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Aunque existen narraciones que muestran que Dios coloca el amor de sus siervos piadoso en los corazones de la gente, pero debemos saber que el apoyo de la mayoría de la gente hacia una persona no necesariamente significa que esa persona sea aceptada por Dios. Por otra parte, la enemistad de toda la gente hacia una persona tampoco debe considerarse como que esa persona se encuentra fuera de la aceptación de Dios y carece de valor ante Él, sino que en muchos casos sucede exactamente lo contrario.
En efecto, si el amor de una persona penetra en el corazón de personas creyentes y piadosas, puede ser considerado como muestra de la atención de Dios hacia esa persona.
Dios Sublime en el Generoso Corán dice:
"إِنَّ الَّذینَ آمَنُوا وَ عَمِلُوا الصَّالِحاتِ سَیَجْعَلُ لَهُمُ الرَّحْمنُ وُدًّا"
“En verdad, el Clementísimo ha puesto el amor para aquellos que creen y obran rectamente”.[1]
Así también se ha transmitido una narración del Mensajero del Islam que dice:
"إن الله إذا أحب عبدا قال لجبرائیل إنی أحب فلانا فأحبوه و یوضع له القبول فی الأرض"
“Dios, cuando ama a un siervo, dice a Gabriel: Yo amo a tal persona, por ello vosotros también amadlo. Y así esa persona es aceptada por toda la gente en el mundo”.[2]
Otras narraciones similares a esta mencionan también este asunto.[3]
Este grupo de narraciones no demanda que su sanad (documento que la respalda) sea analizado, puesto que parece que fueron indicadas respecto a la aleya en cuestión. Pero lo importante es el conocimiento exacto del significado de la aleya y de las narraciones.
¿Acaso el significado de éstas es que cada persona que en la sociedad sea aceptada por toda la gente y en una forma la mayoría de la gente de esa sociedad la apoye, es amiga de Dios, y cualquier persona que toda la gente la abandone y evite, es enemiga de Dios?
Sin duda un significado así no puede ser considerado, puesto que según lo que directamente dicen innumerables aleyas del Generoso Corán, existieron muchos Profetas que no existía duda alguna respecto a su amistad hacia Dios, pero carecían del apoyo de toda la gente.
Recuerden al Profeta Noé (a.s.), él era un siervo agradecido[4] elegido por Dios[5], guiado por Dios[6], y la revelación descendió a él[7], pero a pesar de la difusión que realizó durante casi mil años[8] sólo encontró unos pocos aliados.[9]
¿Acaso por esa razón puede ser considerado enemigo de Dios? ¡Nunca!
En efecto, si el amor de una persona penetra en el corazón de personas creyentes y piadosas, puede ser considerado como muestra de la atención de Dios hacia esa persona.
Ahora que después de analizar con precisión las aleyas del Corán pudimos alcanzar este significado que el propósito de colocar la amistad de los amigos de Dios dentro del corazón de la gente no es bajo el significado del apoyo de la mayoría de la gente ésta hacia ellos, centramos su atención en este punto:
Los gobernadores después del noble Profeta (s.a.w.) y durante toda la vida de los Inmaculados Imames (a.s.) tomaron en sus manos el gobierno en forma injusta, a la fuerza y a través de engaños. Ellos aparentemente hicieron a un lado a los honorables Inmaculados Imames (a.s.) cortando su comunicación con toda persona a excepción de unos cuantos de los creyentes que se mantuvieron firmes, y también procuraron fortalecer los fundamentos de su gobierno tiránico con bases conceptuales y religiosas. Por ello utilizando parte de las enseñanzas religiosas y dejando a propósito al olvido otro grupo de éstas, trataron de mostrar en forma engañosa el apoyo aparente de la gente hacia ellos, y presentar a los Inmaculados Imames (a.s.) como en la minoría, mostrar como si fuese su derecho y a la shía exhibirla como la falsedad. Este esfuerzo engañoso avanzó a tal grado que en algunos shías se manifestaron también estas dudas.
A este mismo respecto uno de los shías dijo al Imam Sâdiq (a.s.): “Entre nosotros hay gente que opina que cada vez que Dios ama a uno de sus siervos, el portavoz desde el Cielo anuncia: ‘¡Dios ama a este siervo, vosotros amadlo también!’ Y por este medio Dios coloca dentro de los corazones de Sus siervos el amor y la amistad de ese siervo. Pero si Dios está enojado con uno de Sus siervos, el portavoz del Cielo anuncia: ‘¡Dios enemista con este siervo, entonces vosotros enemisten con él!’ Y en esta forma coloca la enemistad de éste, Su enemigo, en el corazón de la gente”.
El Imam (a.s.) que estaba recargado en la pared al escuchar estas palabras se incorporó, se apartó de la pared, se sentó y seriamente sacudió su manga y (sin negar una narración así) dijo:
“¡No es así!, sino que en ocasiones Dios ama a uno de Sus siervos, pero hace que enemisten con él para que hablen en contra de él, y sea una recompensa para esta persona y para sus enemigos un pecado. Pero en ocasiones enemista con uno de Sus siervos, e incrementa la amistad de la gente hacia él, para que por él digan mentiras en su contra, e incremente los pecados tanto de los que mienten como de ese enemigo de Dios!” Después de esto el Imam (a.s.) presentó testigos para sus palabras y continuó diciendo:
“¿Quién fue más querido por Dios que el Profeta Juan (a.s.) que Dios colocó la enemistad hacia él en el corazón de la gente? Y lo trataban en la forma que ya saben”.
¿A quién quería más Dios que a Husaîn Ibn ‘Alî (a.s.)? ¿Acaso la gente no se reveló en su contra haciéndolo llegar al martirio? Y…[10]
El Imam (a.s.) al decir esto insistió en este punto que contrario a las palabras de los gobernadores tiranos, el apoyo de la mayoría de la gente hacia una persona no necesariamente significa que esa persona sea aceptada por Dios, y por otra parte la enemistad de toda la gente hacia una persona tampoco debe considerarse como que esa persona se encuentra fuera de la aceptación de Dios y carece de valor ante Él, sino que en muchos casos sucede exactamente lo contrario.
Claro está en algunas partes de la historia, la mayoría de la gente de una región, apoyó la verdad y realidad que algunos ejemplos de ello pueden ser vistos en el gobierno del Profeta Salomón (a.s.), del Profeta del Islam (s.a.w.) y del Imam ‘Alî (a.s.).
Al considerar este punto es también necesario decir que en muchos de los casos la grandeza de los hombres de Dios domina incluso en el corazón de los enemigos y de los hipócritas.
Una de las súplicas del Profeta (s.a.w.) para el Imam ‘Alî (a.s.) fue: “¡Dios mío! Fortalece en el corazón de los creyentes el amor hacia ‘Alî, y en los corazones de los hipócritas incrementa su majestuosidad y grandeza!”[11]
Vemos claramente que esta súplica del Profeta (s.a.w.) respecto a ‘Alî (a.s.) y a sus hijos que bellamente fue aceptada por Dios, y esos Inmaculados Imames incluso en el momento que se encontraban en la minoría, tenían lugar en los corazones de los amigos y enemigos, al grado en que el poeta Farazdaq en respuesta a la pregunta del Imam Husaîn (a.s.) que: “¿Qué opinas sobre la gente de Kufa?” Respondió: "قلوبهم معک و سیوفهم علیک" –“¡Sus corazones están contigo y sus espadas en tu contra!”[12]
[1]– Maryam [19:96].
[2]– Al-Daîlamî Al-Hasan Ibn Abî Al-Hasan, Irshâd Al-Qulûb, t.1, p.170.
[3]– Como ejemplo: Al-Kufî Muhammad Ibn Muhammad Al-Ash’az, Al-Ÿa’farîât, p.11.
[4]– Al-Isrā’ [17:3].
[5]– Āle ‘Imrān [3:33].
[6]– Al-An‘ām [6:84].
[7]– An-Nisā’ [4:163].
[8]– Al-‘Ankabūt [29:14].
[9]– Hūd [11:40].
[10]– Al-Daîlamî Al-Hasan Ibn Abî Al-Hasan, I’lâm Al-Dîn, p.434.
[11]– Al-‘Aîâshî Muhammad Ibn Mas’ûd, Tafsîr Al-‘Aîâshî, t.2, p.141.
[12]– Al-Tabarî Muhammad Ibn Yarîr, Dalâ’il Al-Imâmah, p.75.