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El ser humano es teísta por naturaleza y busca la verdad, y la mayoría de la gente también responde a este llamado. La gente dentro de su naturaleza innata se encuentra en busca de la verdad, pero en algunos casos se equivoca al identificarla. La realidad es que algunos factores externos e internos son los que provocan la equivocación en el reconocimiento y la tendencia hacia la verdad. El demonio y el alma concupiscente, por un lado y, la constante propaganda de los demonios humanos, por otro, han ocultado la verdad ante sus ojos. El “secularismo” también ha dominado, no bajo el significado de apostasía sino bajo el significado de expulsar a la religión de la escena de la sociedad y política, a causa del mal uso del catolicismo alterado y de sus protectores, así como de la amplia invasión publicitaria sobre la gente de los países occidentales. En esta misma época puede observarse entre los occidentales una aguda tendencia hacia la religión. Con este mismo análisis se evidencia que la mayoría de la gente no se dirige hacia el Infierno, puesto que buscan la Verdad, y en su tendencia hacia la verdad se han equivocado o, como quien dice, son ignorantes y débiles.
El ser humano teísta en forma natural, busca la verdad y tiende hacia la religión y la moral, y la mayoría de la gente responde también a este llamado. Los sabios del Islam, según el Sagrado Corán y las narraciones, convienen en que la gente dentro de su naturaleza innata anda en busca de la Verdad, pero en algunos casos se equivoca al identificarla. Si algún día se da fin a la invasión de la propaganda venenosa en contra de los valores, y se manifiesta la verdad tal y como es, se evidenciará que la mayoría de la gente recurre a la religión. Por lo tanto la mayoría no se inclina hacia lo malo, sino que es engañada al querer poner en práctica su conocimiento, y supone al mal en lugar del bien. O, en el momento de ponerlo en práctica, es engañada por los deseos y por el demonio, y tiende hacia lo malo.
En los períodos y épocas contemperantes, en especial desde la segunda mitad del siglo XX en adelante, el volumen de propaganda anti-religiosa y anti-moral incrementó al grado de desarmar a la gente y hacerla rendirse ante la propaganda, y el mundo es “secular” bajo este significado. En el occidente la religión ha sido expulsada de la escena de la sociedad, y esto a consecuencia de la esencia del cristianismo que es una religión alterada, se encuentra opuesta al intelecto a elevado nivel, y como resultado de la mala función de sus protectores en el occidente y la excesiva propaganda anti-religiosa. A pesar de esto la mayoría de la gente tiende hacia la religión. Un ejemplo son los países que se encontraban bajo el yugo de gobiernos comunistas. Observamos y escuchamos que después de una larga y brutal lucha multilateral en contra de la religión, sus símbolos y manifestaciones, ésta floreció y brotó al ser derrumbada esa forma de gobierno, y esto es a causa de que la religión es un instinto del ser humano y se encuentra en su identidad.[1]
Pero el que la mayoría de la gente se va al Infierno, esta deducción es también errónea, sino que la mayoría de la gente al final se va al Paraíso, puesto que el Islam hace distinción entre el incrédulo culpable y hostil que consciente y a propósito se desvía del sendero, y el ignorante y débil que desconoce que está equivocado y en su equivocación no tiene ningún propósito. El Islam mientras separa el límite de las creencias verdaderas del de las creencias falsas, y él mismo se considera la verdad absoluta aceptada y accesible por el intelecto, y la gente debe aceparlo y denegar las creencias falsas, tiene gran flexibilidad en cuanto al ignorante débil. Desde la perspectiva del Islam sólo el incrédulo[2], enemigo y culpable merece el Infierno, pero alguien que ignora la verdad del Islam, y se entrega a la verdad en su religión y método, y actúa según ésta, pertenece al grupo de los salvados.[3] La realidad es que si desde lo alto observamos al mundo de la creación y no nos limitamos sólo a su exterior, advertimos que la mayoría de la gente irá al Paraíso, y sólo un pequeño grupo se encontrará eternamente en el Infierno. Esto es, la mayoría de la gente actúa según su naturaleza innata, aunque se equivoca en la identificación y por esa razón comete también faltas y pecados. Es posible que sea castigada durante un tiempo en el Purgatorio (barsaj) o en la escena del día de la Resurrección o dentro del Infierno, pero al final obtienen la salvación y van al Paraíso, y sólo un grupo limitado destruye su naturaleza innata y permanecerá enteramente en el castigo Divino.
[1]– Para más información recurrir a: Kitâb Fitrât, Prof. Mártir Al.lâmah Mutaharî, Publicación Sadrâ; Interpretación temática del Sagrado Corán, Fitrât dar Qurân, Ayâtul.lah Ÿawâdî Âmulî.
[2]– El propósito de incrédulo (kaûfar) en su amplio significado, o sea aquel que niega los fundamentos y las necesidades de la religión, que esta compuesto por dos grupos el incrédulo enemigo y el incrédulo ignorante, el incrédulo enemigo se opone a la verdad a propósito y con conocimiento, mientras que el incrédulo ignorante no tiene conocimiento de aquello que dice, y muchas veces sucede que cuando conoce la verdad, se vuelve hacia ella.
[3]– Prof. Mutaharî, La Justicia Divina, octava parte, en especial la parte de resumen y conclusión.