La presencia de los niños y jóvenes en las mezquitas así como en las oraciones colectivas crea interés en ellos en la realización de la oración y no sólo no tiene inconveniente sino que es preferible llevarlos.[1]

Pero respecto a que ¿acaso la presencia de un niño que distingue (entre lo bueno y lo malo) pero aún no llegó a la edad de la pubertad (14 años lunares), si participa en las filas de la oración colectiva provoca dificultad o no a la oración de los demás participantes, este acto tiene dos aspectos:

1. Los demás participantes de la oración están conectados a través de otra fila con el dirigente de la oración colectiva. En este caso no daña la oración de los demás participantes.[2]

2. El que los demás participantes estén conectados con el dirigente de la oración a través de niños no-púberes (tal y como cuando los niños se colocan en la primera fila de la oración colectiva) en este caso la opinión de los sabios a imitar es la siguiente:

“Si entre los que se encuentran parados en una fila se encuentra un niño que distingue, es decir un niño que entiende lo que es bueno y malo, pueden seguirlo en caso de que ignoren que su oración es nula”.[3]

De cualquier manera este dictamen corresponde a los lugares en el que se encuentran varios niños no-púberes juntos y en una fila. No obstante la participación de niños no-púberes entre las filas de la oración colectiva en caso de que no estén juntos y se encuentren entre dos adultos (aunque sepamos que su oración es nula) no provoca daño a la oración de los demás participantes.

Para más información recurrir a los siguientes Índices:

“Como debe formarse la fila en la oración colectiva y el dictamen de moverse durante la oración”, preg.no. 13694 (pág.web 13541).

“Colocarse el viajero en la primera fila de la oración colectiva”, preg.no.14865 (pág.web 14859).