1. En el momento de la muerte se corta la relación entre el alma y el cuerpo, y del Generoso Corán se deduce que Dios Sublime guarda el alma de los muertos en un mundo especial. [1] Y no es así que el alma es dañada en caso de que el cadáver sea enterrado con retraso, o el que el alma se vuelva hedionda al igual que sucede con el cuerpo.

2. Claro está uno de los actos preferentes respecto al cadáver es que sea amortajado y enterrado lo más pronto posible, tal y como fue mencionado directamente en las narraciones.

El Mensajero de Dios (s.a.w.) dijo: “El respeto hacia el muerto es que sea preparado, llevado a la tumba y enterrado lo más pronto posible”. [2]

Y también este mismo honorable dijo: “No vaya a ser que alguno de vosotros tenga un muerto que se haya ido del mundo por la noche, y espere que amanezca para prepararlo y entierrarlo. O alguien que su muerto haya abandonado el mundo durante el día y espere la noche, y no hagan nada por él. Para sus muertos no esperen a que amanezca o anochezca, sino que apresúrense y háganlos llegar a su tumba lo más pronto posible para que Dios –Honorado y Glorificado– los incluya dentro de Su benevolencia”. La gente en respuesta a este honorable dijo: “¡Y que Dios también te incluya dentro de Su benevolencia (por enseñarnos el sendero de atraer la Benevolencia Divina)!” [3]