Es prohibido comer langostas[1], ostras y pulpos. Según las bases de las fuentes religiosas, respecto a los animales de carne permitida (halal) así como a los de carne prohibida, existen leyes generales y numerosos criterios. Por ejemplo para los animales que viven sobre la tierra fueron mencionados una serie de leyes, para los animales del mar otras, y para las aves….

Los criterios mencionados para la permisión de los animales marinos y mariscos es que deben tener escamas.

En una narración Muhammad Ibn Muslim preguntó al Imam Bâqir (a.s.): “Traen para nosotros pescados que no tienen escamas”. El Imam (a.s.) dijo: “Come cualquier pescado que tenga escamas y evita comer aquellos que no las tienen”.[2]

Los sabios a imitar también utilizando estas narraciones dieron sus dictámenes sobre los animales marinos y los mariscos.

Ellos dijeron: Aquello que se deduce de las narraciones es que la carne de los animales marinos no es comestible, es decir comerla es prohibido, a menos ese tipo de peces que tengan escamas.

Claro está el camarón está exceptuado de este dictamen general. Respecto a la permisión del camarón existe una narración especial que no tiene inconveniente comerlo, y es considerado una especie de pez.[3]

El camarón desde su forma y textura aunque no tiene escamas pero desde el dictamen es considerado dentro del grupo de los peces con escamas, y comerlo no tiene inconveniente. Explicado de otra manera, este tipo de animal marino aunque, por lo pronto para nosotros no es evidente, no tenga escamas se ha exceptuado y en las narraciones se dictaminó su permisión.[4]

Así también respecto a la prohibición de la langosta existe una narración especial que:

“Comer yarrai (un tipo de pez), tortuga y langosta es prohibido”.[5]

Por lo tanto la langosta, el pulpo y otros, quedan bajo la regla general de prohibición.

Es necesario mencionar que sólo por ser algo prohibido no puede ser un obstáculo para su compra y venta, ni para su pesca. Puesto que la prohibición de comer algo es un asunto y su comercio es otro. Muchas veces sucede que comer o beber algo es prohibido pero su compra y venta no tiene inconveniente tal y como la sangre que ingerirla es prohibido pero por otras conveniencias puede ser vendida y comprada. Por lo tanto la compra y venta de langosta, de ostras marinas y otros, si son vendidos para utilizarlos en otros asuntos y no para su consumo, es permitido. Y la langosta, las ostras y otras, muchas veces pueden tener otros beneficios racionales.

Para más información recurrir a la pregunta 744.