Ahl-Bayt en la terminología del Corán, de las narraciones y de la teología islámica significa la “familia del honorable Profeta del Islam (s.a.w.)”. Este término bajo este mismo significado fue utilizado en el Generoso Corán en la aleya 33 Al-Aĥzāb [33] la aleya de la Purificación: “Ciertamente, Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Gente de la Casa! y purificaos absolutamente”.[1]

Los exegetas en la interpretación de esta aleya dicen que el propósito del deseo de Dios en esta aleya, es la voluntad existencial de Él[2], puesto que la voluntad legislativa de Dios, pertenece a la purificación de todos los seres humanos. Bajo este significado que toda la gente puede llegar a la purificación y limpieza de todos los pecados al realizar las enseñanzas y las ordenes de Dios Sabio. Pero la voluntad existencial de Dios sobre la purificación y el decoro es exclusiva del Ahl-Bayt del Profeta del Islam (s.a.w.), bajo este significado que ningún pecado, equivocación o error podrá encontrarse en esta familia, y esto no puede ser a menos que como consecuencia del importante papel puesto bajo la responsabilidad de esta familia para llegar a los sagrados propósitos del Islam.

Además de esto, la filosofía de enfatización e insistencia del Generoso Corán y de las narraciones respecto a la anunciación de la situación excelente de Ahl-Bayt, los méritos y numerosas concesiones de ellos tales como el elevado pensamiento, la reflexión, los actos e ideales de estos generosos. Ellos no pensaban en otro más que en Dios y en Su complacencia. El Generoso Corán en la Sura Ad-Dahr [76] menciona un ejemplo del ofrecimiento de Ahl-Bayt y en su descripción dice: “Y alimentaron, por amor a Él, al necesitado, al huérfano y al preso: (y dicen) «En verdad, os alimentamos por agradar a Dios. No queremos de vosotros recompensa ni agradecimiento»”.[3]

La biografía y el método práctico de Ahl-Bayt y sus enseñanzas son el mejor testigo de que el elevado propósito de estos generosos no es otro más que el progreso de la palabra “monoteísmo” y la negación de cualquier tipo de incredulidad y perdición.

El Ahl-Bayt (a.s.) constantemente tuvo bajo su responsabilidad un papel importante en proteger y revivir la religión del Islam y sus valores, en la interpretación de las aleyas coránicas, explicación de los mandatos religiosos y de las órdenes de la religión, compasión y vigilancia hacia la gente, así como su guía hacia el desarrollo y la perfección. Este esfuerzo especial de ellos respecto a la religión, a los asuntos y a sus mandatos provocó tales enfatizaciones, para que la gente se percatara de su elevado rango, los siguiera en el sendero hacia la perfección y en transitar el sendero de la guía. Puesto que el propósito principal del Corán es guiar a la gente: “Alif, lam, mim * Esta es la Escritura (Sagrada), no hay duda. En ella hay una guía para los temerosos de Dios”.[4] Y alguien que preste un poco de atención en las aleyas coránicas claramente podrá atestiguar la veracidad de esta deducción. Y puesto que los Imâmes shi’ítas fueron los líderes y guías de la comunidad, por ello el título de Ahlul-Bayt fue dado a ellos. Pero el gran Profeta del Islam (s.a.w.) que en realidad es el interpretador y explicador del generoso Corán cuando desea mencionar el grado de marÿa’îat o autoridad religiosa, del Imâmato y del liderazgo después de sí mismo, utiliza este mismo vocablo Ahl-Bayt. Por ejemplo dijo:

“Dejo entre vosotros dos joyas valiosas. Una el Libro de Dios y la otra mi ‘Itrat (familia) y mi Ahl-Bayt (la Gente de mi Casa). Si os aferráis a estas dos y os unís a ellas, nunca os extraviareis. Estas dos nunca se separarán la una de la otra hasta que el día de la Resurrección se unan a mí en la Fuente de Kauzar”.[5]

Así también este generoso en el Hadiz Safînah dijo:

“En verdad el ejemplo de mi Ahl-Bayt entre vosotros es como el Arca de Noé, quién se embarca se salvará y quien reniega de ella se ahogará”.[6] Por lo tanto el papel que juega Ahl-Bayt (a.s.) en la protección de la religión, en la interpretación y explicación de los mandatos religiosos y las órdenes de la religión, compasión y vigilancia hacia la gente, así como en la guía de la sociedad es tan importante que separarse de ellos y dejar a un lado sus órdenes provoca el ahogarse en el mar de la destrucción, y la perdición del ser humano. Ellos no tienen otro propósito más que invitar hacia Dios.[7]