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El Imâm ‘Alî (a.s.) además de la relación familiar y amistosa que sostenía con el Profeta del Islam (s.a.w.) y de ser su ayudante y compañero, en todos los niveles de la vida y en todas las diversas escenas en defensa del Islam y propagación de la misión de este generoso, además de que fue educado en el regazo del Profeta (s.a.w.) y fue su yerno, por sí mismo gozaba de singularidades y especialidades sobresalientes y excelentes, que fuera del Profeta del Islam (s.a.w.) ningún ser humano llegó a ese grado de perfección espiritual e inmaterial.
El profundo conocimiento y la fe del Imâm ‘Alî (a.s.) desde el principio hasta el fin, la revelación y la profecía, y en forma general lo oculto del mundo de la existencia, el conocimiento, la práctica y la pureza de los atributos indescriptibles en las diversas escenas de la vida, la valentía ejemplar, la devoción y abstinencia, el ofrecimiento y el perdón, la paciencia y tolerancia, la frugalidad y munificencia, la perfección existencial y entereza de este generoso respecto a todos los valores humanos y cualidades, las perfecciones que un ser humano elevado es posible alcance, y finalmente poseer todas los atributos necesarios de los santos Divinos son de los atributos y las especialidades del ‘Amîr Al-Mu’minân, ‘Alî (a.s.). Otros de los atributos de este honorable es el rango científico, ser inmaculado de cualquier equivocación y pecado, así como llegar a alcanzar el rango del Imâmato.
Todas estas concesiones, atributos y particularidades morales, son la causa del mérito y el esfuerzo de este mismo honorable, sin tomar en cuenta cualquier relación familiar con el Profeta (s.a.w.); puesto que el Profeta (s.a.w.) tenía muchos familiares, pero ninguno pudo alcanzar el rango que ocupaba el Imâm ‘Alî (a.s.). Claro está alguien que fue educado en la escuela del Profeta (s.a.w.) es natural que cuente con estas especialidades morales y perfecciones que pertenecen al Profeta y a su escuela.
El conocimiento y la presentación de todas las perspectivas existenciales de la elevada personalidad y sublimidad humana, tal y como es el Imâm ‘Alî (a.s.) para personas comunes y corrientes es más difícil de lo que pueda explicarse. Por lo menos es imposible mencionar las especialidades y mostrar la elevada personalidad de ‘Alî (a.s.) en estas cuantas líneas, por lo que nos limitamos a mencionar las confesiones y opiniones de algunos sabios y escritores del mundo, así como algunas especialidades y elevadas cualidades del Imâm ‘Alî (a.s.).
Imâm ‘Alî (a.s.) además de que fue amigo, familiar, ayudante y acompañante del Profeta del Islam (s.a.w.) tanto antes de la misión de este honorable (s.a.w.) como durante el largo de los veintitrés años de su profecía, y en todas las escenas de defensa del Islam tuvo una presencia activa, el básicamente contaba también con singularidades y especialidades sobresalientes y excelentes, que fuera del Profeta del Islam (s.a.w.) ningún ser humano llegó a alcanzar ese grado de perfección espiritual e inmaterial.[1]
En la conclusión de las investigaciones y los análisis multilaterales realizados desde la aparición del Islam hasta hoy día respecto a la personalidad de ‘Alî Ibn Abî Tâlib (a.s.), fuesen por parte de los contemporáneos de este honorable o por parte de los teóricos musulmanes y no-musulmanes, se ha aceptado esta verdad que la personalidad de ‘Alî (a.s.) (sin considerar la profecía) se encuentra al mismo nivel que la personalidad de los Profetas dotados de autoridad, tales como Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad (s.a.w.).
‘Alî (a.s.) es un hombre al cual todos los intelectuales y las personalidades del mundo, tanto musulmanes como no-musulmanes veneraron su grandeza y lo han elogiado. Shabalî Shamaîîel, uno de los intelectuales laicos árabes respecto al Imâm ‘Alî (a.s.) dijo: “El Imâm ‘Alî (a.s.) Ibn Abî Tâlib, el magnánimo entre los magnánimos, es el único ejemplo que ni el oriente ni el occidente, en el pasado ni hoy día han visto una personalidad igual a este ejemplo.[2]
Gibran Jalil Gibran, uno de los más famosos escritores e intelectuales árabes cristianos dijo: “Aseguro que el hijo de Abî Tâlib fue el primer árabe que estableció relaciones con el Espíritu universal. El fue la primera personalidad de entre los árabes que sus labios hicieron resonaron en los oídos de la gente la melodía del Espíritu universal, que antes de él nadie habían escuchado. El se fue de este mundo mientras que no había hecho llegar su mensaje a los humanos que lo habitan, él murió al igual que los Profetas que eran elegidos en sociedades que carecían de la capacidad para aceptarlos, y que los Profetas que aparecían entre la gente que no eran dignos de tenerlos, y surgían en los tiempos que no eran sus tiempos”.[3]
Petrushevski, investigador marxista y famoso ruso respecto a las perspectivas existenciales y personalidades del Imâm ‘Alî (a.s.) escribe también: “’Alî (a.s.) estaba obligado moralmente hacia la religión hasta el grado del fervor y amor, era honesto y decía la verdad, y en los asuntos morales era muy escrupuloso y se encontraba lejos de buscar y adorar las riquezas. Sin duda él fue considerado un hombre bravo y también un poeta, y todos los atributos necesarios de un santo divino se encontraban concentrados en su existencia”.[4]
El Profesor mártir Mutaharî respecto a la personalidad del Imâm ‘Alî (a.s.) dijo:
“’Alî (a.s.) antes de ser un Imâm equitativo y portarse con justicia hacia los demás, él personalmente fue un hombre equilibrado y balanceado. Había reunido en sí las perfecciones humanas. Tenía tanto pensamientos profundos como lejanos, tanto sentimientos exactos como rebosantes, llevaba juntas la perfección corporal como la perfección espiritual, por las noches cuando adoraba a Dios cortaba con todo lo que no fuese Él, y durante el día se encontraba activo en la sociedad… era tanto un gnóstico como un sabio así como un líder social, era tanto un devoto como un soldado, un juez como un obrero, un orador como un escritor. Por fin era un hombre perfecto en todo su significado, con todas sus bellezas”.[5]
‘Alî (a.s.) a través de su capacidad natural y los logros Divinos, y a través de la vigilancia y los esfuerzos del Profeta de Dios (a.s.) aprendió todas las ciencias, y según la explicación de Ibn Abî Al-Hadîd, fue el origen de todas las sabidurías y los conocimientos, y en el Imâm ‘Alî (a.s.) concluían finalmente el conocimiento de los sabios en las diversas ramas. Ibn ‘Abbas dijo: “El Profeta de Dios (s.a.w.) dijo: Cuando se encontraba listo para rezar íntimamente con el Creador él repetía lo que yo decía y suplicaba, todo lo que aprendí de Dios se lo enseñé a ‘Alî (a.s.), entonces ‘Alî (a.s.) es la puerta del jardín de mi sabiduría”.[6]
Por lo tanto el Imâm ‘Alî (a.s.) inclusive aprendió del Profeta (s.a.w.) la ciencia de la profecía y era un tesoro de sabiduría.
Una de las más elevadas concesiones y atributos de este Imâm, fue la “inmunidad”. Inmunidad de cualquier pecado, equivocación o error fue una de las especialidades de este honorable que bajo la sombra de ésta adquirió todos los esfuerzos así como la lucha espiritual y el enfrentamiento hacia el deseo y hacia la concupiscencia, y lo consiguió con la ayuda de Dios. El más eminente de entre estos atributos y especialidades, es el rango de Imâmato de este honorable que por gozar de las bendiciones de esa personalidad excepcional y todas esas preferencias y perfecciones, finalmente llego al rango del Imâmato y a ser sucesor del gran Profeta (s.a.w.). Estas son algunas de las dignidades y especialidades de la personalidad del Imâm ‘Alî (a.s.) expuestas a través de los sabios e intelectuales, y esto en la (corta) medida de sus conocimientos respecto a este honorable.
‘Alî (a.s.) poseía todas las perfecciones y los atributos humanos y morales en un grado superior: valentía, inmunidad, ofrecimiento, paciencia, perdón, generosidad y clemencia, y todo aquello que en la religión otorgante de vida del Islam son parte de los valores humanos e islámicos, se encontraban reunidos todos estos en la existencia de este honorable. Las concesiones y perfecciones del Imâm ‘Alî (a.s.) fueron más que nada efecto de la educación del gran Profeta (s.a.w.), al igual que hace mención en el Sermón Qâsi’ah [192] respecto al postura que ocupaba él ante el Profeta (s.a.w.).[7] Claro está estas especialidades y perfecciones, son causa de las concesiones que él mismo tenía y existían en su ser, al mismo tiempo estuvo desde un principio con el gran Profeta (s.a.w.), creció en la casa de la revelación y de la misión, y fue educado en el regazo de este honorable (s.a.w.).
Para más información recurra, Índice: Los diversos estados de un hombre perfecto, pregunta 351 (pág.web, preg.349).
[1]– Recurrir a: Ardibîlî Seîîed ‘Abdu Al-Ganî, Exposiciones filosóficas del Imâm Jomeînî, t.3, p.352.
[2]– George Jordac, Saût Al-‘Idâlat Al-Insânîah, p.19, (según lo registrado en la traducción e interpretación del Nahÿul Balâgah, Muhammad Taqî Ÿa’farî, t.1, p.171).
[3]– ‘Abdu Al-Magsûd, ‘Abdu Al-Fatâh, Al-Imâm ‘Alî (a.s.), t.1, introducción (extraído del mismo, p.217).
[4] Petrushevski, El Islam en Irán, p.49’50 (Ídem, p.167.
[5]– Mutaharî Murtidâ, Colección de las obras , t.16, pp.17-18.
[6]– Qandûzî Sulaîmân, Ianâbî’ Al-Muwadah, p.79.
[7]– Nahÿul Balâgah, t.192, "قد علمتم موضعی من رسول الله (ص) بالقرابة القریبة و المنزلة الخصیصة..."– “¿Sabéis cuáles eran mis relaciones con el Sagrado Profeta (s.a.w.), debido a mi parentesco con él y debido a mi mérito y valía? ... Me tomaba en su regazo cuando era un niño y desde entonces estuve siempre con él. A menudo me abrazaba contra su corazón; y me trataba como a su propio hijo”.