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Es imposible establecer una unión y relación entre dos personas que básicamente no se conocen, sino que la relación puede iniciarse a través del conocimiento, apego y afecto de una de las partes en cuanto a la otra, y ser la introducción del apego por las dos partes y unión mutua entre ellos.
Respecto a nuestra comunicación con el Imâm de la Época (a.ÿ.), este honorable como una parte de esta relación nos conoce perfectamente y nos favorece su afecto. Pero la otra parte de esta relación somos nosotros que en caso de que hayamos conocido perfectamente a nuestro Imâm de la Época podemos establecer una comunicación con él, y alcanzar la dignidad de poder estar presentes ante él. Al igual que esta comunicación existe en las posturas de muchos de los sabios, destacados y personas auto-formadas sin pretensiones.
En otras palabras, nuestra comunicación con el Imâm de la Época (a.ÿ.) puede imaginarse de dos formas: (1) espiritual, (2) cara a cara. Estas dos formas de comunicación aunque son posibles, pero la comunicación en presencia de alguien demanda algunas condiciones, y en realidad la comunicación espiritual y verse moralmente obligado a la necesidad de esta comunicación puede preparar también el campo para la comunicación en presencia.
Para obtener una respuesta adecuada habrá que considerar varios puntos:
1. El vocablo “relación” en la lingüística significa dependencia, apego y unión.[1] Este vocablo indica una unión por las dos partes y recíproca. Es decir, dos personas que sostienen una comunicación bilateral las dos desean esta comunicación, por lo tanto, el deseo de una de las partes hacia la otra no es llamado comunicación ni relación.
Así también es imposible el establecimiento de una unión y relación entre dos personas que no se conocen por completo, sino que la comunicación puede iniciarse a través del conocimiento, apego y afecto de una de las partes en cuanto a la otra, y ser la preparación del apego por las dos partes y unión recíproca entre ellos.
Respecto a nuestra comunicación con el Imâm de la Época (a.ÿ.), este honorable como una parte de esta relación nos conoce perfectamente, al igual que en las narraciones dice que este honorable ama a todos los shías y está enterado respecto a las posturas de todos ellos. En una narración dice que el Imâm de la Época (a.ÿ.) dirigiéndose al Shaîj Mufîd (r.) dijo: "انا غیر مهملین لمراعاتکم و لا ناسین لذکرکم" –“Nosotros no somos indiferentes respecto a sus posturas y situaciones, y no lo olvidamos”[2]. Este conocimiento, apego y afecto se encuentra en el grado más elevado. ¿De cuál de sus amigos ha visto un apego como éste que lo recuerde siempre y en todas las posturas, sienta responsabilidad hacia usted y no sea indiferente para él la situación y postura que usted tiene? Entonces una parte de esta relación, el Imâm de la Época (a.ÿ.), se encuentra siempre en espera de sus shías y seguidores, para que ellos también recordándolo realicen el significado verdadero de relación.
En la otra parte de esta relación nos encontramos nosotros. Sin duda alguien que básicamente no conoció a su Imâm de la Época (a.ÿ.) o no lo conoce por completo, no podrá mantener una relación con él. Puesto que cada persona, al principio al conocer las virtudes, generosidades, bellezas espirituales, morales y posiblemente corporales de otra persona es cuando en su corazón surge el afecto e inclinación hacia esa persona, y siente dentro de sí deseo de mantener una relación con ella. En el siguiente grado menciona su sentimiento hacia la persona que quiere. Posiblemente la otra persona también en caso de que lo considere meritorio de su afecto y amistad, entabla una relación con ella. El Imâm (a.ÿ.) ama a todos los shías, pero ¿acaso nosotros realmente también lo amamos? O sólo pretendemos amarlo. ¿Acaso nosotros entendimos el amor que el Imâm de la Época (a.ÿ.) siente hacia nosotros para amistar con él?
2. Tal y como se mencionó el asunto de una comunicación se inicia al conocerse y después provoca el afecto espiritual y al final llegará a una relación cara a cara, cercana y cordial.
Si alguien pudiese fortalecer su relación profunda espiritual con el Imâm (a.ÿ.) en tal forma que sea merecedor de estar cara a cara ante él, definitivamente la posibilidad de una presencia así está preparada para él. Nosotros en las posturas de muchos de los sabios, destacados y personas auto-formadas sin pretensiones leemos que llegaron a su propósito y al más elevado rango de una relación amorosa, y ciertamente llegaron a estar presentes ante este Imâm (a.ÿ.). Claro está algunos de ellos en el momento del encuentro no reconocieron al Imâm (a.ÿ.) y después se percataron que la persona con la que se habían encontrado fue el Imâm de la Época (a.ÿ.). Como el suceso de Haÿÿ ‘Alî Bagdadî y Haÿÿ Saîed Ahmad Rashtî que en la obra “Mafâtîh Al-Ÿinân” (Las Llaves del Paraíso) está registrado este suceso, y muchas otras anécdotas.[3]-[4]
Explicación: la comunicación con el Imâm de la Época (a.ÿ.) puede suponerse de dos formas: (1) espiritual, (2) cara a cara. Ahora la pregunta que se presenta es ésta que ¿acaso estas dos relaciones son posibles? Para obtener una respuesta a esta pregunta adecuada es necesario que cada una de éstas las analicemos por separado:
1. Comunicación cara a cara: significa que la persona se encuentre físicamente ante el Imâm (a.ÿ.). Esta parte también puede ser de dos maneras:
A) Ver al Imâm (a.ÿ.) pero no reconocerlo:
Esta manera según las narraciones es posible para todos y ocurre. El difunto Shaîj Sadûq, relató de uno de los representantes particulares del Imâm (a.ÿ.): “El Imâm de la Época (a.ÿ.) todos los años participa en la ceremonia de la peregrinación. El ve a la gente y la conoce, pero la gente lo ve pero no lo conoce”.[5] Entonces ver al Imâm (a.ÿ.) no sólo es posible sino que también ocurre, pero un encuentro así no pueda ser llamado “relación” y el propósito del cuestionador tampoco es este tipo de comunicación ni encuentro.
B) Ver al Imâm (a.ÿ.) y reconocerlo:
Esta forma de comunicación cara a cara, es decir la persona se encuentre presente ante el Imâm (a.ÿ.), lo vea y lo reconozca ¿es posible o no? En respuesta habrá que decir: si es posible, puesto que existe demandado y no existe obstáculo, es decir si la persona por preparación espiritual y alejamiento del pecado, tenga capacidad y competencia no tiene por qué el Imâm (a.ÿ.) no encontrarse con él. Entonces existe esta posibilidad a menos que exista alguna inconveniencia de que se lleve a cabo el encuentro. Además de esto, existen innumerables historias de los eruditos, destacados y de los santos Divinos que dicen que ellos fueron a visitar al Imâm (a.ÿ.). Algunos de ellos conocían al Imâm (a.ÿ.) durante el encuentro, y otros se percataron después del encuentro que habían estado ante su Imâm de la Época (a.ÿ.). Pero la relación no es sólo exclusiva de un encuentro en presencia de alguien. Aunque esta forma de relación es muy placentera y útil, pero no cualquiera puede alcanzarla fácilmente. Lo importante es la relación espiritual y actuar según las órdenes de el Imâm (a.ÿ.) durante la época de ocultación.
2. Comunicación espiritual: es decir, la persona sin que se encuentre presente ante el Imâm (a.ÿ.) su corazón y alma están comunicados con él, puede ser que verbalmente se comunique y suplique a él, o se relacione con él a través del corazón.
¿Acaso una comunicación así es posible? Y si lo es ¿qué caminos existen para obtener una mejor comunicación?
En respuesta decimos que sí, una comunicación así es posible. Los Inmaculados Imâmes (a.s.) en cualquier postura, en cualquier época y en cualquier lugar que estemos escuchan nuestra voz y están enterados de nuestra situación. Nosotros en la recitación de la súplica para pedir permiso para entrar en el santuario de los Inmaculados Imâmes (a.s.) decimos: "اشهد أنک تسمع کلامی و تشهد مقامی" –es decir: “Atestiguo que tú escuchas mi palabra y eres testigo de mi situación”.[6] Existen numerosas narraciones que indican que los Inmaculados Imâmes (a.s.) y el gran Profeta (s.a.w.) están enterados de nuestra situación. En el suceso de Uwaîs Qaranî leemos que él sentía gran afecto hacia el Profeta (s.a.w.), aunque deseaba de todo corazón encontrarse con este honorable, pero nunca pudo visitar a su amado, mientras que el Profeta (s.a.w.) estaba perfectamente enterado de él y de su amor. En una narración dijo: “La brisa del perfume del Paraíso viene desde Qaran. ¡Oh, Uwaîs! No sabes cómo deseo verte. Cualquiera que lo vea salúdelo de mi parte”. –El Profeta (s.a.w.) a continuación de la narración dijo: “El nunca me verá, y después de mi alcanzará el martirio ayudando a ‘Alî (a.s.) en la Batalla de Siffin”.[7]
Así la Prueba de Dios (a.ÿ.) está enterado de nuestra situación, y sabe lo que tenemos en nuestro corazón, lo digamos o no, entonces fácilmente de cualquier forma podemos hablar con nuestro Imâm (a.ÿ.) y relacionarnos con él.
Aquí mencionamos algunas guías del Ayatul.lah Bahÿat para llegar y alcanzar la dignidad de un encuentro en persona o una comunicación con este Imâm (a.ÿ.):
El en respuesta a la pregunta de aquellos que quieren encontrarse con el Imâm (a.ÿ.) dijo: “Envíen muchos salawât y obséquienlos al Imâm de la Época (a.ÿ.), junto con la súplica del apresuramiento de su surgimiento “اللهم صل علی محمد وآل محمد و عجل فرجهم” –(ALLAHUMA SALI ‘ALÂ MUHAMMAD WA ÂLE MUHAMMAD WA ‘AŸL FARAŸAHUM), visiten mucho la Mezquita de Ÿamkaron y realicen sus oraciones”.[8] En otra parte respecto a los senderos para comunicarse con el Imâm de la Época (a.ÿ.) dijo: “Son los senderos para comunicarse con Dios, obedecer a Dios y obedecer al Imâm de la Época (a.ÿ.). Y su reconocimiento con la comparación de actuar según el libro de la ley religiosa, es decir: el libro de la práctica correcta.[9] El en otra parte en respuesta a alguien que preguntó ¿cómo podemos fortalecer nuestra relación con los Inmaculados Imâmes (a.s.) en especial con el Imâm de la Época (a.ÿ.)? Dijo: “Obedecer a Dios después de conocerlo a Él provoca amor hacia Él y amor hacia aquellos que Dios ama, que corresponde a los Profetas y sus sucesores, que el más querido entre ellos para Dios es el Profeta Muhammad (s.a.w.) y los Inmaculados Imâmes (la gente de su casa) y el más cercano a nosotros de entre ellos es el Imâm de la Época (a.ÿ.)”.[10]
Otros medios también fueron mencionados para comunicarse con el Imâm de la Época (a.ÿ.), por ejemplo:
2.1 Súplica por el bienestar del Imâm de la Época (a.ÿ.) (اللهم کن لولیک ...).[11]
2.2. Súplica del pacto[12], que el Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo: “Aquél que recite esta súplica durante 40 días por la mañana, será de los ayudantes de Al-Mahdî (a.ÿ.).
2.3 La Salutación de Ale Ÿasîn[13] que se encuentra en la obra “Las llaves del Paraíso”, y el mismo Imâm (a.ÿ.) la recomendó, dijo: “Cuando deseéis recordarnos recitad esta súplica”.
2.4 La Salutación Ÿâm’i Kabîr registrado en la obra “Las llaves del Paraíso”.[14]
Por lo tanto uno puede comunicarse con el Imâm (a.ÿ.). Pero tanto deseando y con esfuerzo puede fortalecer la comunicación espiritual con este querido, también con el máximo denuedo, servitud y alejamiento de los pecados puede llegar a la presencia de este Imâm (a.ÿ.). Inclusive puede llegarse a tal grado que el propio Imâm (a.ÿ.) venga a visitar a la persona. Claro está deberá ponerse atención en este punto que si alguien realizó este acto y aun así no logró verlo, no deberá perder la esperanza. Deberá esforzarse para obtener más preparación y dignidad. Sin embargo no debe olvidar este asunto que algunas veces la persona tiene la dignidad necesaria, pero entrevistarse con el Imâm (a.ÿ.) por alguna causa no es de su conveniencia.
3. Posiblemente aquí se presente esta pregunta respecto a la narración que dicen que los pretendientes de haber visto al Imâm (a.ÿ.) son mentirosos ¿qué explicación tiene?
En respuesta decimos: en efecto existen narraciones con este contenido que aquél que antes del surgimiento de Sufiani y el grito celestial[15], pretenda haberlo visto, es un mentiroso.[16] Los sabios y destacados respecto a esta narración dijeron que el propósito de entrevistarse con el Hadrat, es pretender entrevistarse como un representante particular del Imâm (a.ÿ.), como lo fueron los cuatro representantes.[17] De cualquier manera esta narración no indica la falta de posibilidad de una comunicación cara a cara con el Imâm (a.ÿ.), sino que indica la negación de la pretensión de los que pretenden haberlo visto. En las posturas de ninguno de los destacados relacionados con el Imâm (a.ÿ.) vimos que ellos hubiesen contado a todos respecto a este encuentro, y lo hayan utilizado para su beneficio. Sino que en muchos de los casos después de la muerte de estos fueron relatados para todos estos sucesos.
Sin duda para tener una comunicación cara a cara y llegar a ese grado de cercanía al Imâm de la Época (a.ÿ.) deberá esforzarse fuertemente y realizar algunos actos.
4. El punto que es necesario mencionar al final, es la importancia y el papel que juega la comunicación con este Imâm (a.ÿ.) en la vida de los seguidores del Imâm de la Época (a.ÿ.). Puesto que ciertamente en la medida de comunicación que alguien mantiene con una persona superior a sí misma dese la perspectiva de los rangos espirituales, morales y otros, trata él mismo de volverse también como esa persona, o por lo menos pueda acercarse a su rango. Este es un punto aceptado por los psicoanalistas que la existencia de un “modelo” en la vida juega un papel importante. El joven que establece comunicación con el Imâm de la Época (a.ÿ.) en forma natural trata de acercarse a todo aquello que es aceptable por el Imâm (a.ÿ.), y este asunto durante un tiempo provoca el avance espiritual de éste. En esta forma esta comunicación puede realizar el papel de motor del movimiento en su vida. Cuando un joven se percata de todos estos favores, afecto y generosidad del Imâm de la Época (a.ÿ.) trata de unir su alma y corazón con él, y de recordarlo siempre. Claro está un efecto así y papel que juega no es exclusivo de la comunicación física y en su presencia, y todas las personas pueden estudiando las especialidades, atributos, cualidades y comportamiento de este honorable tomarlo como modelo, y acercarse a él. Sin duda la amplitud de la existencia de un Inmaculado es tan extensa que en cada tiempo y lugar que se relacione espiritualmente con él, él también nos pondrá atención. Tal y como en las diversas salutaciones fue indicado este asunto. “Atestiguo que tú escuchas mi palabra y eres testigo de mi situación”.[18] Por ello nosotros no estamos obligados a entrevistarnos en forma corporal con el Imâm (a.ÿ.), aunque entrevistares con este Inmaculado Imâm es por sí mismo es un gran honor, pero si este honor no sucede a alguien, no es muestra de que el Imâm (a.ÿ.) no ponga atención en él.
[1]– Al-Munÿad, t.1, p.540.
[2]– Shaîj Sadûq, Ihtiÿâÿ, t.2, p.497.
[3]– Bihâr Al-Anwâr, t.52, cap.18, libro “Al-Qaîbah” (la ocultación).
[4]– Muntahâ Al-Amâl, t.2, cap.14, quinta parte.
[5]– Min La Îahdarah Al-Faqîh, t.2, p.520, a continuación de la narración 3115.
"ان صاحب هذا الامر یحضر الموسم کل سنة یری الناس و یعرفهم و یرونه و لا یعرفونه".
[6]– Bihâr Al-Anwâr, t.97, p.375, cap.5, h.9.
[7]– Ídem, t.42, p.155, cap.124, h.22.
[8]– Sâ’î Seîed Mahdî, Hacia el amado, p.59.
[9]– Ídem, p.61.
[10]– Ídem.
[11]– Kâfî, t.4, p.162, capítulo súplica de los últimos diez días, h.4.
[12]– Bihâr Al-Anwâr, t.53, p.95, cap.29, h.11.
[13]– Ídem, t.99, p.81, cap.7, h.1.
[14]– Min La Îahdarah Al-Faqîh, t.2, p.609, h.3213.
[15]– Estos son dos signos del surgimiento.
[16]– Bihâr Al-Anwâr, t.52, p.151, cap.23, h.1.
[17]– El difunto ‘Alâmah Maÿlisî mencionó este asunto a continuación de esta narración en la obra Bahâr transmite este asunto del autor de Akmâl Al-Dïn.
[18]– Bihâr Al-Anwâr, t.97, p.375, cap.5. h.9.