Respecto a las tragedias y dificultades que ocurrieron a Fátima la hija del Profeta (s.a.w.) después del fallecimiento de este honorable existen numerosos dichos y narraciones, es posible que todos los detalles registrados no sean aceptados por los hermanos sunitas, pero en general no pueden negarse.

A este respecto a continuación mencionamos una narración de la obra Sahih Al-Bujârî, que en la Escuela Suni es la obra con más crédito:

"ان فاطمه ابنة رسول الله سألت ابا بکر الصدیق بعد وفاة رسول الله (ص) أن یقسم لها میراثها ما ترک رسول الله ص مما أفاء الله علیه فقال لها أبوبکر أن رسول الله ص قال لا نورث ما ترکنا صدقة فغضبت فاطمة بنت رسول الله فهجرت أبا بکر فلم تزل مهاجرته حتی توفیت".

Fátima la hija del Profeta (s.a.w.) después de la muerte de su padre solicitó al Primer Califa que le regresara su herencia. Abu Bakr dijo que el Profeta (s.a.w.) había dicho: “Nosotros no dejamos herencia y nuestra herencia es la limosna”. Fátima (s.) al escuchar estas palabras se irritó e indignó con Abu Bakr, este disgusto continuó hasta el momento en que esta honorable falleció”.[1]

Sabemos que en esa misma obra de Sahih Al-Bujârî, existe una narración del Profeta (s.a.w) que dice: “Aquél que irrite a Fátima (s.) es como si me hubiese irritado a mi”.[2]

Estas dos narraciones que son aceptadas por todas las escuelas islámicas, son suficientes para comprobar la creencia de la shía respecto a la inocencia de Fátima (s.).

Para un análisis más profundo en relación a las fuentes de los shías y los sunís referentes a la historia de la honorable Zahra (s.) además del estudio de la pregunta 5256 (pag.web 5512) los interesados pueden recurrir a otros sitios web especializados en este campo.[3]