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“Intercesión” significa fortalecer y dar poder a la persona débil, e “intercesor” se le llama a aquel que ayuda al necesitado y lo hace alcanzar el nivel del equilibrio y la autosuficiencia.
La intercesión el día de la Resurrección es especial de Dios, y a algunos individuos les fue otorgado el permiso para interceder por otros. De las innumerables narraciones existentes en este campo, se evidencia que los intercesores el día de la Resurrección son numerosos. Un ejemplo de ellos son los Profetas Divinos, los sabios, los mártires, los ángeles, los creyentes, los actos virtuosos, los Inmaculados Imâmes y el Corán.
Alguien que merece la intercesión es aquel que, además del permiso Divino, tenga fe verdadera en Dios, en los Profetas Divinos, en el día de la Resurrección y en aquello que Él reveló a Sus Profetas, como por ejemplo la legitimidad de la intercesión, y que conserve hasta el fin de su vida esta fe.
Para clarificar la pregunta es necesario poner atención en varios puntos:
1. El significado de “intercesión”:
Intercesión” significa fortalecer y dar poder a la persona débil, e “intercesor” se le llama a aquel que ayuda al necesitado y lo hace llegar al nivel del equilibrio y la autosuficiencia.[1]
2. Los intercesores:
A) Los intercesores desde la perspectiva del Corán:
Según las aleyas del Generoso Corán, la intercesión el Día de la Resurrección es exclusiva de Dios.[2] Dios Sublime otorga el permiso de la intercesión a quien Él desea –al igual que el conocimiento de lo oculto es especial de Dios, y Él lo otorga a Su Mensajero–[3], la intercesión es también exclusiva de Dios, y Él la otorgó a Su Mensajero (s.a.w.) y a otros.
La intercesión es en dos formas:
1) Existencial.
2) Legislativa.
La intercesión existencial se realiza a través de todos los medios del mundo, y todos los medios ante Dios son intercesores puestos que interceden entre Dios y Sus causas.
Pero la intercesión legislativa y legal se divide también en dos partes:
1. La intercesión que hace efecto en el mundo y provoca el perdón Divino o el acercamiento hacia Él, que el intercesor y mediador entre Dios y el siervo en esta forma de intercesión son varios grupos: Primero, los arrepentidos de pecar[4]. Segundo, los creyentes en el Mensajero de Dios (s.a.w.)[5]. Tercero, los actos virtuosos del hombre[6]. Cuarto, el Generoso Corán[7]. Quinto, cualquier cosa que tenga una relación con el acto virtuoso, tales como las mezquitas, los lugares santos, los días de Dios y los Profetas[8]. Sexto, los ángeles[9]. Séptimo los creyentes que piden perdón a Dios para sí mismos y para sus hermanos de religión[10]
2. Los intercesores que interceden el día de la Resurrección. De las aleyas coránicas se deduce que los intercesores son innumerables el día de la Resurrección. Un ejemplo de ellos son los Profetas Divinos[11], los sabios, los mártires, los ángeles[12]y los creyentes.
B) Los intercesores desde la perspectiva de las narraciones:
Existen numerosas narraciones shi’ítas como sunitas a este respecto que se mencionan algunos ejemplos de estos:
1. El Mensajero de Dios (s.a.w.) dijo: “El día de la Resurrección los creyentes se presentaran ante el Profeta Adán (a.s.) y dirán: “¡Oh padre, abre el Paraíso para nosotros!” El Profeta Adán contestará: “¡No cuento con la dignidad para realizarlo!” Ellos se presentaran ante el Profeta Abraham (a.s.). El también dirá: “¡No cuento con la dignidad para realizarlo!” El Profeta Moisés (a.s.) y el Profeta Jesús (a.s.) responderán lo mismo y los enviarán ante mí. Yo me levantaré y pediré permiso a Dios y a vosotros musulmanes los haré atravesar el puente de sirâta velozmente”.[13]
2. Así también este generoso dijo: “Cualquier Profeta tiene una solicitud a Dios, pero yo guardé mi solicitud para el día de la Resurrección, y ésta es la intercesión para mi comunidad”.[14]
3. El Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo: “Aquél que niegue tres cosas, no pertenece a nuestros shi’ítas: la ascensión del Profeta (s.a.w.) a los cielos, las preguntas en la tumba y la intercesión”.[15]
4. El Imâm Bâqir (a.s.) dijo: “El Mensajero de Dios (s.a.w.) tiene el permiso de interceder por su comunidad. Nosotros también intercedemos por nuestros shi’ítas, y nuestros shi’ítas también interceden por quienes quieren”.[16]
3. Las condiciones de los intercedidos:
La educación religiosa demanda que las personas por las cuales se intercede no sean determinadas, sino que se mencionen en forma ambigua,[17]al igual que el Generoso Corán tampoco determina a las personas intercesoras, sino que menciona los atributos y las especialidades de éstos, y dice: «Cada alma es responsable de lo que hizo. *Pero los compañeros de la derecha * estarán en Jardines y preguntarán *a los malhechores: *«¿Qué os ha llevado al Saqar?» *Dirán: «No éramos de los que rezaban, *ni éramos de los que alimentan al necesitado * y sólo nos preocupábamos de lo intrascendente. *Y desmentíamos el Día de la Recompensa *hasta que nos llegó la certeza. Y no les beneficiará la intercesión de los intercesores».[18]
Esta aleya dice que los merecedores del Infierno por tener estas cuatro cualidades, es decir, dejar de rezar, dejar de ayudar a los necesitados en el sendero de Dios, estar preocupados en lo mundano y negar el día de la Balanza fueron merecedores del Infierno. Estas cuatro cualidades (despreciables) son asuntos que destruyen las bases de la religión. Al contrario, la realización de la oración, ayudar al necesitado, apartarse de lo mundano y aceptar el día de la Resurrección, establece la religión de Dios; puesto que la religiosidad corresponde al seguimiento de los guías que ellos mismos son inmaculados y puros. Esto no sucederá a menos que se alejen del amor y de los atavíos engañosos del mundo, y se inclinen hacia el encuentro con Dios, que en caso de que estas dos cualidades se realicen, se alejaron tanto de lo intrascendente, así como de desmentir el día de la Recompensa.
Lo necesario de estas dos cualidades es la atención hacia Dios y el esfuerzo para terminar con las necesidades de la sociedad, que explicado de otra manera puede explicarse el primero como realización de la oración y el segundo como ofrecimiento en el sendero de Dios. Entonces la consistencia de la religión desde dos perspectivas, ciencia y práctica, es por medio de estas cuatro cualidades, y estas cuatro cualidades llevan en sí los demás fundamentos de la religión. Puesto que, por ejemplo, alguien que no es monoteísta o niega la profecía, es imposible que posea estas cuatro cualidades.[19]
Conclusión, aquel que cuente con las siguientes condiciones tiene el mérito para ser intercedido:
1. Tener fe verdadera en Dios y en los Profetas Divinos, en el día de la Resurrección y en aquello que reveló Dios a Sus Mensajeros, puesto que en las aleyas coránicas dice que cuando le sea preguntado a los incrédulos y a los idólatras que ¿por qué se vieron atrapados en el Infierno? Dirán: «Ahora no tenemos quien interceda por nosotros».[20] Entonces el incrédulo no cuenta con el mérito para ser intercedido. En la Sura Al-Anbiyā’[21:28] leemos «y (los Profetas y nos ángeles) no interceden por la salvación de nadie excepto de quien Él esté satisfecho». Al Imâm Ridâ (a.s.) preguntaron respecto a la interpretación de esta aleya. El Imâm (a.s.) dijo: “Su propósito es la aceptabilidad en el asunto de la religión”. Por lo tanto la intercesión es especial para los pecadores con la condición de que Dios esté de acuerdo con sus creencias y religión, mientras los obstinados, los enemigos y los desmentidores se encuentran privados de ésta.
2. Las personas que tienen fe en la legitimidad de la intercesión. El gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Dios a aquel que no tenga fe en mi intercesión, no lo incluye en mi intercesión”.[21]
3. y 4. Las personas que no realizan la oración y no ayudan a los necesitados.
La Sura Al-Muddazzir [84:40-48] considera la causa de que los pecadores cayesen en el Infierno, el que dejaron de rezan, el que no ayudaron a los necesitados y el que desmintieron el día de la Resurrección. El Imâm As-Sâdiq (a.s.) dijo: “No llegará a (recibir) nuestra intercesión aquél que considere ligera a la oración”.[22]
De cualquier forma, la intercesión no es un asunto absoluto, sino que tiene condiciones –tanto respecto al pecado como al delito, así como respecto al intercesor como al intercedido–, para aquellos que creen en este fundamento aprovechen esta valiosa oportunidad y sean incluidos en la intercesión, inevitablemente deberán preparar sus condiciones y deberán alejarse de realizar pecados tales como la opresión, la idolatría y otros, los cuales no serán incluidos en la intercesión, o deberán ajustar en tal forma su comportamiento para que sea causa de atención de los intercesores.
Para mayor información recurrir a los siguientes índices:
1. El significado de “intercesión” en el Islam, pregunta 350 (página web, preg.350).
2. El esfuerzo y el papel que juega éste en el destino de la otra vida (beneficiar y hacer el bien a los muertos), pregunta 280 (pág.web, preg.2484).
3. Los senderos para limpiar el pecado, pregunta 798 (pág.web, preg.860).
4. Negar de la posesión del beneficio y la pérdida por parte del Profeta (s.a.w.), y solicitar la intercesión y curación a él, pregunta 84 (pág.web, preg.2378).
5. Índice: Intercesión y satisfacción Divina, pregunta 124.
[1]– Al-Mîzân, t.1, p.157.
[2]– Al-Baqarah 2.256; Az-Zumar 39:44.
[3]– Al-Ŷin 72:27.
[4]– Az-Zumar 39:54.
[5]– Al-Ĥadīd 57:28.
[6]– Al-Mā’ida 5:9.
[7]–Al-Mā’ida 5:16.
[8]– An-Nisā’ 4:64.
[9]– Gāfir 40:7.
[10]– Al-Baqarah 2.286.
[11]– Al-Anbiyā’ 21:28.
[12]– Az-Zujruf 43:86.
[13]– Bihâr Al-Anwâr, t.8, p.35.
[14]– Shaîj Mufîd, Al-Ijtisâs, p.37.
[15]– Bihâr Al-Anwâr, t.6, p.223.
[16]– Ídem, p.48.
[17]– Al-Mîzân, t.1, p.159.
[18]– Al-Muddazzir 74:38-48.
[19]– Exegesis Al-Mîzân, traducc.persa, t.1, p.259.
[20]– Aš-Šu‘arā’26:100.
[21]– Bihâr Al-Anwâr, t.8, p.34.
[22]– Wasâ’il Al-Shî’ah, t.4, p.25.