El asunto de la contradicción de la ciencia y la religión es un asunto introducido y añadido que pertenece a la religión cristiana. Pero para resolver esta duda en la luminosa religión islámica deberán ser tomados algunos puntos en consideración:
1. Deberá ponerse atención en lo que se deduce de los textos religiosos en los asuntos restringidos y particularizados (que son las razones semejantes a lo estipulado para las razones absolutas o particulares para las razones comunes), para que un asunto en forma general no lo atribuyamos a la religión, y después se evidencie que su conocimiento se contradice con su generalidad, sino que deberá tenerse cuidado con el uso de las aleyas y de las narraciones, y ser investigadas.
2. El intelecto en el Islam es la prueba de Dios y si un conocimiento o una teoría en forma demostrable y definitiva llega a comprobarse será aceptada por la religión y considerada parte de los restringidos y de los particularizados de lo principal de las aleyas y narraciones.
3. En los asuntos contradictorios no deberán mezclarse las causas espirituales (mencionadas en los textos religiosos para algunos fenómenos) con las causas materiales.
4. En el encuentro con los descubrimientos científicos y con las teorías deberá hacerse una diferencia entre las teorías y las hipótesis, e incluso entre las teorías que aún no se han comprobado en todas las hipótesis con las teorías que en todas la hipótesis se han comprobado, y presentado en forma de ley. Puesto que las teorías que se encuentran constantemente en cambio no pueden tener contradicción con los asuntos religiosos que son fijos y estables. Entonces al encontrarse con los resultados científicos deberá ponerse cuidado y no suponer los asuntos que no son definitivos ni demostrables, y los asuntos no definitivos y no demostrables suponerlos como demostrables y definitivos.Después de la edad media, con la aparición de las nuevas ciencias y el encuentro de éstas con las imágenes que la iglesia –en forma general– y la Biblia –en una interpretación de la iglesia– presentaban de los significados científicos, surgió el asunto de la contradicción de la ciencia y la religión, y como consecuencia del avance de las nuevas ciencias y su florecimiento, la luz de la religión cristiana comenzó a extinguirse.[1] Un grupo para resolver esta contradicción dijo: “El lenguaje de la religión es un lenguaje separado del campo del intelecto y de la argumentación, y algo más allá. Personas tales como Gregor sostienen que todo lo que se descubra y entienda a través del pensamiento y de la inteligencia del ser humano se encuentra fuera del campo de la fe”.[2]
El asunto de la contradicción entre la ciencia y la religión que en un principio correspondió a la religión cristiana y la opinión especial de ellos respecto a la religión[3], fueron introducidos en el campo de los conocimientos islámicos por medio de un grupo sin considerar las capacidades especiales de estos en las creencias islámicas.
Para responder a la pregunta de la contradicción entre la ciencia y la religión inicialmente habrá que tener un debate en dos campos, primero un debate respecto a las explicaciones religiosas, y segundo un debate acerca a los descubrimientos científicos:
A) Con relación a las explicaciones religiosas.
Es necesario mencionar unos puntos en el asunto de la contradicción entre la ciencia y la religión en el ámbito de las explicaciones religiosas:
1. Cuando se recurre a las fuentes religiosas (Libro y tradición) deberá ponerse atención en las particularizaciones y restricciones de un mandato, en tal forma que en el primer encuentro con este mandato claro sin examinar sus particularidades y restricciones no dé un dictamen de su generalidad o de su absolutismo.
Para evidenciar el asunto mencionamos un ejemplo de los textos religiosos. En el Generoso Corán la miel fue mencionada como curativa para los hombres[4], ahora si alguien deduce de estas palabras de Dios que la miel cura cualquier enfermedad, y por otra parte si la ciencia comprueba que la miel es nociva para tal enfermedad, al fin se toma una colusión así que el descubrimiento científico se contradice con los textos religiosos. Mientras que la honorable aleya no dice que la miel cura cualquier enfermedad.
Fajr Râzî a continuación de esta misma aleya mencionando esta misma dificultad, dijo: “Dios no dice que la miel es cura para toda la gente y para cualquier enfermedad y en cualquier estado que se encuentre, sino que en general es curativa”.[5]
En una explicación técnica y lógica una proposición ambigua se encuentra en el dictamen de una proposición particular.
Este punto habrá que considerarlo al encontrarnos con las alocuciones y explicaciones que hallamos en nuestras fuentes religiosas y no considerar su generalidad o su absolutismo sin antes poner atención en ello.
2. Contrario a las teorías de algunos occidentales, el Islam tiene un elevado rango y valor para el intelecto y para los argumentos intelectuales, en tal forma que considera al intelecto como el profeta interno, y a la adoración de un inteligente la considera más superior y con más virtudes que a la de los demás.[6]
Por ello al igual que las pruebas textuales religiosas aceptan la particularización y restricción a través de las demás pruebas textuales, posiblemente, estas pruebas –tal y como fue mencionado en los principios de la Jurisprudencia– a través de particularidades de lo principal (pruebas intelectuales y científicas definitivas) también se particularizan y restringen. Por ejemplo en algunas de las narraciones suponiendo la aceptación de su sanad (documento fiable que las respalda) dice que la enfermedad no se contagia de una persona a otra.[7] Pero la ciencia comprobó que en algunas de las enfermedades existe el contagio, en un caso así no existe ninguna contradicción, sino que estas razones definitivas científicas que son el resultado del pensamiento, la reflexión y los experimentos del ser humano actúan como una particularidad de lo principal. Es decir decimos que el propósito de la narración no incluía a todas las enfermedades, sino que se refería a las enfermedades en las cuales no existe el contagio.
Es necesario considerar que en casos como estos se ven contradicciones entre el intelecto y lo transmitido, no entre el intelecto y la religión, puesto que las enseñanzas religiosas se obtienen tanto de las transmisiones como del intelecto.
3. En ocasiones algunas de las narraciones no explican la causa material de una reacción sino que mencionan la causa espiritual de ella, que si se equivoca con la causa material provoca ilusión contradictoria entre la ciencia y la religión. Las causas espirituales se encuentran a la par de las causas materiales, bajo este significado que cuando las causas espirituales de un fenómeno surgen a continuación de esto el campo del surgimiento de las causas materiales de éste se preparan, y surge este fenómeno.
Por ejemplo en las narraciones existe que los terremotos ocurren como consecuencia de los pecados de la gente. Por otra parte la ciencia comprobó que los terremotos ocurren como consecuencia de una serie de actos y reacciones naturales y graduales, o repentinos en la tierra. Aquí no debe crearse una ilusión contradictoria y preguntarse ¿por fin el terremoto ocurre por los pecados de la gente, o no tiene ninguna relación con ello y sólo ocurre por los actos y reacciones dentro de la tierra?
Puesto que la explicación religiosa es la explicación de la causa espiritual de este fenómeno que el factor espiritual del terremoto son los pecados de la gente y esto no se contradice con que en el mundo material cuando quiere ocurrir un fenómeno así deberán ocurrir actos y reacciones. Entonces entre las causas materiales y las causas espirituales de los fenómenos habrá que poner diferencia.
B) Respecto a los descubrimientos científicos.
En el asunto de la contradicción de la ciencia y la religión respecto a los descubrimientos científicos es necesario también mencionar algunos puntos:
1. En el encuentro con asuntos científicos deberá ponerse una diferencia entre las teorías y las hipótesis que aún no han sido comprobadas con las leyes definitivas de la ciencia. Una hipótesis e inclusive una teoría científica hasta que no llegue a su finalidad completo y no sea presentada como una ley no podrá crear contradicción con las fuentes y los textos religiosos. Puesto que todavía se encuentra en un rango de hipótesis y teoría, y puede ser que en el futuro se compruebe lo contrario; o se encuentra en un grado de teoría que aun no ha sido comprobada su veracidad en todos los asuntos y en todas las personas que se encuentran en las alocuciones y explicaciones religiosas, y por lo tanto en base a esto en estas dos formas no existe ninguna contradicción con las alocuciones definitivas de la shariah o ley religiosa. En efecto si un día se comprueba la veracidad de esta hipótesis y se contradice con las enseñanzas, de las enseñanzas de la religión, deberá buscarse la forma de terminar con esta contradicción.
2. Otro punto en el que deberá ponerse atención respecto a la ciencia es que en la filosofía de la ciencia algunos sostienen que las opiniones científicas no son reflejo ni muestra de las realidades externas, sino que se encuentran firmes en las creaciones mentales de los seres humanos que por razones beneficiosas fueron aceptadas en el análisis y la explicación de los sucesos del mundo. Por ejemplo la teoría de la perfección de Darwin no habla respecto a que en realidad el ser humano desciende del mono, sino que sólo dice si supusiésemos algo así se resolverán algunos asuntos desconocidos por nosotros respecto a la vida del ser humano. Esta teoría que es común en la filosofía de la ciencia contemporánea es llamada “hipótesis declarativa”.[8] En base a esto algunos pretenden que no existe contradicción entre la ciencia y la religión, puesto que lo que dice la religión es realidad pero lo que dice la ciencia es sólo una fantasía desconocida para beneficiarse con el acto.
3. Otro grupo dijo: La función de la ciencia es completamente diferente a la función de la religión, y la contradicción entre dos cosas surge en caso de que las dos hablen de un mismo asunto, y se den mandatos diferentes respecto a estas dos, mientras que algo así no existe respecto a la ciencia y la religión.
Ian Barbour acerca de esto escribió:
“Respecto a la ciencia, los analistas por lo general a la ciencia la consideran como un “medio”, es decir a las teorías las consideran más “útiles” que “reales”, y a la obligación fundamental del lenguaje científico la consideran una previsión y algo controlado. Pero respecto al lenguaje de la religión por lo general lo consideran una “recomendación y aceptación de una forma de vida”, “demostración de obedecimiento hacia una serie de fundamentos morales” y otros”. [9]
A pesar de los puntos positivos que existen en esta perspectiva, la dificultad básica de ésta es pasar por alto parte del lenguaje de la religión que explica las verdades naturales. En cualquier Libro Sagrado –por ejemplo en el Sagrado Corán– se habló respecto al viento, a la lluvia y demás sucesos naturales y no puede negarse. No podemos para evitar las contradicciones que pretenden, pasar por alto algunas palabras religiosas que se encuentren en los textos sagrados, y enfatizar en otras funciones del lenguaje de la religión. Es verdad que la religión vino para mostrar “obediencia hacia Dios”, o para recomendar y aceptar una vida especial, pero esta misma religión habló también respecto al sabio, y en ocasiones muestra así que estas palabras se encuentran en contradicción con los resultados científicos. Entonces habrá que pensar en una solución.[10]
El punto que deberá considerarse al final es que el Generoso Corán, el Libro Celestial del Islam, no sólo no se contradice con las ciencias experimentales sino que contiene un gran milagro científico. Es decir indica asuntos y puntos de las ciencias experimentales que hoy día la ciencia pudo alcanzar después de transcurridos siglos. Como ejemplo en la aleya 125 de la honorable Sura Al-An‘ām [6][11], en donde haciendo una relación dice, el pecho de los perdidos se oprime y estrecha (es decir respiran con dificultad) dice que ellos se asemejan a alguien que se encuentra ascendiendo a las capas de la atmósfera y como consecuencia de esta ascensión se ven afectados por no poder respirar y por una gran opresión en el pecho. Y esto es mientras que las opiniones de los sabios experimentales del pasado hasta hace algunos siglos atrás era que el aire no tiene peso ni presión; hasta que en el año 1643 d.C. Torricelli inventó el barómetro para medir la presión atmosférica, y a través de este instrumento fue percibida la presión del aire. Entonces hoy día después de siglos transcurridos al percatarse del fenómeno de la presión atmosférica sobre la Tierra y su proporción con el grado de la presión sanguínea desde dentro del cuerpo que provoca el equilibrio interno y externo se evidencia la forma de comparación en la aleya. [12]
Considerando los amplios cambios en las ciencias experimentales y los otros puntos mencionados se evidenció que en las órdenes, las enseñanzas y las explicaciones crediticias y definitivas de la luminosa religión del Islam no existe ninguna contradicción ni incompatibilidad con las ciencias definitivas y argumentativas. Y las ciencias argumentativas en el ámbito de las ciencias experimentales son la prueba de Dios Sublime y no se contradicen con las palabras transmitidas por parte de Dios que nos hizo llegar a través del Generoso Corán o a través de las narraciones de los Inmaculados Imâmes (a.s.).[13]
Para más información recurrir a los siguientes Índices:
1. Comparación entre la ciencia y la religión, preg. 8394(8401).
2. El Islam y la racionalidad, preg.987.
[1]– Hâdavî Tehrânî Mahdî, Mabânî Kalâmîe Iytihâd, p.313.
[2]– Ídem, p.315.
[3]– Ídem.
[4]– An-Naĥl 16:69. "شفاء للناس"– “una cura para la gente”.
[5]– Exegesis Kabîr, a continuación de la aleya en cuestión; Safînat Al-Bihâr, t.3, p.483.
[6]– Safînat Al-Bihâr, t.3, p.541.
[7]– Gafârî ‘Alî Akbar, Taljîs Miqîâs Al-Hidâîîah, p.48.
[8]– Ÿawâdî Muhsin y Amînî ‘Alî Ridâ, Los conocimientos Islámicos, t.2, p.40.
[9]– Ian Barbour, El conocimiento y la religión, pp.153-155, según lo registrado en: Los conocimientos Islámicos, t.2, p.43.
[10]– Ÿawâdî Muhsin y Amînî ‘Alî Ridâ, Los conocimientos Islámicos, t.2, p.43.
[11]– “Dios ensancha el pecho de aquel a quien Él quiere guiar para que acepte el Islam, pero hace que el pecho de quien Él quiere extraviar se oprima y estreche como si ascendiera al cielo. Así es como Dios debilita a quienes no creen”.
[12]– Ma’rifat Muhammad Hâdî, Las Ciencias Coránicas, p.425.
[13]– Extraído del debate La ciencia y la religión, del Maestro Ÿawâdî Ämulî (Dios lo proteja) en 2005 en una cátedra de exegesis.