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Los shi’ítas y sunitas tienen gran afinidad en las creencias y en las ramas de la religión, pero en otros casos difieren. La diferencia principal entre los shi’ítas y sunitas es en la forma de ver y creer en los asuntos del imamato y de la tutoría (wilâyat) del gran Profeta (s.a.w.). Los sunitas para volverse shi’ítas deberán cambiar de opinión y convertir su forma de pensar en como los shi’ítas piensan y juzgan respecto a los asuntos del imamato y de la tutoría del Ahl-Bayt del gran Profeta (s.a.w.). Los shi’ítas consideran para los Inmaculados Imames todos los rangos del Profeta (s.a.w.) a excepción del asunto de la revelación, y los Inmaculados Imames los considera designados por parte de Dios, por el sabio religiosos a imitar (clarificador y protector de la religión, así como interpretador de las aleyas del Corán), poseedor de la tutoría existencial y del poder de intervención en los fenómenos del mundo, el más sabio y más supremo a imitar en la política y el mejor líder en los asuntos sociales que posee el rango del arbitraje, el más sabio entre la gente, considerando obligatorio que debe obedecérsele en forma completa. Pero por desgracia las demás Escuelas Islámicas no opinan así, y se limitaron sólo a sentir amabilidad hacia Ahl-Bayt y hacia nuestros Inmaculados Imames (a.s.) y sostienen que son de confianza.
Además de mostrar amabilidad hacia ellos, la necesidad del obedecimiento total hacia “los Imames y Ahl-Bayt (a.s.)” son de las enseñanzas que también fueron aceptadas a través de las narraciones existentes por medio de los hermanos sunitas.
El único y más fundamental asunto que provocó la separación de los shi’ítas y los sunitas, es este mismo punto, y el alejamiento
La diferencia principal entre los shi’ítas y demás Escuelas Islámicas es en la forma de ver y de creer de los shi’ítas respecto a los asuntos del imamato y de la tutoría (wilâyat) del gran Profeta (s.a.w.). Aquí indicamos algunas creencias de los shi’ítas respecto a los asuntos del Imamato:
1. Los shi’ítas a los doce Inmaculados Imames (a.s.) que en las narraciones del gran Profeta (s.a.w.) fueron mencionados sus nombres directamente[1] son considerados inmaculados de cualquier equivocación, olvido y pecado.
2. Los shi’ítas consideran para los Inmaculados Imames (a.s.) todos los rangos que poseía el Profeta (s.a.w.) a excepción del asunto de la revelación.
3. Los shi’ítas consideran a los Inmaculados Imames (a.s.) como el sabio supremos religioso (clarificadores y protectores de la religión, así como interpretadores de las aleyas del Corán).
4. Los shi’ítas consideran a los Inmaculados Imames (a.s.) como poseedores de la tutoría existencial y el poder de intervención en los fenómenos del mundo.
5. Los shi’ítas consideran a los Inmaculados Imames (a.s.) como los sabios más supremos a imitar en la política y a los mejores líderes en los asuntos sociales que poseen el rango del arbitraje, mientras que considera obligatorio que debe obedecérseles en forma completa.
6. Los shi’ítas consideran a los Inmaculados Imames (a.s.) en los asuntos científicos como los más sabios.
Pero por desgracia las demás Escuelas Islámicas como por ejemplo los malikies o hanafíes no opinan así y se limitaron sólo a sentir amabilidad hacia Ahl-Bayt y hacia nuestros Inmaculados Imames (a.s.) y sostienen que son de confianza.
7. Se ha dicho que una de las especialidades de los shi’ítas es el obedecimiento y la imitación completa al Imam ‘Alî (a.s.) y a Ahl-Bayt (a.s.) asunto que desde el punto de vista del Islam tiene mucha importancia, y en numerosas narraciones que los sunitas también transmitieron acerca del criterio y la condición de Dios para la aceptación de los actos del hombre, se menciona la aceptación de la tutoría (wilâyat) del honorable Amir Al-Mu’minin, ‘Alî Ibn Abî Tâlib (a.s.).[2]
8. Los shi’ítas consideran al Imamato un asunto Divino y a todos los Inmaculados Imames (a.s.) como designados por parte de Dios Sublime.
El gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Ver el rostro de Amir Al-Mu’minin, ‘Alî Ibn Abî Tâlib es adoración, y recordarlo es adoración. La fe de nadie es aceptada a menos que sea a través de la amistad hacia él y la enemistad hacia sus enemigos”.[3]
Así también los sabios sunitas transmitieron que el gran Profeta (s.a.w.) dijo: “¡Oh, ‘Alî! Si alguien adorase a Dios en la medida en que vivió el Profeta Noé, y tenga oro en la medida de la Montaña de Uhud, y lo ofrezca en el sendero de Dios, y su vida sea tan larga que pueda ir a pie 1000 veces a la Peregrinación, luego en la Meca entre los montes de Safa y Marwa sea asesinado inocentemente, pero no acepte tu tutoría ¡oh, ‘Alî! Ni siquiera podrá llegar a oler el olor del Paraíso, y nunca entrará en ese”.[4] Aquello que se deduce de esta narración es que, por lo general la condición de la aceptación de la fe se basa en la aceptación de la tutoría y en sentir odio hacia los enemigos de ‘Alî (qué decir de los actos de adoración).
Pero acerca de que cuál es el propósito de la tutoría de ‘Alî (a.s.) deberá evidenciarse los asuntos de su uso en las aleyas del Generoso Corán que fueron descendidas con motivo de ‘Alî (a.s.). El Generoso Corán dice: “En verdad, vuestro protector y líder (walî) son solamente Dios y Su Mensajero y aquellos que tienen fe, que hacen la oración y dan limosna mientras están inclinados rezando”.[5]
No existe duda en que el vocablo “walî” en la aleya no es bajo el significado de amigo ni ayudante, puesto que “wilâyat” no significa amistad ni ayudar especialmente a algunos que realizan la oración y entregan el azaque en posición de inclinados, sino que es un dictamen general que incluye a todos los musulmanes. Todos los musulmanes deberán amarse y ayudarse mutuamente, incluso aquellos para quienes el pago del azaque no es obligatorio y básicamente no tienen nada por lo que deban pagar el azaque, qué decir de que quieran pagar un azaque en posición de inclinado, ellos deberán ser también amigos y ayudarse mutuamente.
De esto se evidencia que el propósito de “walî” en la aleya que estamos analizando es el wilâyat bajo el significado de tutoría y poder para intervenir así como liderar lo material e inmaterial. En especial que este wilâyat se encuentra al nivel del wilâyat del Profeta (s.a.w.) y del Wilâyat de Dios, y los tres se realizaron a través de una frase.
En numerosos libros islámicos y fuentes de la Escuela Sunita existen innumerables narraciones acerca de que ‘Alî (a.s.) fue el motivo del descenso de la aleya anterior, que en algunas de éstas se indica también el asunto de la entrega del anillo en posición de inclinado, y en otras no lo fue sino que sólo se limitaron a decir que ‘Alî (a.s.) fue el motivo del descenso de esta aleya.[6]
Si alguien desde el punto de vista de los shi’ítas observa el asunto del Imamato y el liderazgo, y su creencia respecto al Imamato y al liderazgo sea la creencia de los shi’ítas el sendero de su vida sufrirá un vuelco y no preguntará a cualquiera los asuntos, las preguntas ni los problemas religiosos que tenga, ni tampoco entregará a cualquiera las riendas de la autoridad de sí mismo en los asuntos políticos, mientras que siempre se mostrará obediente y seguidor de los Inmaculados Imames (a.s.).
Aunque los seguidores de todas las Escuela Islámica respecto al Imam ‘Alî (a.s.) y a sus descendientes (los Inmaculados Imames) sienten devoción, amor y amistad, pero wilâyat bajo el significado perfecto y exacto al que se refiere el Corán y el Profeta (s.a.w.) sólo existe en la Escuela Shi’íta Ÿa’farita duodecimana, y cada musulmán tiene la obligación de elegir a la escuela más cercana al Corán y a la tradición del Profeta (s.a.w.). Y si los sunitas también aceptan esta creencia, es decir tal y como el Corán y las tradiciones dijeron, wilâyat y autoridades religiosas multilaterales de todos los Inmaculados Imames, ya sea autoridad religiosa científica o autoridad religiosa y política, y otros, desaparecerá la única grieta profunda que surgió entre la comunidad islámica.
Por ello si en la historia leemos que un grupo de musulmanes se convirtió en “gadarì” y otro en “dafwidi[7] todo esto es como consecuencia de haberse alejado de los Inmaculados Imames (a.s.), de lo contrario no se hubiesen hecho comunes entre los musulmanes creencias anuladas como éstas, y los musulmanes no se hubiesen visto atrapados por la desunión ni por la desviación.
Por lo tanto si los hermanos sunitas aceptan las creencias y opiniones de los shi’ítas respecto al Imamato, lo creen y lo practican, ellos también serán shi’ítas. Es evidente que ellos deberán ver que órdenes dio Ahl-Bayt (a.s.) para la vida, y desde el aspecto legal que orden jurídica deberán considerarla como la base de sus actos.
Para mayor información recurra a los libros shi’ítas (Conversaciones y correspondencia entre el Profesor Henry Corbin con el gran sabio Sayyid Muhammad Husayn Tabâtabâî, y respuesta a la pregunta no.1000).
[1]– Bihâr Al-Anwâr, t.36, p.362.
[2]– Manâqib Jurazmî, pp.19 y 252.
[3]– Ídem, pp.19 y 212; Ganÿî Shâfi’î, Kifaîat Al-Tâlib, p.214.
«...النظر الی وجه امیرالمؤمنین علی بن ابیطالب عبادة و ذکره عبادة ولایقبل الله ایمان عبد الا بولایته والبرائة من اعدائه».
[4]– Manâqib Jatîb Jurazmî; Maqtal Al-Husayn (a.s.) Jurazmî, t.1, p.37.
"…ثم لم یوالیک یا علی لم یشم رائحة الجنة ولم یدخلها".
[5]– Al-Mā’ida [5:55].
"إِنَّما وَلِيُّكُمُ اللَّهُ وَ رَسُولُهُ وَ الَّذِينَ آمَنُوا الَّذِينَ يُقِيمُونَ الصَّلاةَ وَ يُؤْتُونَ الزَّكاةَ وَ هُمْ راكِعُونَ".
[6]– Exegesis Nemunah, t.4, pp.424-425.
[7]– Al inicio del Islam entre los sunitas existieron dos Escuelas famosas que trataban respecto a los actos de los seres humanos. Un grupo sostenía que los actos del ser humano pertenecen al deseo inmutable de Dios, consideraba al ser humano como obligado a sus actos, sin estimar un valor para la autoridad y el deseo de éste. Otro grupo consideraba que el ser humano era independiente en sus actos y no lo suponía como pertenencia del deseo Divino, por ello lo consideraban fuera del dictamen del destino. Pero según las enseñanzas del Ahl-Bayt del Profeta (s.a.w.) que coincide con las enseñanzas extrínsecas del Corán, el ser humano en sus actos tiene libre albedrío pero no es independiente, sino que Dios Sublime a través de la libertad demandó el acto. Explicado en otras palabras, Dios Sublime a través de un conjunto de causas adecuadas, que una de éstas es la decisión y autoridad del ser humano, demandó el acto y lo consideró necesario. Que en conclusión el acto es necesario y la persona también se encuentra libre en esto, es decir el acto en relación con todo el conjunto de partes de sus causas mencionadas, es indispensable y con relación a una de las partes que es el mismo ser humano, es facultativo y posible.
Tabtâbâî Sayyid Muhammad Husayn, La Shî’ah en el Islam, p.79; obras adecuadas en este campo:
- La antropología, Mahmud Rayavi, cap.5 y 6.
- Enseñanzas de filosofía, Profesor Misbah Yazdi, t.2, lección 69.
- La justicia Divina, Profesor mártir Murtidza Mutaharï.