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El asunto denotado en los libros de jurisprudencia es el siguiente: “Si algo se contamina con orina de un niño lactante que todavía no ha sido nutrido con otro alimento fuera de leche, ni tampoco ha ingerido leche de cerdo, para purificarlo es suficiente verter una vez agua sobre todo lo contaminado, y no es necesario exprimir la ropa, el tapete y otros parecidos”. Entonces, primero, el excremento de un niño lactante no está incluido en este dictamen (es decir, el excremento es impuro). Segundo, en las palabras de los jurisconsultos no existe esta explicación que, la orina del niño lactante es pura.
Este asunto, lo aceptan casi todos los juristas islámicos –shi’ítas y sunitas– y la causa del dictamen de los juristas es una serie de narraciones registradas en las obras jurídicas y narrativas.
Claro está lo escrito en la revista mencionada, en la historia de la jurisprudencia islámica está registrado de la siguiente manera, que aquellos, tales como: Iskufî y Sadûq sostuvieron que la orina del niño lactante que todavía no ingiere alimento no es impura. Entonces según esta opinión el excremento del niño lactante es impuro y sólo la orina es pura.
En conclusión, lo que escribió la revista mencionada, primero: se contradice con el dictamen de casi todos los juristas. Segundo: no coincide tampoco con el dictamen de personas tales como Sadûq.
El asunto denotado en los libros de jurisprudencia es el siguiente: “Si algo se contamina con orina de un niño lactante[1] que todavía no ha sido nutrido con otro alimento fuera de leche, ni tampoco ha ingerido leche de cerdo, para purificarlo es suficiente verter una vez agua sobre todo lo contaminado, y no es necesario exprimir la ropa, el tapete y otros parecidos”.[2] Entonces, primero, el excremento de un niño lactante no está incluido en este dictamen (es decir, el excremento es impuro). Segundo, en las palabras de los jurisconsultos no existe esta explicación que, la orina del niño lactante es pura.
Este asunto, lo aceptan casi todos los juristas islámicos –shi’ítas y sunitas[3]–. La causa del dictamen de los juristas es una serie de narraciones registradas en las obras jurídicas y narrativas, que a continuación mencionamos algunas de estas narraciones:
1. El Imâm As-Sâdiq (a.s.), respecto a la orina del infante dijo: “Verter agua en tal forma que traspase”.[4]
2. Halabî dijo haber preguntado al Imâm As-Sâdiq (a.s.) respecto a la orina del niño, este honorable dijo: “Verter agua sobre ésta, pero si el niño es nutrido con alimentos habrá que lavarlo por completo”.[5]
Claro está ya que la forma de argumentar en las narraciones se encuentra en el área de la especialidad de la ciencia de la jurisprudencia, nos abstenemos a realizarlo.
Pero lo que escribió de la revista mencionada, en la historia de la jurisprudencia islámica está registrado de la siguiente manera: “Aquellos, tales como: Iskufî y Sadûq sostuvieron que la orina del niño lactante que todavía no ingiere alimento no es impura”. [6]
Entonces según esta opinión el excremento del niño lactante es impuro y sólo la orina es pura.
El sanad o documento del dictamen de personas tales como Sadûq es sólo una narración del Imâm ‘Alî (a.s.) con el siguiente contenido: “No es necesario que se lave una camisa contaminada de leche, ni tampoco contaminada con la orina del niño, antes de que éste sea nutrido con otros alimentos”.[7]
Esta narración que respalda lo dicho por personas tales como Sadûq, se contradice con numerosas de las narraciones crediticias. Por ello fuera de Sadûq e Iskâfî ningún otro de los juristas dictaminó en esas bases.
El Shaîj Tûsî en la interpretación y significado de esta narración, escribió: “El significado de esta narración es que es suficiente con verter agua sobre esto, y no es necesario exprimirlo”.[8] Puesto que lavar la ropa no es sólo verter agua, sino que es necesario también exprimirla, de lo contrario a verter sólo agua no le llaman lavar.
El autor de la obra Ÿawâhir respecto a que no puede actuarse según esa narración escribió: “Primero, por ser Sukûnî el transmisor de esta narración existe la posibilidad de taqiyya o disimulación en ésta. Segundo, esta narración se contradice con otras dos o mejor dicho con otras tres narraciones que existen a este respecto. Es evidente que una narración que es muy fuerte desde la perspectiva de documento y de las causas que la respaldan, no puede ser comparada con las narraciones que desde su perspectiva de documentación y argumentación son fuertes. Por lo tanto habrá que actuar según ese grupo de narraciones que desde la perspectiva de documentación y argumentación son fuertes y crediticias, y dejar a un lado esa narración antagonista.[9]
Además de las dificultades de documentación y argumentación, esta narraciones se contradice con el consenso de todos los juristas y lo conocido, y la narración que se contradiga con lo conocido no puede ser ejecutada.[10]
En conclusión, lo que escribió la revista mencionada, primero: se contradice con el dictamen de casi todos los juristas. Segundo: no coincide tampoco con el dictamen de personas tales como Sadûq.
Para más información, como por ejemplo los documentos que contienen dichos fiables, puede recurrirse a las siguientes fuentes:
1. Wasâ’il Al-Shî’ah, Hurr ‘Âmilî, t.2, pp.1003-1004.
2. Ÿawâhir Al-Kalâm, Muhammad Hasan Naÿafî, t.5, pp.273-275.
[1]– Los grandes Aîatul.lah tales como: Makârim, Sîstanî y Zanÿânî incluyen a las niñas en este dictamen. Recurrir a: Taudîh ul-Masâ’il (Al-Mahshâ li Imâm Al-Jomeînî), t.1, p.106 asunto 161.
[2]– Imâm Jomeïni (r.), Asuntos elegidos Taudîh Al-Masâ’il, p.28; Aîatul.lah Arakî (r.), Taudîh Al-Masâ’il, p.31; Aîatul.lah Fâdzil Lankarânî, Taudîh Al-Masâ’il, p.45.
[3]– Naÿafî Muhammad Hasan, Ÿawâhir Al Kalâm, t.5, p.273.
[4]– Bihâr, t.77, p. 105, “قَالَ الصَّادِقُ (ع) فِی بَوْلِ الصَّبِیِّ یُصَبُّ عَلَیْهِ الْمَاءُ حَتَّى یَخْرُجَ مِنَ الْجَانِبِ الْآخَرِ”.
[5]– Ídem, p.101, “رَوَاهُ الشَّیْخُ فِی الْحَسَنِ عَنِ الْحَلَبِیِّ قَالَ سَأَلْتُ أَبَا عَبْدِ اللَّهِ (ع) عَنْ بَوْلِ الصَّبِیِّ قَالَ تُصَبُّ عَلَیْهِ الْمَاءُ فَإِنْ کَانَ قَدْ أَکَلَ فَاغْسِلْهُ غَسْلا”.
[6]– Ídem, p.5, p.273; Sadûq, Al-Muqni’, p.15.
[7]– Ídem, t.2, p.1004, h.4, la narración que estamos analizando es de la siguiente forma:
" و باسناده عن محمد بن احمد بن یحیی عن ابراهیم بن هاشم عن النوفلی عن السکونی عن جعفر عن ابیه علیهما السلام ان علیاً قال ... و لبن الغلام لا یغسل منه الثوب و لا من بوله قبل ان یطعم...".
[8]– Shaîj Tûsî, Tahdhîb, extraído del Wasâ’il Al-Shî’ah, t.2, p.1003.
[9]– Ÿawâhir Al-Kalâm, t.5, pp.273-275.
[10]– Ídem.