Please Wait
26210
Respecto a la cuestión de si Satanás era un ángel o un genio, existen varios puntos de vista.
El origen de estas diferencias parte de la historia de la creación de Adán, la paz sea con él, cuando, por orden de Dios, los ángeles se prosternaron ante Adán, pero Satanás desobedeció la orden divina y se negó a prosternarse ante él.
El grupo de quienes mantienen que Satanás (Iblis) era un ángel, argumentan de la siguiente manera:
Puesto que, en el versículo mencionado (Todos los ángeles se prosternaron excepto Iblís)[i] se presenta a Satanás como la excepción entre los ángeles, ha de ser del mismo género que ellos.
Respuesta: El hecho de que se presente el comportamiento de Satanás como la excepción entre los ángeles no prueba que sea de la misma especie que ellos. A lo que se refiere el versículo es a que Iblís, por el hecho de llevar adorando a Dios una gran cantidad de años, podía ocupar un lugar en la fila de los ángeles, pero que, tras ello, por causa de su arrogancia, su desobediencia y obstinación ante Dios Alabado, fue expulsado del Paraíso.
Para confirmar esta afirmación existen varias pruebas:
1. En la sura Al-Kahf (18:50) se dice: Y recuerda cuando dijimos a los ángeles «Prosternaos ante Adán» y todos se prosternaron excepto Iblís que era uno de los genios.
2. Dios no ha concedido a los ángeles el poder de pecar. Los ángeles son seres purificados y jamás pueden pecar o desobedecer las órdenes de su Señor. La obstinación, la arrogancia,… son actitudes imposibles de adoptar por los ángeles.
3. En algunos versículos del Sagrado Corán se habla de los padres y los abuelos de Satanás (Iblís) Eso nos permite llegar a la conclusión que entre los genios existe la reproducción y la descendencia, mientras que los ángeles son seres inmateriales y por tanto no sujetos a cuestiones tales como comer, beber o reproducirse.
4. En algunos versículos del Sagrado Corán, Dios nos dice que ha enviado a algunos ángeles como mensajeros (rusul). Rasúl significa mensajero de Dios y, quien ostente este elevado honor no puede tener la posibilidad de cometer pecado alguno, impiedad o fallo. ¿Cómo es posible pues que Satanás, fuese uno de los ángeles y cometiese un acto de impiedad tan enorme como supone el desobedecer una orden divina?
Por otra parte, el conjunto de los Doctores de la Ley y los hadices mutawater[ii] procedentes de los Imames Purificados de Ahl ul-Bayt, la paz sea con ellos, nos aportan informaciones valiosas al respecto, cuando dicen: Satanás no era uno de los ángeles.
Y, como ya sabemos, tawatur es uno de los instrumentos más valiosos para la confirmación de la veracidad de los hadices.
El eje y la causa fundamental de esta cuestión es el relato de la creación de Adán, la paz sea con él. Cuando Dios manifestó su voluntad de crear al ser humano, los ángeles, con toda educación y respeto y con ánimo de comprender, preguntaron a Dios: ¿Acaso nosotros no somos suficientes para adorarte y santificarte? ¿Cuál es el motivo fundamental para que crees al ser humano?
Cuando Dios les explicó el secreto de la creación del ser humano y les dio la buena nueva de que el ser humano sería el representante de Dios en la Tierra, los ángeles aceptaron humildemente la orden de Dios pidiéndoles que se prosternasen ante Adán, la paz sea con él, y con todo respeto y pureza, se prosternaron ante él.
Entre los ángeles, o mejor sería decir, entre las filas de los ángeles, se encontraba Iblís, que llevaba un largo tiempo dedicado a la adoración a Dios. Pero, en su interior, guardaba un secreto oculto que solamente Dios conocía. Ese secreto, que durante un tiempo mantuvo oculto, quedó al descubierto en el proceso de la creación de Adán, la paz sea con él y era la impiedad de Iblís.
El había mantenido su impiedad desde tiempo antes, pero cuando tuvo que prosternarse ante Adán y se negó, el velo de su secreto se descorrió y su impiedad quedó al descubierto.
Cuando Dios ordenó a todos los ángeles y a Iblís, que se encontraba entre ellos dedicado a la adoración divina: «¡Prosternaos ante Adán!» Todos los ángeles obedecieron menos Iblís, que desobedeció la orden y no se prosternó. Su argumento fue: Yo fui creado de fuego y él lo ha sido de barro. ¿Cómo podría un ser superior prosternarse ante uno inferior?
Se diría que Iblís ignoraba la realidad de Adán. Se diría que Iblís no veía que Dios había insuflado sobre él Su espíritu y que la condición humana de la persona y su valía es esa misma gema celestial que su Creador le ha otorgado.
Sí, según la creencia de Satanás, el fuego era más valioso que el barro. Pero se equivocaba al establecer esa analogía, pues él sólo contemplaba la dimensión material y corporal del ser humano e ignoraba la posición eminente que ocupa la condición humana, aunque ahora mismo no entraremos en ese debate.
De esa manera, Satanás, por sus dos reacciones ante dos hechos, fue expulsado del Paraíso y de la Corte Suprema del Creador Altísimo.
Su primera reacción fue su orgullo frente al acto de la creación del ser humano y su segunda reacción fue su arrogancia y desobediencia frente a Dios y frente a la orden divina.
Es el momento de abordar la cuestión de si Satanás (Iblís) era parte de los ángeles o no?
Antes de entrar en la respuesta es necesario detenerse a analizar de manera breve los términos de esta cuestión, de forma que, con la ayuda de Dios, la respuesta encuentre una mayor certeza y firmeza intelectual. Por ello, nos ocuparemos de analizar y explicar algunos términos: a) Satanás, b) Iblís, c) Ángel, d) Genio.
a) Satanás: El término «Satanás» proviene de la raíz shatana. Shátín indica un ser indigno, despreciable, amotinado, rebelde, endiosado y desobediente, entre los seres humanos, los genios o cualquier otro ser vivo. Por tanto, Satanás es un término general, un nombre común, que se otorga a cualquier ser negativo y desobediente, sea humano o no. En el Sagrado Corán y en la lengua de los Imames Purificados, la paz sea con ellos, el término Satanás tampoco se ha utilizado exclusivamente para un ser determinado, sino que se denomina Satanás a cualquier ser malvado o incluso a quien mantiene un comportamiento inmoral, por ejemplo, la envidia.[1]
b) Iblís: Es un nombre propio que sólo pertenece a un individuo. Es el primer ser que cometió un pecado en el reino de los seres contingentes y que manifestó su independencia respecto al Creador. Se lleno de orgullo y arrogancia. Se negó a obedecer la orden de su Señor y, por tanto, fue expulsado del Paraíso.
Otro nombre que Iblís recibe es el de Azázíl.[2] Iblís procede de la raíz Iblás y es, en realidad un apodo con el que se le denomina. Iblís significa desesperado, posiblemente debido a que Iblís desesperó de la misericordia divina.
c) Ángel: Es adecuado indicar algunos de los atributos propios de los ángeles para poder concluir que, puesto que ellos no tienen posibilidad de cometer pecados, no es posible que Satanás pertenezca a la especie angélica.[3]
Dios, en el Sagrado Corán, se ha referido a los ángeles en los términos más elogiosos cuando dice: No son sino siervos favorecidos. No se adelantan a Él al hablar y actúan conforme a Sus órdenes.[4]
En la naturaleza angélica no ha lugar para apartarse de la verdad y siempre y en cualquier circunstancia se encuentran ocupados en la adoración y la obediencia a su Señor. Son seres purificados. Nunca se contaminan, ni ellos ni sus actos, con el pecado, ya que tienen certeza de que sus dones proceden de Dios y si, por un instante, Él desease que ignorasen algo, aquello que conocen se transformaría también en ignorancia.
Así es. La mayor y más importante diferencia de los ángeles respecto a Satanás se manifiesta en la cuestión de la creación de Adán, la paz sea con él, y la prosternación ante él, ya que los ángeles comprendieron con toda su alma y todo su corazón que desconocían la ciencia de los nombres. Es decir, comprendieron que había cosas que ellos desconocían. Mientras que Satanás, lleno de obstinación y arrogancia, pensaba que lo sabía todo y no llegaba a entender que la prosternación ante Adán venía motivada por el conocimiento que Dios había otorgado en exclusiva a Adán, la paz sea con él, y que su mente obtusa no poseía camino alguno para alcanzar tal conocimiento.
Es decir, que su arrogancia y su orgullo suponían un obstáculo a su capacidad de comprensión y, finalmente, le impidieron prosternarse. Ya que su negativa a prosternarse venía motivada por su arrogancia, no porque no tuviese capacidad o fuerzas para prosternarse.
Con estas explicaciones queda aclarado que, puesto que los ángeles son seres totalmente purificados, no existe en ellos la posibilidad de pecar. Por ello, todo lo que hacen es obedecer a Dios totalmente. Cuando se está determinado para obedecer a un ser de manera necesaria y total, no caben frente a él incredulidad, ni arrogancia, ni pecado. Éste es el primer argumento lógico respecto a la diferencia entre Satanás y los ángeles y sobre la imposibilidad de que Satanás fuera un ángel.
Antes de entrar en explicar el resto de los argumentos lógicos y transmitidos es necesaria una pequeña explicación sobre los genios.
d) Genios: Básicamente los genios son seres que permanecen ocultos a la vista y el resto de los sentidos de los seres humanos. El Sagrado Corán confirma la existencia de tales seres, ha dado explicaciones sobre ellos y aclarado que su naturaleza es de fuego, de la misma manera en que el ser humano ha sido hecho de barro. Una de las diferencias con los seres humanos es que los genios fueron creados antes que ellos.[5]
Algunos sabios consideran que los genios son una especie de espíritus inteligentes que no poseen realidad material, aunque, desde luego, es evidente que no son totalmente inmateriales, puesto que algo hecho de fuego ha de ser material y poseer, al menos, una naturaleza medio material o, por decirlo de otra manera, ser un género formado de una materia sutil.[6]
De las aleyas coránicas se desprende que los genios, igual que el género humano, son seres que poseen voluntad e inteligencia y son capaces de realizar tareas complicadas. Entre ellos los hay creyentes y los hay no creyentes. Algunos son piadosos y otros corruptos. Igual que los seres humanos, están determinados por la vida, la muerte y el levantamiento del Juicio Final. Pueden ser del género masculino o femenino, se emparejan y poseen descendencia.
Respecto al debate fundamental sobre si Iblís forma parte de los ángeles o no, existen diferencias entre los sabios y la fuente de estas diferencias es posiblemente algunos versículos del Sagrado Corán.
Quienes dicen que Satanás (Iblís) es uno de los ángeles, se basan principalmente en le versículo que dice: Y recuerda cuando dijimos a los ángeles «Prosternaos ante Adán» y todos se prosternaron excepto Iblís.[7] ya que, en ese versículo, se hace de Iblís una excepción a la hora de prosternarse y aquellos entre los que es una excepción son los ángeles, por lo tanto Iblís sería uno de los ángeles.
Pero lo cierto es que Iblís no es parte de los ángeles. Los hadices mutawater procedentes de los Imames de la Guía, la paz sea con ellos, y que todos los shiítas aceptan, confirman que Iblís era uno de los genios, no de los ángeles. Y para demostrar esta cuestión aportaremos algunas de las pruebas más determinantes.
1. Dios Altísimo ha dicho: Iblís kana min al yins.[8]
2. Dios Altísimo ha dicho: Ángeles severos y poderosos que no desobedecen lo que Dios les ha ordenado y hacen lo que les ha sido ordenado.[9] Es decir, que los ángeles no tienen capacidad alguna de pecar. Eso supone, primero: ninguno de los ángeles y, segundo: ningún tipo de pecado.
3. Dios Altísimo ha dicho: ¿Vais a tomarle a él y a su descendencia, que son vuestros enemigos, como protectores, en lugar de tomarme a Mi?[10]
Este versículo nos permite entender que entre los genios existe descendencia. Dicho de otra manera, que nacen y se reproducen, mientras que la naturaleza de los ángeles es inmaterial y, por tanto, este tipo de contingencias no se da entre ellos.
4. Dios Altísimo ha dicho: Ha puesto a los ángeles como mensajeros.[11]
Y sabemos que la incredulidad y el pecado no son permisibles para los mensajeros de Dios.
En respuesta a las pruebas que aportan quienes consideran que Iblís fue una excepción entre los ángeles, se debe decir que: Esa condición de excepción de Iblís entre los ángeles no implica de ninguna manera que Iblís fuese del mismo género que los ángeles. Lo que en definitiva se entiende de este versículo es que Iblís estaba en las filas de los ángeles y entre ellos y que, al igual que a los ángeles, a él también le fue ordenado que se prosternase ante Adán.
Algunos han llegado a decir: La excepción en este versículo es de tipo terminante, es decir: aquellos entre quienes era una excepción no han sido mencionados en ella.[12]
Respecto a los atributos de Iblís, se ha mencionado que estuvo adorando a Dios durante seis mil años, por tanto, su presencia entre los ángeles no es algo muy extraño.
Se transmitió que fue preguntado el Imam As-Sádeq, la paz sea con él, si Iblís era uno de los ángeles o formaba parte de otro tipo de criaturas celestiales y él respondió: «No es de los ángeles ni tampoco de ninguna otra clase de criaturas celestiales, sino un genio, pero estaba junto a los ángeles. También los ángeles pensaban que era uno de ellos, pero Dios Altísimo sabía que no era así. Esa situación continuó así hasta que tuvo lugar el acontecimiento de la prosternación ante Adán y el secreto oculto de Iblís quedó al descubierto.»[13]
Fuentes para mayor información:
1. Marhum Tabarsí, Mayma Al-Bayán, v. I, p. 163, comentario al versículo 34 de la sura al-baqara.
2. Al.lamah Tabatabaí, Muhammad Huseyn, Tafsir Al-Mizán, v. I, p. 122 en adelante y t. VIII, p. 20 en adelante.
3. Yawadí Amulí, Abdel lah, Tafsir Mauduí Quran Karím, t. VI, Exposición sobre la creación de Adán, la paz sea con él.
4. Misbah Yazdí, Muhammad Taqí, Maarefe Quran, 1-3, p. 297 en adelante.
5. Tafsir Nemuné, t. I, comentario al versículo 34 de la sura al-baqara: t. XI, p. 8 en adelante.
[1] Rágeb Isfahaní, Mufradát, asunto: shatana
[2] Tabarsí, Mayma ul-Bayán, t. I, p. 165, Edición de Beirut.
[3] En el versículo mencionado (2:34) el término «ángeles» viene en plural y con artículo determinativo (los ángeles). Es decir, todos los ángeles recibieron la orden de prosternarse ante Adán, la paz sea con él.
[4] Sagrado Corán, sura Al-Anbiá, 21:26 y 27.
[5] Sagrado Corán, sura Al-Hiyr, 15:27: Y creamos a los genios, anteriormente, de fuego ardiente.
[6] Cfr. Tafsir Nemuné, t. XI, p. 79-80.
[7] Sagrado Corán, 2:34.
[8] Sagrado Corán, 18:50: Iblís era uno de los genios.
[9] Sagrado Corán, 66:6
[10] Sagrado Corán, 18:50.
[11] Sagrado Corán, 35:1; 22:75.
[12] Desde luego, se han dado otros argumentos, que no mencionaremos por razones de brevedad. En caso de desear mayor información sobre el tema se puede consulta el tafsir Mayma al-Bayán, bajo el versículo 34 de la sura al-Baqara.
[13] Cfr. Tabarsí, Mayma al-Bayán, t. I, p. 163, Edición de Beirut.