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El Corán no es un libro común sino que tiene diversas perspectivas tales como, es la Palabra de Dios, y estas palabras fueron reveladas por parte de Dios al gran Profeta (s.a.w.) tienen un conocimiento y sabiduría muy elevados. Es el Libro de la vida y de la perfección del ser humano y el Libro de la guía y otros, que tiene santidad y un valor especial. En base a esto, su beneficio tiene también niveles y grados diversos que algunos de estos niveles se obtienen con sólo observar el Corán, y otros reflexionando en sus aleyas, mientras que algunos de sus elevados niveles además de la reflexión necesitan también de ascetismos legales y del favor Divino, y la obtención de algunos niveles no se contradice con la falta de obtención de niveles más elevados.
El Corán no es un libro común sino que tiene diversas perspectivas tales como, es la Palabra de Dios, y estas palabras fueron reveladas por parte de Dios al gran Profeta (s.a.w.) tienen un conocimiento y sabiduría muy elevados. Es el Libro de la vida y de la perfección del ser humano y el Libro de la guía y otros, que tiene santidad y un valor especial. En base a esto, su beneficio tiene también niveles y grados diversos que algunos de estos niveles se obtienen con sólo observar el Corán.
Contemplar el Corán tiene beneficios que a continuación indicamos algunos de estos:
A) El Corán es el Libro que tiene verdades más allá que las palabras, ya que el anunciador de sus aleyas es el Creador de los Mundos, su portador es la mejor de Sus criaturas el gran Profeta (s.a.w.) y su escritor el Imam ‘Alî (a.s.). Por ello cuando un musulmán abre el Corán y lo mira, se siente ante Dios de los Mundos y ante el Mensajero de Dios (s.a.w.), y siente la espiritualidad presente. Estar presente ante Dios de los Mundos y ante el alma de dos Inmaculados (a.s.) no necesita de la habilidad para leer y escribir.
B) La relación con el Corán aunque sea viendo sus palabras con fe, va acompañado de la confesión del monoteísmo, de la misión y del hastío hacia los enemigos del Corán y del Islam. Puesto que alguien que abre el Corán y se aferra a éste, y lo mira al igual que un creyente, tanto tiene fe en Dios Sublime como en Su Mensajero (s.a.w.), y así también de su elevado contenido. Esto por sí mismo es la confesión de la veracidad de Dios en la práctica, del Profeta y del libro Celestial el Corán, que no necesita que sus letras sean leídas.
C) Observar las palabras del Corán y prestarles importancia estimula a las personas analfabetas para que alisten los preparativos para aprender a leer, comprender y entender el Corán. Por otra parte en muchas ocasiones provoca que las personas que saben leer y escribir, que se muestran desatentas en cuanto al Corán pongan más atención en sus obligaciones y esto por sí es aconsejar las buenas acciones en la práctica, con la cual invita a los demás a arraigarse a las faldas del libro de la Guía a través de la conducta.
D) Las verdades y los conocimientos del Corán tienen diversos niveles que provocan que ningún estrato de la sociedad al ver el Corán quede sin beneficiarse, y cada cual en la medida de su entendimiento y comprensión se vea beneficiado por el Corán. Los analfabetos o los de poca instrucción en su medida se benefician también del favor de estar presentes ante el Libro Celestial. En efecto alguien que no tiene el poder para leer el Corán, no puede beneficiarse en la misma medida que alguien que puede leerlo. Y alguien que carece del poder para reflexionar en las aleyas del Corán y sólo puede en forma superficial relacionarse con este Libro, no puede beneficiarse en la misma medida que alguien que cuenta con el conocimiento perfecto de las reglas gramaticales de la lengua árabe, y comprender sus aleyas explícitas y alegóricas. En conclusión cada estrato en la medida de sus poderes y nivel de entendimiento así como su poder de análisis puede beneficiarse del Corán, y el poco beneficio no es obstáculo para un gran beneficio, y un gran beneficio no es obstáculo para el poco beneficio, y todos estos beneficios son considerados guía, y la guía no es exclusiva de las palabras, sino que se encuentra fluyendo dentro de la vida del ser humano. Esta especialidad del Corán que incluso los analfabetos se benefician de ésta es, por si misma, otro milagro.
Explicado de otra manera, en numerosas narraciones dice que: “El Generoso Corán tiene diversos interiores y secretos, y cada secreto está compuesto por otros secretos y…”.[1] La existencia de estos diversos interiores o secretos es bajo este significado que las verdades y las enseñanzas del Corán tienen diversos grados. Estas especialidades provocaron que ningún estrato quedase sin beneficiarse de las bendiciones del Corán, y cada cual en la medida de su entendimiento se beneficia del Corán. Los analfabetos o los de poca instrucción se benefician en su medida del favor de estar presentes ante el Libro Celestial, y el beneficio que reciben de este Libro no se contradice con el que el Corán sea la Guía. Puesto que esos mismos beneficios mencionados, por sí mismos son uno de los grados del favor del Generoso Libro, que el beneficiarse en este grado es posible para todos –incluso para los analfabetos–.
E) El Corán es la palabra de Dios y las palabras escritas son lo dicho por Él, y observarlo provoca la relación con Dios así como la paz y la tranquilidad del alma y el espíritu.
F) En numerosas narraciones se dijo que mirar el Corán incluso sin recitarlo es adoración, y esta particularidad no es exclusiva del Corán, sino que tenemos numerosos asuntos que con sólo contemplándolos son considerados adoración. Tal y como contemplar el rostro del sabio, la casa de la Ka’ba, a ‘Alî (a.s.) el Amîr Al-Mu’minîn y ver bondadosamente a los padres, mientras que este dictamen no significa que el benefico de estos asuntos sea exclusivo de contemplar. Por ejemplo mirar el árbol y el agua es tranquilizante, pero esto no significa que el árbol y el agua no tengan otra propiedad. Así también es el Corán que tanto mirarlo otorga favor así también es el Libro de la Guía, y estos dos beneficios no tienen contradicción. Hoy día en las investigaciones científicas encontramos muchas veces que mirar tal cosa es nocivo o saludable para la salud. Por ejemplo ver la televisión es nocivo. Observar el color azul o el agua es tranquilizante y existen innumerables asuntos como éste en la ciencia. Ahora ¿por qué debemos pensar que este acto con respecto al Corán son demagogias mientras que existen muchos beneficios en este acto, acto que fue recomendado en numerosas narraciones válidas, que a continuación mencionamos dos narraciones como ejemplo:
1. La gente realizaba la plegaria, Abudhar miraba a ‘Alî (a.s.). Le preguntaron que por que realizaba ese acto. Dijo haber escuchado al Mensajero de Dios (s.a.w.) decir: “Contemplar a ‘Alî Ibn Abî Tâlib es adoración, contemplar a los padres con bondad y benevolencia es adoración, y contemplar el Libro es adoración, y contemplar La Ka’bah es adoración”.[2]
2. El narrador dijo haber preguntado al Imam Sâdiq (a.s.): “¡Ofrezco mi vida por ti! Memorice el Corán en mi corazón (mente) y lo recito dentro de éste. ¿Acaso esto es más virtuoso o el que observe el Corán?”. El Profeta (s.a.w.) dijo: “Es más virtuoso si lo recitas leyéndolo. ¿Acaso no has escuchado que contemplar el Corán es adoración?”.[3]
Entonces concluimos que mirar y contemplar al Corán desde la perspectiva científica puede tener propiedad, pero al recurrir a las narraciones se evidencia que este acto según lo dictaminado por los Inmaculados Imames (a.s.) es un acto preferible, y no son demagogias mientras que nosotros seguimos las órdenes de los líderes de la religión en los asuntos devocionales.
[1]– Gunabadi Sultan Muhammad, Exegesis Baian Al-Sa’âdat fi Maqamât Al-‘Ibâdat, t.3, p.264.
[2]– Muhadiz Nûrî, Mustadrak Al-Wasâ’il, t.4, p.268.-
[3]– Kulaînî Ia’qub, Al-Kâfî, t.2, p.613; Mazandarani Ibn Shahr Ashub, Manâqib âli Abì Tâlib (a.s.), t…p...; Shaij Hurr ‘Âmilî, Wasâ’il Al-Shî’ah, t….p….; ‘Alî Ibn ‘Isâ Irbulî, Kasf Al-Gamah, t…p...; Shaij Saduq, Min Lâ Iahdaru Al-Faqih, t…p...