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Makr significa planeación y reparación de los actos buenos o malos, es por ello que en el Sagrado Corán también ha sido utilizado junto al atributo "maquinación".
Makr de Dios: la intención de las numerosas aleyas que atribuyen a Dios la planeación, es indicar la administración completa de Dios. Ya que Él es el Dueño de la administración y ningún plan se encuentra fuera de los límites de Su Dominio. Por ello Dios, Glorificado sea, es más elevado que cualquier administrador que: «Pero Dios es Quien mejor trama» y Dios, Glorificado sea, dice: «Ya planearon los que vinieron antes de ellos, pero Dios es el dueño de todos los planes. Él conoce lo que obtiene cada ser con sus actos y los que no creen sabrán pronto para quién es la última morada» (13:42). Esta aleya indica en forma directa que la administración completa pertenece a Dios, y la planeación de otros ante la administración de Dios es inútil.
Significado de makr: “makr” en la lingüística significa administración o planeación. Ya sea una buena o mala planeación[1], o el que esta planeación se utilice para los buenos o malos actos. Aunque algunos han interpretado al vocablo makr como intriga o engaño, y cuando es atribuido a Dios bajo el significado de premio o castigo engañoso y defraudador.[2]
El “makr Divino”: observando las aleyas en las que fue utilizado el vocablo makr[3] deduciremos que el propósito del significado de makr es la planeación y reparación, no obstante en ocasiones es buena y en otras es mala. Como ejemplo en la honorable aleya «Ellos hacían planes y Dios hacía planes, pero Dios es Quien mejor hace los planes»[4] El propósito de “imakarûn” es el engaño y los planes de los incrédulos que quería matar o tomar preso al Mensajero del Islam (s.a.w.), y el propósito de “îamkurul.lah” es ese mismo plan de Dios, que comisionó al Profeta (s.a.w.) para que emigrara, y cuando observamos que el vocablo makr en el Sagrado Corán va acompañado por el vocablo as-saiî’ì (maquinación)[5] es causa de que makr en ocasiones es mala y en otras buena.
Por lo tanto las diversas aleyas que atribuyen la planeación a Dios se refieran a que Dios es el dueño de toda la administración y ninguna planeación puede encontrarse fuera de los límites de Su administración. Por ello Dios, Glorificado sea, es más elevado que cualquier planeador[6]. Y la honorable aleya 42 de la Sura Ar-Ra’d (13)[7] dice directamente que toda la planeación pertenece a Dios, y la planeación de los demás es insignificante e inútil ante la planeación de Dios.[8]
[1]– Qurshî Saîied ‘Alî Akbar, Enciclopedia del Corán, t.6, p.265.
[2]– Al-Munÿad, traduc. Muhammad Bandar Raîgî, t.2, p.1820.
[3]– Sagrado Corán (7:99 y 123); (35:10 y 43); (13:33 y 42); (34:33); (10:21); (3:54); (16:26 y 45); (27:50 y 51); (71:22); (14:46); (12:13); (40:45).
[4]– Sagrado Corán 8:30.
[5]– Sagrado Corán 35:43.
[6]– Sagrado Corán 3:54.
[7]– Sagrado Corán 13:42.
[8]– Tabâtabâî Saîîed Muhammad Husâîn, Exegesis Al-Mizân, t.12.