amigos de Dios no existe temor ni tristeza “الا ان اولیاء الله لا خوف علیهم و لا هم یحزنون” —“Los amigos de Dios no tendrán que temer ni estarán tristes”. [Iūnus 10:62] Es decir no temer por los efectos definitivos de la fe a Dios puesto que el creyente bajo la sombra de la confianza en Dios y el optimismo hacia la otra vida no teme por muchos asuntos, quita la debilidad de su alma, aumenta su tolerancia e incrementa el poder de su resistencia en los infortunios. Contrario, el incrédulo teme a la muerte puesto que no tiene una percepción correcta de ésta, teme por el futuro y por los sucesos amargos puesto que a la administración del Universo no la considera en manos de Dios, o carece de una conexión correcta con Dios, su tolerancia es poca puesto que cree en la recompensa de los tolerantes, y así también…, por ello podemos observar que entre las personas sin religión existen muchas enfermedades psíquicas y suicidios.
Pero todos los temores no son negativos ni malos, y por cualquier temor no debe reprochárseles a los Santos de Dios, ya que el Corán en numerosos aleyas elogia a los creyentes por el temor que sienten, e inclusive ordena temer. Como ejemplo dice:
“رِجالٌ لا تُلْهیهِمْ تِجارَةٌ وَ لا بَیْعٌ عَنْ ذِکْرِ اللَّهِ وَ إِقامِ الصَّلاةِ وَ إیتاءِ الزَّکاةِ یَخافُونَ یَوْماً تَتَقَلَّبُ فیهِ الْقُلُوبُ وَ الْأَبْصارُ”
“…por hombres a quienes ni los negocios ni las ventas distraen del recuerdo de Dios, de hacer la oración y de dar el impuesto purificador de la riqueza y que temen el día en el que los corazones y las miradas sean puestos del revés”.[1]
Esta aleya comprueba que algunos temores son parte de las condiciones de la fe, qué puede decirse del Profeta que deberá tener este tipo de temor en un grado elevado. Por lo tanto en forma general cualquier temor no es censurado y todos los temores no son quitados de los Santos de Dios.
Las causas de los temores:
Para comprenderlo más claramente a continuación analizamos en forma general las causas de los temores. En ocasiones el temor, es por temor a los demás, en otras por los sucesos amargos del futuro o por la posibilidad de un mal destino que nos espera. Y en otras también se ven afectados por ansiedades como consecuencia de la debilidad del alma para enfrentar los sucesos, enfrentar a los enemigos y a cualquier cosa que cause pérdidas de la vida o materiales. Todos estos son temores negativos y los amigos de Dios, en la medida de su fe y certeza, se encuentran libres y puros de estos temores.
Pero algunos temores, por la grandeza del suceso o la grandeza del receptor –en tal forma que su resistencia se encuentra fuera del poder de cualquier ser humano– es un temor positivo y necesario. Por ejemplo temor al día de la Resurrección, temor por la maldad de sus propios actos y por un mal fin de él mismo y de los demás, temor por la desviación religiosa de la comunidad o temor a que los pocos seguidores de la verdad en la guerra desigual sean matados; y en conclusión la destrucción de los partidarios y herederos de la religión y parecidos a estos. Todos estos son temores positivos que deberá haber en los grandes administradores de la sociedad y en los hombres elegidos.
El generoso Profeta (s.a.w.) respecto al temor de los creyentes dijo:
"الْمُؤْمِنُ بَیْنَ خَوْفَیْنِ خَوْفِ مَا مَضَى وَ خَوْفِ مَا بَقِیَ وَ بِمَوْتِ النَّفْسِ یَکُونُ حَیَاةُ الْقَلْبِ وَ بِحَیَاةِ الْقَلْبِ الْبُلُوغُ إِلَى الِاسْتِقَامَةِ وَ مَنْ عَبَدَ اللَّهَ عَلَى مِیزَانِ الْخَوْفِ وَ الرَّجَاءِ لَا یَضِلُّ وَ یَصِلُ إِلَى مَأْمُولِهِ وَ کَیْفَ لَا یَخَافُ الْعَبْدُ وَ هُوَ غَیْرُ عَالِمٍ بِمَا تُخْتَمُ صَحِیفَتُهُ وَ لَا لَهُ عَمَلٌ یَتَوَسَّلُ بِهِ اسْتِحْقَاقاً وَ لَا قُدْرَةَ لَهُ عَلَى شَیْءٍ وَ لَا مَفَرَّ... و الزاهد یعبد علی الخوف".
“El creyente se encuentra entre dos temores, temor por lo que ocurrió (de sus actos) y temor por aquello que resta y vendrá (de sus actos y lo designado por sus actos que se predestinará para él), y revive su alma para llegar a la perseverancia (en el camino de la religión). Aquel que adora a Dios, en la medida de temor y esperanza que tiene, en esa misma medida no se desvía y llega a sus deseos. ¿Cómo no puede temer un siervo mientras que desconoce cuál será su destino y observa que no ha realizado acto alguno por medio del cual pueda llegar a sus deseos en su salvación, y carece también del poder para hacer cambiar la administración del mundo (entonces teme)… y el abstinente sirve a Dios en la medida de su temor”.[2]
Ahora respecto a las aleyas mencionadas en la pregunta decimos:
Temor del Profeta Moisés (a.s.):
Los temores que en algunas aleyas coránicas fueron atribuidos al Profeta Moisés (a.s.) algunos son respecto a antes de su misión y otros durante su misión. Entonces Moisés (a.s.) o temía sólo por su vida o porque su misión quedase incompleta. De cualquier forma él manifiesta a Dios su preocupación y Dios a través de una orden disipa ese temor, y luego realiza su obligación, y Dios no le reprocha.
El Imâm ‘Alî (a.s.) en una narración respecto al temor del Profeta Moisés (a.s.) en la aleya: “Moisés sintió miedo en su interior”[3] que sucedió durante su profecía dijo:
"لَمْ یُوجِسْ مُوسَى خِیفَةً عَلَى نَفْسِهِ بَلْ أَشْفَقَ مِنْ غَلَبَةِ الْجُهَّالِ وَ دُوَلِ الضَّلَالِ".
“Moisés no temía por su vida sino que temía por la victoria de los ignorantes y por el gobierno de los perversos”.[4]
Este tipo de temores nunca hicieron daño a la jerarquía de integridad del Profeta Moisés (a.s.) y en el Corán no fue reprochado, sino que dominando los temores con potencia llevó su profecía al fin y llegó a la jerarquía de Profeta legislador y dotado de autoridad (Ulâ Al-‘Azm).
Temor del Profeta Abraham (a.s.):
“فَلَمَّا رَأى أَیْدِیَهُمْ لا تَصِلُ إِلَیْهِ نَکِرَهُمْ وَ أَوْجَسَ مِنْهُمْ خیفَةً قالُوا لا تَخَفْ إِنَّا أُرْسِلْنا إِلى قَوْمِ لُوطٍ”.
“Y cuando vio que las manos de ellos no lo tocaban, en su corazón sintió miedo. Ellos dijeron: «No temas. Hemos sido enviados al pueblo de Lot»”.[5]
Según esta aleya el Profeta Abraham (a.s.) temió sólo por haber visto la conducta inhabitual de los ángeles. Temor por ver escenas desconocidas ocultas no es temor moral censurado y es una reacción natural que se considera un temor escaso. Claro está no se entiende si este temor fue por el castigo que ellos estaban comisionados para realizar sobre el pueblo de Lot, o sólo por haber visto la majestuosidad especial de los ángeles ese día y porque no tocaron las comidas. De cualquier manera el Profeta Abraham (a.s.) que no temió de Nemrod ni del fuego y destruyó todos los ídolos es imposible que sea un hombre miedoso, y que el Corán no le reproche.
Ante esto si ponemos atención en los elogios de Dios Sublime respecto al Profeta Abraham (a.s.) percibiremos que estas dudas no tienen lugar. El Corán considera al Profeta Abraham (a.s.) como una nación:
“إِنَّ إِبْراهیمَ کانَ أُمَّةً قانِتاً لِلَّهِ حَنیفاً وَ لَمْ یَکُ مِنَ الْمُشْرِکینَ”.
“Verdaderamente, Abraham era una nación, obediente a Dios, buscador de la Verdad y nunca fue uno de los idólatras”.[6] Y después de ese suceso vieron que los ángeles lo elogiaban mucho puesto que él rogó intensamente para intervenir por el pueblo Lot y Dios lo llamó “sensible e inclinado”.[7]
Temor del Profeta Lot (a.s.):
“وَ لَمَّا أَنْ جاءَتْ رُسُلُنا لُوطاً سیءَ بِهِمْ وَ ضاقَ بِهِمْ ذَرْعاً وَ قالُوا لا تَخَفْ وَ لا تَحْزَنْ إِنَّا مُنَجُّوکَ وَ أَهْلَکَ إِلاَّ امْرَأَتَکَ کانَتْ مِنَ الْغابِرینَ”
“Y cuando Nuestros Mensajeros vinieron a Lot, él se preocupó por [la presencia de] ellos y se angustió su corazón [por no poder protegerlos], pero ellos dijeron: «No tengas miedo y no estés preocupado. En verdad, os salvaremos a ti y a tu familia, excepto a tu esposa que será de los que se queden [en las cenizas del fuego]”.[8]
Este temor del Profeta Lot (a.s.) fue también por su compasión y sentimiento de responsabilidad que sentía hacia sus visitas, no fuese que careciese de poder para protegerlas ante su pueblo, y este temor fue pasajero.
Temor del Profeta David (a.s.):
“إِذْ دَخَلُوا عَلى داوُدَ فَفَزِعَ مِنْهُمْ قالُوا لا تَخَفْ خَصْمانِ بَغى بَعْضُنا عَلى بَعْضٍ فَاحْکُمْ بَیْنَنا بِالْحَقِّ وَ لا تُشْطِطْ وَ اهْدِنا إِلى سَواءِ الصِّراطِ”
“Cuando entraron ante David, él se sobresaltó. Ellos dijeron: «¡No temas! Somos dos partes litigantes una de las cuales ha oprimido a la otra. Juzga entre nosotros con justicia, imparcialmente, e indícanos el buen camino»”.[9]
El temor del Profeta David (a.s.) de la entrada inesperada de los ángeles fue también como el temor que sintieron Abraham y Lot, por ver escenas del mundo oculto especiales de los Profetas, y los mismos ángeles los calmaban con la anunciación inmediata de ellos. En realidad ellos mismos eran portadores de una noticia tranquilizante.
Temor del Profeta Jacob (a.s.):
“قالَ إِنِّی لَیَحْزُنُنی أَنْ تَذْهَبُوا بِهِ وَ أَخافُ أَنْ یَأْکُلَهُ الذِّئْبُ وَ أَنْتُمْ عَنْهُ غافِلُونَ”
“Dijo: «Me preocupa que os lo llevéis y temo que se lo coma el lobo en un descuido vuestro»”.[10]
En esta aleya el temor por la muerte del hijo no es por debilidad de la persona, sino por el amor que sentía hacia él, al igual que los demás temores similares de los Profetas que se derivaban también de la inclinación y amor hacia los pueblos que trataban de guiar.
Tristeza
La tristeza al igual que el temor tiene dos perspectivas, positiva y negativa. La tristeza positiva como tristeza por la otra Vida, tristeza por el alejamiento de Dios y de sus santos, al igual que el gran Profeta (s.a.w.) dijo:
"یَا أَبَا ذَرٍّ مَا عُبِدَ اللَّهُ عَزَّ وَ جَلَّ عَلَى مِثْلِ طُولِ الْحُزْنِ".
“¡Oh, Abû Dhar! Dios no ha sido adorado con algo como una larga tristeza y congoja”.[11]
Pero la tristeza negativa tal y como la tristeza por haber perdido la riqueza y otros; al igual que el Imâm ‘Alî (a.s.) dijo:
"الرَّغْبَةُ بِالْآخِرَةِ عِنْدَ اللَّهِ تُورِثُ الرَّوْحَ وَ الرَّاحَةَ وَ الرَّغْبَةُ فِی الدُّنْیَا تُورِثُ الْهَمَّ وَ الْحُزْن".
“El deseo hacia la otra Vida ante Dios provoca bienestar y tranquilidad, y el deseo hacia el mundo provoca tristeza y congoja”.[12]
Para concluir es necesario explicar esta cuestión que: los Profetas Divinos ocupaban diversos grados, puesto que la fe de todos ellos así como su virtud no fue en una misma medida, por lo cual la tranquilidad, la calma, el sosiego, la seguridad en el corazón y la certeza en todos ellos no fueron en un mismo grado. Por otra parte los Profetas antes y después de su Profecía tampoco se encontraban en un mismo nivel y antes de ser nombrados Profetas temían a algunas cosas que después de su nombramiento llegaron a obtener la tranquilidad y certeza de éstas y dejaron de temer. Pero el punto importante es que estos temores no los obligaron a salir de la inmunidad y Dios a ningún profeta le reprochó por el temor que sintió, sino que sólo ordenó el dejar de temer en algunos casos, y ellos obedecieron, que respecto a la forma de estos temores se han dado también las explicaciones necesarias.
La siguiente cuestión es que el temor es parte de la naturaleza primaria del ser humano y es necesaria para proteger la sobrevivencia de la esencia humana, y fuera de Dios Perfecto no puede haber nadie que no tema, puesto que mientras exista uno más poderoso y grande existirá también el temor hacia él, y mientras exista la posibilidad de la destrucción, de la inexistencia y del defecto existirá también el temor.