De los actos refutados en las enseñanzas religiosas, son la indisposición y pereza, y los Inmaculados Imames (a.s.) se refugiaban en Dios de este mal carácter.

Algunas de las súplicas legadas por los Inmaculados Imames (a.s.) a este respecto, corresponden a:

1. Mus’adah hijo de Sadaqah dijo haber pedido al Imam Sâdiq (a.s.) una súplica para recitar ante Dios para cuando tuviese una gran necesidad. El Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “Te enseñaré la súplica que mi abuelo el Imam Saÿÿâd (a.s.) recitaba… en la cual el Imam Saÿÿâd (a.s.) se refugia en Dios por la indisposición y pereza:

"...وَ أَعُوذُ بِكَ مِنَ الْكَسَلِ‏ وَ الْفَشَل‏..." –“Y me refugio en Ti de la indisposición y flojedad”.[1]

2. En unas frases de la súplica del día miércoles del Imam ‘Alî (a.s.) que se ha recomendado su recitación dice así:

"اللَّهُمَّ إِنِّي أَعُوذُ بِكَ مِنَ النِّسْيَانِ وَ الْكَسَلِ وَ التَّوَانِي فِي طَاعَتِكَ وَ الْفَشَل" –“¡Dios mío me refugio en Ti del olvido, la pereza, la desidia, la indisposición en la realización de las obligaciones que pusiste bajo mi responsabilidad…”.[2]

3. En parte de las letanías del Profeta (s.a.w.) dice lo siguiente:

"وَ امْنُنْ عَلَيْنَا بِالنَّشَاطِ وَ أَعِذْنَا مِنَ الْفَشَلِ وَ الْكَسَل‏..." –“¡Dios, favorécenos y otórganos regocijo y frescura, y protégenos de la pereza e indisposición…!”[3]

Es digno de mencionar que no debe olvidarse el papel que juega la invocación y la súplica, así como el rango que ocupa el esfuerzo para terminar con las naturalezas reprochadas.

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