Please Wait
7887
La Sura Al-‘Arāf, [7:] (Los lugares elevados) pertenece a las suras reveladas en la Meca y contiene 206 aleyas.[1] Respecto al contenido y las virtudes de esta sura en las obras de narraciones y en las de interpretación del Corán fueron registrados algunos asuntos que considerando la pregunta nosotros también presentamos este asunto en dos partes:
A. La virtud[2] de la Sura Al-‘Arāf, [7]
Respecto a la recitación de la sura Al-‘Arāf fueron mencionadas virtudes y efectos que la mayoría se refieren a los efectos de la otra vida, tal y como:
Uno. El gran Profeta del Islam (s.a.w.) dijo: “Aquél que recite la sura Al-‘Arāf, Dios coloca un obstáculo entre él y el Demonio, y el día de la Resurrección el Profeta Adán (a.s.) intervendrá por él”.[3]
Dos. El Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “Aquel que recite la Sura Al-‘Arāf, durante un mes, el día de la Resurrección será de aquellos que no temerán ni entristecerán. Y si la recita todos los viernes será de aquellos que no necesitan dar cuentas el día de la Resurrección”.[4]
Tres. Así también este Imam (a.s.) dijo: “En esta sura existen aleyas explícitas. No dejéis de recitarlas y de realizarlas, que el día de la Resurrección para aquellos que las recitaron (estas aleyas) atestiguarán”.[5]
Es necesario poner atención en esta verdad que las virtudes y recompensas importantes que se mencionaron por la recitación del Corán o de las suras y aleyas especiales, nunca es bajo este significado que la persona lo recite como una invocación, y se limite sólo a recitarlo, sino que la recitación del Corán es para entender, y entender para reflexionar, y reflexionar para practicar.[6]
B. Un panorama de los debates de la Sura Al-‘Arāf
En esta sura:
1. Las honorables aleyas 46 a 48 hablan de la gente de ‘Arāf (los lugares elevados entre el Paraíso y el Infierno) por ello esta sura fue llamada ‘Arāf.”[7]
2. Se hizo una corta y firme indicación al asunto “del Origen y el Final”.[8]
3. Para revivir la personalidad del ser humano, explica la historia de la creación de Adán con gran importancia.[9]
4. Se indica el pacto que Dios tomó de los hijos de Adán en el sendero de la guía.[10]
5. Para indicar la derrota y el fracaso de las tribus que se desvían del sendero del monoteísmo, de la justicia y de la abstinencia, y también para mostrar la victoria de los verdaderos creyentes, se menciona la historia de muchas de las tribus pasadas y de los Profetas anteriores, tales como: “Noe”, “Lut” y Shuayb, y termina con la historia detallada de los Hijos de Israel y el enfrentamiento del Profeta Moisés (a.s.) con el Faraón. [11]
6. Para finalizar nuevamente regresa al asunto del Origen y el Final, y a través de esto completa el Final y el Inicio. [12]
[1]– Las suras del Generoso Corán son llamadas “makkí” o “madanì” según el lugar donde fueron reveladas es decir en La Meca o Medina respectivamente. Existen dos opiniones diversas para la determinación de éstas, pero tres opiniones son famosas respecto su significado:
(A) Makki, son las suras o aleyas del Generoso Corán que fueron reveladas antes de la emigración del Profeta (s.a.w.) de La Meca a Medina. Madanî, son las suras o aleyas que fueron reveladas después de la emigración; aunque el año en que fue conquistada la Meca haya sido revelada en la Meca, o en los viajes que el Profeta (s.a.w.) no estuvo presente en Medina.
(B) Makki, son las suras y aleyas que fueron reveladas en la Meca, aunque esto haya sucedido después de la emigración. Madani son las suras o aleyas que hayan sido reveladas en Medina. Por lo tanto según esta opinión las aleyas que fueron reveladas durante los viajes no son makki ni madani.
(C) Makki, las suras y aleyas que fueron reveladas para la gente de la Meca. Madani, son las suras y aleyas que fueron reveladas respecto a la gente de Medina.
Halabî ‘Ali Asqar, Familiarización con las Ciencias Coránicas, pp.108-109; SuîûtÎ Ÿalâl Al-Dîn, Al-Itqân fi ‘Ulûm Al-Qurân, t.1, pp.81-84.
[2]– Índice: "Recompensa por la recitación de las suras del Corán”, preg.no. 17637 (pág.web es17303).
[3]– Tabarsî Fadl Ibn Hasan, Maÿma’ Al-Baîân fi Tafsîr Al-Qurân, t.4, p.608.
[4]– Shaij Sadûq Muhammad Ibn ‘Alî, Zawâb Al-A’mâl wa ‘Iqâb al A’mâl, p.106.
[5]– Maÿma’ Al-Baîân fi Tafsîr Al-Qurân, t.9, p.41.
[6]– Makârim Shîrâzî Nâsir, Exegesis Nemunah, t.1, pp.59-60.
[7]– Qurshî Sayyid ‘Alî Akbar, Exegesis Ahsanu Al-Hadiz, t.3, p.357.
[8]– Exegesis Nemunah, t.6, p.75
[9]– Ídem.
[10]– Ídem; Tabâtabâî Sayyid Muhammad Husayn, Al-Mîzân fi Tafsîr Al-Qurân, t.8, p.6.
[11]– Ídem; Qarâ’atî Muhsin, Exegesis Nûr, t.4, p.15.
[12]– Ídem.