Significado de asociación

Asociación es que el ser humano considere a alguien semejante a Dios en esencia, creatividad, posesión, señorío y adoración, y asocie alguien a Dios en uno de estos asuntos. Entonces si pedir ayuda a otro fuera de Dios es en tal forma que su necesidad demanda asociar alguien a Dios, como si para otro –en el cumplimiento de su necesidad– consideremos un rango y poder independiente al del poder de Dios, esto es asociación y es prohibido. Pero si pedimos ayuda a otro fuera de Dios y no lo consideramos con poder independiente de Dios, sino que lo consideramos paralelo al poder de Dios y con el permiso de Dios, esto no tan solo no es asociación sino que confirma algunos de los testigos del Corán, de la tradición y también de la costumbre de la ley religiosa.

Por lo tanto si pedimos algunos asuntos al gran Profeta (s.a.w.) y a otros siervos rectos de Dios para que ellos con el permiso de Dios lo realicen, esto no es asociación ya que a ellos tampoco los colocamos al mismo nivel que Dios e independientes en los efectos, y pedir ayuda a otro no significa adorar a esa persona.

Significado de la súplica en el Corán

La equivocación en el entendimiento del significado de “invocación” en el Corán provocó que algunos consideraran asociación a pedir ayuda e implorar a alguien fuera de Dios y a una persona así la consideraron incrédula y merecedora de la muerte. Estas personas se respaldan en algunas aleyas coránicas, tales como la honorable aleya: “Y que las mezquitas pertenecen a Dios. Así pues, no invoquéis a nadie junto a Dios”.[1] Mientras que el vocablo “du’â” (traducido aquí como invocación) en el Corán fue utilizado bajo diversos significados.

1. Bajo el significado de invocación, tal y como la honorable aleya mencionada.[2]

2. Bajo el significado de invitar y llamar hacia algo, tal y como las palabras de Noé (a.s.) que dijo: “¡Señor mío! ¡He llamado a mi pueblo noche y día * y mi invitación sólo ha servido para que se alejen más! (de la Verdad)”.[3] Esta súplica es esa misma invitación de ellos hacia la fe y esta forma de invocar no sólo no es asociación sino que es exactamente la misma fe y para los Profetas (a.s.) fue obligatorio realizarla.

3. Bajo el significado de pedir por una necesidad que en ocasiones se realiza a través de un sendero normal y común, tal y como: “Los testigos no deberán negarse cuando sean requeridos”.[4] Esta petición es en los asuntos comunes que sin duda si alguien lo realiza no se convierte en incrédulo.

Y en ocasiones a través de senderos extraordinarios y milagros, que esto por si mismo se divide en dos:

A. En ocasiones es con la creencia de independencia fuera de Dios en el efecto. Esta es una forma de asociación, puesto que sólo Dios Sublime es independiente en el efecto y fuera de él incluso todo aquello que es a través de los medios normales también pertenece a Dios y hace efecto con Su permiso. El Corán a este respecto dice: “Di: «¡Invocad a quien vosotros suponéis en lugar de Él! Ellos no tienen poder para eliminar vuestras dificultades ni para cambiar vuestra situación»”.[5] Ninguna persona creyente, consciente y con fe cree algo así respecto a ninguno de los Profetas (a.s.) ni de los Santos Divinos.

B. En ocasiones solicitamos a una persona para que pida a Dios algo por nosotros. Esta forma de solicitar es el monoteísmo de un hombre perfecto, una persona que coloca a un honorable como intermediario e intercesor ante Dios, y considera a Dios como el Autor de todas las causas, la Causa verdadera y el Influyente verdadero, pero invocando a los santos Divinos les requiere que ante Dios pidan por alguna necesidad para él. Esto es exactamente lo mismo que “monoteísmo”. El Corán dice que los Hijos de Israel se presentaron ante Moisés y le pidieron que solicitara a Dios alimentos diversos. “¡Oh Moisés! No soportamos comer siempre lo mismo. Ruega por nosotros a tu Señor que haga salir para nosotros de lo que da la tierra…”.[6] Moisés (a.s.) nunca les reprochó que porqué lo llamaban “¡oh, Moisés!”, ni dijo por qué ustedes directamente no lo piden a Dios que esto es asociación e incredulidad. Sino que Moisés (a.s.) solicitó lo que pedían a Dios y su necesidad se cumplió.

La creencia del papel que juegan las criaturas en la causa y el efecto no es asociación. La necesidad del monoteísmo no es que neguemos el sistema de la causa y el efecto del mundo y consideremos de Dios cualquier efecto sin intermediario. Y consideremos que las causas no juegan ningún papel inclusive en forma paralela al deseo Divino (a menos que sea con el permiso de Dios). Por ejemplo creamos que el fuego no juega un papel en el quemar, el agua en el saciar y la lluvia en el brotar de la tierra, es Dios el que directamente quema, directamente sacia y directamente hace brotar de la tierra. Entonces tal y como creer en la existencia de criaturas no significa asociación ni tampoco es la creencia de un segundo Dios, sino que es complemento de la creencia de la existencia de Dios Único; tampoco es asociación la creencia del efecto y la causalidad así como del que las criaturas juegan un papel en el sistema del mundo; y tampoco es asociación considerar que las criaturas no tienen independencia en la esencia, ni tampoco tienen independencia en los efectos. Entonces los límites entre monoteísmo y asociación no es que para otro fuera de Dios consideremos o no que juega un papel en los efectos, sino que asociación es cuando consideremos a otros medios junto a Dios y consideremos que tienen independencia fue cumplida.

Explicado de otra manera, la creencia en el poder y el efecto preternatural para una criatura como el ángel, el Profeta o el Imam es también como la creencia en los efectos de los medios normales y no es asociación, y jugar un papel más allá del límite de los factores normales no necesita de la creencia de una fuerza ante Dios. La criatura, que toda su identidad depende del Deseo de Dios y no cuenta por sí misma con ningún prestigio independiente, el efecto preternatural de ella antes de que se refiera a ella se refiere a Dios, y ella no es más que un canal para hacer llegar el favor Divino a las cosas. Tal y como tampoco es asociación el intermediario del favor de la revelación y de la sabiduría que fue la existencia de Gabriel, el mediador del sustento que fue la existencia de Miquel, el intermediario de estar vivo que fue la existencia de Israfel, el mediador del favor de las almas que es la existencia del ángel de la muerte.

Para evidenciar aún más el asunto indicamos dos ejemplos de las aleyas del Corán:

1. El Corán de boca de Jesús (a.s.) dice: “Y sanaré al ciego de nacimiento y al leproso y resucitaré al muerto, con el permiso de Dios”.[7]

Los hijos de Profeta Jacob (a.s.) después de que se arrepintieron fueron ante su padre: “Ellos dijeron: «¡Oh, padre nuestro! Perdona nuestros pecados. ¡Verdaderamente, estábamos equivocados!» Él dijo: «Pediré a mi Señor que os perdone. En verdad, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo con los creyentes»”. [8]

Observamos que los hijos de Jacob (a.s.) utilizaron palabras tales como “¡Oh, padre!” Y este honorable no les prohibió este acto ni tampoco dijo: “Vosotros mismos pedid a Dios”. Entonces se evidencia que esto no tiene ninguna contradicción con el monoteísmo.

Para más estudio recurra a los siguientes Índices:

1. “La imploración y relación sin intermediario con Dios”, preg.no. 12584 (pág.web es12522).

2. “La imploración en el Corán y la tradición”, preg.no.2032 (pág.web 2265).

3. “Filosofía de la imploración a Ahl-Bayt (a.s.)”, preg.no.1321 (pág. 1316).

4. “Cosmovisión monoteísta”, Muridâ Mutahari.

5. “El Wahabismo en una encrucijada”, Nâsir Makareme Shirazî,