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2007/11/21
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RESUMEN DE LA PREGUNTA
¿Por qué Dios a pesar de saber que muchos de los humanos irían al Infierno, aun así los creó?
cuestión
Dios sabe el destino de los seres humanos antes de su creación, y sabemos que muchos humanos irán al Infierno. Qué responderá Dios si uno de ellos el día de la Resurrección pregunta ¿por qué me creaste a sabiendas que iría al Infierno?
Un breve
1. El castigo Divino es la consecuencia y el reflejo de la conducta voluntaria del ser humano al no aprovechar los medios de la guía y dejar de escuchar la voz de su guía interna (conciencia) y de su guía externa (el Profeta).
2. La sabiduría de Dios respecto al destino, al intercambio de pensamiento y la conducta de las criaturas no provoca en ellas una necesidad para realizar pecados ni faltas. En realidad la sabiduría de Dios es una revelación de la conducta de los siervos.
3. La creación de los malvados es una necesidad. Satanás debe existir para que en este lugar se prepare la posibilidad del desarrollo y la perfección de los seres humanos.
4. Aunque la creación de demonios de tipo genio y humano es una necesidad y deben existir, pero a través de la elección y decisión (del mismo ser humano) se determina quién debe jugar este papel, sin existir ninguna obligación por parte de Dios.
2. La sabiduría de Dios respecto al destino, al intercambio de pensamiento y la conducta de las criaturas no provoca en ellas una necesidad para realizar pecados ni faltas. En realidad la sabiduría de Dios es una revelación de la conducta de los siervos.
3. La creación de los malvados es una necesidad. Satanás debe existir para que en este lugar se prepare la posibilidad del desarrollo y la perfección de los seres humanos.
4. Aunque la creación de demonios de tipo genio y humano es una necesidad y deben existir, pero a través de la elección y decisión (del mismo ser humano) se determina quién debe jugar este papel, sin existir ninguna obligación por parte de Dios.
Respuestas detalladas
El asunto de “los enigmas de la creación de los malvados y su castigo” se refiere al conocido debate de “compulsión y voluntad”. Ahí donde se dice: Dios, que desde un principio sabía el destino y la naturaleza de las criaturas, ¿por qué entonces las creó? Esta forma de crear, fue compulsoria y totalmente fuera del alcance de las manos y de la decisión del ser humano. Por otra parte, si esa creación no se rebela ni desobedece concluye en el punto en que en la sabiduría de Dios, en base a la rebeldía de esa existencia, crea daño y contradicción. Entonces esa criatura está obligada siempre a desobedecer, y no puede actuar de otra manera. Está es también otra compulsión.
Por ello a continuación tratamos en unos puntos la relación de “la sabiduría de Dios” con “la voluntad u obligación de los siervos”.
1. La sabiduría de Dios respecto al destino, intercambio de pensamientos y conductas de las criaturas no provoca en ellas una obligación para realizar pecados ni faltas. Por ejemplo: si usted se encontrara en lo alto de un edificio o cualquier lugar elevado y desde ahí es testigo de cómo conduce su amigo y ve que en la forma que está manejando sin duda caerá en un barranco. Usted tiene completo conocimiento respecto al resultado peligroso de la conducta ilegal e irracionalidad de él, y después de algunos minutos él llega al efecto natural de su acto ¿Acaso usted es culpable? ¿Acaso usted provocó que se desbarrancara? ¿Acaso su conocimiento del destino de la elección errónea de él en la manera de manejar lo obligó a desbarrancarse? ¿Acaso los gobiernos, los ingenieros de caminos y los fabricantes de autos que sin duda saben que muchos de los accidentes son a causa de la forma de conducir, de la forma errónea y aberrante del uso tanto del automóvil como del camino, son el agente determinante de este tipo de accidentes?
Dios nunca determinó que el destino de alguien sea pecar. Esta narración del Profeta (s.a.w.) fue transmitida por numerosos sabios islámicos, que: “Aquellos que hablan de lo predestinado y suponen que sus desobediencias se derivan todas de lo predestinado por Dios, y en conclusión su castigo es a causa de esta falta de voluntad en su autocontrol. Deben saber que están en un error, y un gran grupo de los Profetas también estaban en desacuerdo con ellos y los maldecían”.[1]
2. Es mejor que digamos que Dios sabe quiénes se benefician de los medios y de los campos de la guía, y quiénes le dan la espalda, y este castigo es el resultado del comportamiento voluntario de la gente al dejar de utilizar los medios de la guía. Tal y como un profesor experto que el día en que inicia sus clases menciona a sus alumnos los factores del éxito de los estudios, y sabe perfectamente quienes escuchan y quienes están distraídos. Naturalmente las buenas calificaciones y los premios serán para los que escuchan, y las malas calificaciones y sus problemas para aquellos que lo demandaban a través de su conducta. Entonces la sabiduría del profesor corre las cortinas de la conducta de los alumnos, no de su compulsión hacia la flojera.
Por ello los sabios han dicho: “Dios tiene conocimiento respecto a la obediencia y desobediencia de los siervos. Y esta sabiduría es la reveladora y depende[2] de la conducta de los siervos”.[3]
3. Todas estas protestas son justificadas cuando Dios no haya enviado ningún medio ni causa para la guía, y aun así está en espera de obediencia, pero cuando a la guía interna (sentido común e innato) y la guía externa (los Profetas, los Imames -a.s.- el Libro y los sabios Divinos) las preparó con este propósito ¿quién es el culpable? ¿Aquel que cuenta con cientos de luces y aun así se extravía, o aquel a quien castigan por haber roto la lámpara?
4. Vivir en este mundo es vivir en la escuela de la decisión, mientras la felicidad y la desdicha de cualquiera dependen sólo de él, y él es quien debe actuar y pedir a Dios más guía y éxito.
5. Dios creó al ser humano y decidió que éste llegue a la perfección. Para poder llegar a la perfección deberá tomarse en cuenta el papel que juega el Demonio para que en este lugar de posibilidad se desarrolle. La existencia de Satanás no es dañina para personas creyentes ni para aquellos que quieren recorrer el sendero de Dios, sino que es un medio de progreso y perfección, puesto que el progreso y la perfección siempre se realizan entre contradicciones.[4]
6. Aunque la creación de demonios de tipo genio y humano es una necesidad y deben existir, pero a través de la elección y decisión (del mismo ser humano) se determina quién debe jugar este papel, sin existir ninguna obligación por parte de Dios.
Dios incluso a Satanás, no lo creó demonio. Puesto que él durante años (6 mil años)[5] fue compañero de los ángeles y de aquellos que adoran. Pero después, por propia decisión y como resultado de su orgullo eligió el camino de la rebeldía y el extravío, alejándose de la clemencia Divina. Así fue también el acto que Yazid realizó, es decir, Yazid con su elección aceptó ese papel. Entonces Yazid no puede decir ¿Dios mío por qué me creaste? Ya que Dios dice “La creación de tu papel fue una creación necesaria”. Y si Yazid dice: “¿Por qué tengo yo que jugar ese papel?” Dios le responde: “Ese papel lo elegiste tú con tu decisión y voluntad y pudiste no haber sido Yazid, y por ello serás reprendido”.
En otras palabras en este sistema ciertamente deberán existir personas malas para que las demás personas en la interacción con ellos lleguen a la perfección. Como ejemplo ciertamente deberá existir un Yazid para que el Imam Husain (a.s.) y el acto que realizó este honorable encuentre significado. Es aquí donde el Imam Husain (a.s.) deberá llegar a la jerarquía del martirio, y alcanzar la jerarquía más elevada. Pero Dios no obligó a nadie que ciertamente sea un ejemplo de Yazid, sino que el mismo ser humano con su voluntad se coloca en esa jerarquía. Es por ello que no puede reprenderse a Dios por este acto, y decir: “por qué yo debo jugar el papel de Yazid”, ya que básicamente no existe una obligación y él pudo no haberlo sido.
7. El fundamento de la creación del ser humano es un favor otorgado por parte de Dios a él. Como si alguien arreglase la mesa e invitase a un grupo a disfrutar de los alimentos preparados que se encuentran servidos. Ahora si en esa situación alguien por propia voluntad no comió de esos alimentos y como consecuencia del hambre surgieron complicaciones irrevocables, desde esta perspectiva no tiene la culpa el anfitrión y no puede reprendérsele que “por qué lo invitó”, ya que si no lo hubiese invitado y se hubiese limitado a lo que sabía (que tal invitado no como tal alimento) tal vez el mismo invitado le hubiese reprendido: “por qué no me invitaste, si me hubieses invitado hubiese comido de esos alimentos”.
Por ello a continuación tratamos en unos puntos la relación de “la sabiduría de Dios” con “la voluntad u obligación de los siervos”.
1. La sabiduría de Dios respecto al destino, intercambio de pensamientos y conductas de las criaturas no provoca en ellas una obligación para realizar pecados ni faltas. Por ejemplo: si usted se encontrara en lo alto de un edificio o cualquier lugar elevado y desde ahí es testigo de cómo conduce su amigo y ve que en la forma que está manejando sin duda caerá en un barranco. Usted tiene completo conocimiento respecto al resultado peligroso de la conducta ilegal e irracionalidad de él, y después de algunos minutos él llega al efecto natural de su acto ¿Acaso usted es culpable? ¿Acaso usted provocó que se desbarrancara? ¿Acaso su conocimiento del destino de la elección errónea de él en la manera de manejar lo obligó a desbarrancarse? ¿Acaso los gobiernos, los ingenieros de caminos y los fabricantes de autos que sin duda saben que muchos de los accidentes son a causa de la forma de conducir, de la forma errónea y aberrante del uso tanto del automóvil como del camino, son el agente determinante de este tipo de accidentes?
Dios nunca determinó que el destino de alguien sea pecar. Esta narración del Profeta (s.a.w.) fue transmitida por numerosos sabios islámicos, que: “Aquellos que hablan de lo predestinado y suponen que sus desobediencias se derivan todas de lo predestinado por Dios, y en conclusión su castigo es a causa de esta falta de voluntad en su autocontrol. Deben saber que están en un error, y un gran grupo de los Profetas también estaban en desacuerdo con ellos y los maldecían”.[1]
2. Es mejor que digamos que Dios sabe quiénes se benefician de los medios y de los campos de la guía, y quiénes le dan la espalda, y este castigo es el resultado del comportamiento voluntario de la gente al dejar de utilizar los medios de la guía. Tal y como un profesor experto que el día en que inicia sus clases menciona a sus alumnos los factores del éxito de los estudios, y sabe perfectamente quienes escuchan y quienes están distraídos. Naturalmente las buenas calificaciones y los premios serán para los que escuchan, y las malas calificaciones y sus problemas para aquellos que lo demandaban a través de su conducta. Entonces la sabiduría del profesor corre las cortinas de la conducta de los alumnos, no de su compulsión hacia la flojera.
Por ello los sabios han dicho: “Dios tiene conocimiento respecto a la obediencia y desobediencia de los siervos. Y esta sabiduría es la reveladora y depende[2] de la conducta de los siervos”.[3]
3. Todas estas protestas son justificadas cuando Dios no haya enviado ningún medio ni causa para la guía, y aun así está en espera de obediencia, pero cuando a la guía interna (sentido común e innato) y la guía externa (los Profetas, los Imames -a.s.- el Libro y los sabios Divinos) las preparó con este propósito ¿quién es el culpable? ¿Aquel que cuenta con cientos de luces y aun así se extravía, o aquel a quien castigan por haber roto la lámpara?
4. Vivir en este mundo es vivir en la escuela de la decisión, mientras la felicidad y la desdicha de cualquiera dependen sólo de él, y él es quien debe actuar y pedir a Dios más guía y éxito.
5. Dios creó al ser humano y decidió que éste llegue a la perfección. Para poder llegar a la perfección deberá tomarse en cuenta el papel que juega el Demonio para que en este lugar de posibilidad se desarrolle. La existencia de Satanás no es dañina para personas creyentes ni para aquellos que quieren recorrer el sendero de Dios, sino que es un medio de progreso y perfección, puesto que el progreso y la perfección siempre se realizan entre contradicciones.[4]
6. Aunque la creación de demonios de tipo genio y humano es una necesidad y deben existir, pero a través de la elección y decisión (del mismo ser humano) se determina quién debe jugar este papel, sin existir ninguna obligación por parte de Dios.
Dios incluso a Satanás, no lo creó demonio. Puesto que él durante años (6 mil años)[5] fue compañero de los ángeles y de aquellos que adoran. Pero después, por propia decisión y como resultado de su orgullo eligió el camino de la rebeldía y el extravío, alejándose de la clemencia Divina. Así fue también el acto que Yazid realizó, es decir, Yazid con su elección aceptó ese papel. Entonces Yazid no puede decir ¿Dios mío por qué me creaste? Ya que Dios dice “La creación de tu papel fue una creación necesaria”. Y si Yazid dice: “¿Por qué tengo yo que jugar ese papel?” Dios le responde: “Ese papel lo elegiste tú con tu decisión y voluntad y pudiste no haber sido Yazid, y por ello serás reprendido”.
En otras palabras en este sistema ciertamente deberán existir personas malas para que las demás personas en la interacción con ellos lleguen a la perfección. Como ejemplo ciertamente deberá existir un Yazid para que el Imam Husain (a.s.) y el acto que realizó este honorable encuentre significado. Es aquí donde el Imam Husain (a.s.) deberá llegar a la jerarquía del martirio, y alcanzar la jerarquía más elevada. Pero Dios no obligó a nadie que ciertamente sea un ejemplo de Yazid, sino que el mismo ser humano con su voluntad se coloca en esa jerarquía. Es por ello que no puede reprenderse a Dios por este acto, y decir: “por qué yo debo jugar el papel de Yazid”, ya que básicamente no existe una obligación y él pudo no haberlo sido.
7. El fundamento de la creación del ser humano es un favor otorgado por parte de Dios a él. Como si alguien arreglase la mesa e invitase a un grupo a disfrutar de los alimentos preparados que se encuentran servidos. Ahora si en esa situación alguien por propia voluntad no comió de esos alimentos y como consecuencia del hambre surgieron complicaciones irrevocables, desde esta perspectiva no tiene la culpa el anfitrión y no puede reprendérsele que “por qué lo invitó”, ya que si no lo hubiese invitado y se hubiese limitado a lo que sabía (que tal invitado no como tal alimento) tal vez el mismo invitado le hubiese reprendido: “por qué no me invitaste, si me hubieses invitado hubiese comido de esos alimentos”.
[1]– Bihar, t.5, p.47.
[1] انه (ص) قال: لعنت القدریه علی لسان سبعین نبیاً. قیل: و من القدریة یا رسول الله؟ فقال: قوم یزعمون ان الله قدر علیهم المعاصی و عذبهم علیها
[2]– تابع (depende) aquí significa que la sabiduría concuerda con lo evidente.
قال: و هو تابع بمعنى أصالة موازيه في التطابق.
أقول: اعلم أن التابع يطلق على ما يكون متأخرا عن المتبوع و على ما يكون مستفادا منه و هما غير مرادين في قولنا العلم تابع للمعلوم فإن العلم قد يتقدم المعلوم زمانا و قد يفيد وجوده كالعلم الفعلي و إنما المراد هنا كون العلم و المعلوم متطابقين بحيث إذا تصورهما العقل حكم بأصالة المعلوم في هيئة التطابق و أن العلم تابع له و حكاية عنه و أن ما عليه العلم فرع على ما عليه المعلوم و على هذا التقدير يجوز تأخر المعلوم الذي هو الأصل عن تابعه فإن العقل يجوز تقدم الحكاية على المحكي.
Kashf ul-Murad, p.231.
[3]– Jayah Nasir ad-Din Tusi, Kashf ul-Murad, p.230.
[4]– Bistuni, Muhammad, Epistemología del Demonio desde la perspectiva del Generoso Corán, p.17.
[5]– Nahyul Balagah, sermón قاصعه, no.234.
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