Desde el punto de vista del Sagrado Corán el ser humano es una criatura que por una parte posee “naturaleza innata Divina” y por otra “naturaleza material”. La naturaleza innata lo invita hacia el conocimiento elevado, lo espiritual y las bondades; mientras que la naturaleza material hacia la bajeza terrenal, las pasiones y las malicias. La vida del ser humano es una escena de lucha constante entre su naturaleza material y su naturaleza innata. Si la naturaleza del ser humano triunfa sobre su naturaleza innata y él sigue el sendero de la naturaleza, desde la perspectiva del Sagrado Corán, éste es un humano desviado. Y si su naturaleza innata triunfa y su naturaleza se coloca en el sendero de su naturaleza innata, en este caso este hombre es un ser humano que fue colocado en el sendero de la guía y camina en el sendero de la verdad. El ser humano desde el enfoque del Sagrado Corán y la tradición es una creación que cuando llega a este mundo carece de conocimiento y conciencia, pero posee naturaleza innata Divina, y al mismo tiempo en su naturaleza existe atracción hacia lo material. Cuando entra en la escena del mundo en realidad, por una parte, inicia el conocimiento y la conciencia y, por otra, toma una dirección hacia la naturaleza o hacia la naturaleza innata. Desde este punto de vista el Sagrado Corán ve al ser humano, y detrás de esas apariencias (cuerpos) disímiles que poseen los humanos observa un interior (alma) único.
La antropología islámica es una imagen que el Islam presenta del ser humano. Dos puntos de vista pueden ser discutidos respecto a la realidad del hombre. Uno el que la esencia de los seres humanos es un asunto único y las diferencias culturales, sociales, económicas y políticas existentes entre ellos están relacionadas con los sucesos y los accidentes. Ante este punto de vista existe la teoría de que la esencia del ser humano durante las épocas o entre las diversas tribus y naciones es diferente una de las otras.
La primera teoría la han aceptado todas las escuelas religiosas, las sectas gnósticas, las ramas de la ciencia y la mayoría de las escuelas filosóficas, a pesar de que en la explicación de esta realidad única atravesaron diversos caminos y manifestaron diferentes opiniones.
La segunda teoría la eligió un grupo de las escuelas filosóficas contemporáneas. Ellos alegaron que la realidad del ser humano es una identidad cultural, y supusieron que las diferencias en las culturas provocaron las diferencias en la esencia en los seres humanos. Otros también diseñando términos como el de “hombre tradicional” y “hombre moderno” consideraron que la realidad del ser humano cambió como consecuencia de lo ocurrido en los días del renacimiento, la reformación religiosa y la ilustración, y que el hombre tradicional se convirtió en el hombre moderno.
Pero en realidad aquello que cambió después de las transformaciones culturales, fue la forma de relación y la apariencia de la vida de los seres humanos, mientras que lo principal de esta realidad y la esencia de esta identidad han quedado intactas. Desde la perspectiva del Islam ya sea cada uno de los seres humanos en una época o ya sea seres diversos en las diferentes épocas con todas las diferencias que tienen los unos con los otros desde el punto de vista de cultura, conocimiento, hábitos y costumbres, tienen una forma de participación y unión de identidad. La identidad única humana es un asunto en el que tanto el Sagrado Corán testifica como su visión filosófica lo exige, y las ciencias experimentales tienen también esta visión ante las ciencias naturales y las ciencias humanas.
Desde el punto de vista del Sagrado Corán el ser humano es una criatura que por una parte posee “naturaleza innata Divina” y por otra “naturaleza material”. La naturaleza innata lo invita hacia el conocimiento elevado, lo espiritual y las bondades; mientras que la naturaleza material hacia la bajeza terrenal, las pasiones y las malicias. La vida del ser humano es una escena de lucha constante entre su naturaleza material y su naturaleza innata. Si la naturaleza del ser humano triunfa sobre su naturaleza innata y él sigue el sendero de la naturaleza, desde la perspectiva del Sagrado Corán, éste es un humano desviado. Y si su naturaleza innata triunfa y su naturaleza se coloca en el sendero de su naturaleza innata, en este caso este hombre es un ser humano que fue colocado en el sendero de la guía y camina en el sendero de la verdad.
En el Sagrado Corán se mencionan asuntos bajo el nombre de asuntos comunes entre los seres humanos, en ocasiones, en el rango de dignidad y, en otras, en el rango de vileza. Claro está ninguno de éstos significa que los seres humanos en efecto poseen todas estas dignidades o vilezas. Sino que la intención es que en los seres humanos existe tanto el campo para las dignidades como para las vilezas. En un lugar dice:
{ فِطْرَتَ اللَّهِ الَّتِی فَطَرَ النَّاسَ عَلَیْها }
«…con la naturaleza innata con la que Dios ha creado a los seres humanos».[1]
En otra parte expresa :
{ إِنَّ الإِْنْسانَ خُلِقَ هَلُوعاً }
« En verdad, el ser humano ha sido creado ávido (e impaciente)»[2]
En una parte habla de la dignidad del ser humano y en de su vileza. En una parte menciona la naturaleza innata del ser humano y en otra habla de su impaciencia, debilidad y avidez. Ninguno de estos dos dichos es testigo de que cuando los seres humanos vienen al mundo en efecto poseen dignidades o vilezas. Dios, Eminente y Bendecido, respecto al ser humano dice:
{ وَ اللَّهُ أَخْرَجَکُمْ مِنْ بُطُونِ أُمَّهاتِکُمْ لا تَعْلَمُونَ شَیْئاً }
«Y Dios os ha hecho salir del interior de vuestras madres sin tener conocimiento de nada»[3].
En las narraciones también dice que los hijos de Adán (a.s.) nacen con naturaleza innata y las naturalezas innatas, son naturalezas puras.[4] Por lo tanto el ser humano desde el enfoque del Sagrado Corán y la tradición es una creación que cuando llega a este mundo carece de conocimiento y conciencia, pero posee naturaleza innata Divina, y al mismo tiempo en su naturaleza existe atracción hacia lo material. Cuando entra en la escena del mundo en realidad, por una parte, inicia el conocimiento y la conciencia y, por otra, toma una dirección hacia la naturaleza o hacia la naturaleza innata. Desde este punto de vista el Sagrado Corán ve al ser humano, y detrás de esas apariencias (cuerpos) disímiles que poseen los humanos observa un interior (alma) único. Desde la visión filosófica el asunto también es similar. Las escuelas filosóficas, ya sea en la Grecia Antigua o en el Islam o en el occidente contemporáneo, siempre tuvieron la misma visión respecto al ser humano y presentaron una imagen general bajo el nombre de identidad común de los seres humanos. Es posible que esa imagen sea optimista, tal y como la imagen que el Islam presentó, donde consideró pura a la naturaleza innata de los serse humanos; y es posible que sea una imagen pesimista, tal y como la imagen que los cristianos durante la historia presentaron de los seres humanos a quienes los expusieron como seres impuros y pecadores, y a su naturaleza la consideraron una naturaleza desagradable e impura Aunque las imágenes que presentaron del ser humano en las ideologías religiosas y las escuelas filosóficas tienen diferencias entre sí, pero todas éstas sostienen una misma opinión que es la aceptación de una identidad única para el ser humano a pesar de todas sus diferencias.
Fuentes para mayor estudio:
1. Mahdî Hâdavî Tehrânî, Wilâîat va Dîyânat, Instituto de Cultura Janeîe Jirad, Qom, segunda edición, 2001.
2. Mahdî Hadavî Tehrânî, Bawarhâ wa Porsesh.ha, Instituto de Cultura Janeîe Jirad, Qom, primera edición, 1999.