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Llorar y reír que es una forma de expresar los sentimientos y las emociones internas, es la muestra natural y la equivalencia del temperamento de las personas, mientras que la persona en este caso deberá llegar al desarrollo y a la capacidad suficiente de sí misma para familiarizarse con la costumbre de reír y mostrar alegría, para que el reír y la alegría para ella sean una virtud moral, no una indignidad.
Formas tales como: poner atención en la intención y el propósito de reír y mostrar regocijo, recordar a Dios y reflexionar en las desgracias que provoca la risa en demasía puede jugar un papel importante y ser efectivo para evitar reír demasiado en cada momento –en especial en los días del martirio de los Inmaculados Imames (a.s.)– y así también en algunos lugares y situaciones sociales.
El ser humano tiene diversas perspectivas que una de éstas es la perspectiva sentimental de sí mismo. El que el ser humano cuente con esta especialidad provoca que en ocasiones se sienta alegre y feliz, y en otras también triste y afligido. Por ello llorar y reír que es una forma de expresar los sentimientos y las emociones internas, es la muestra natural y la equivalencia del temperamento de las personas, mientras que la persona en este caso deberá llegar al desarrollo y a la capacidad suficiente de sí misma para familiarizarse con la costumbre de reír y mostrar alegría para que el reír y la alegría para ella sean una virtud moral, no una indignidad.
A pesar de que la alegría y el regocijo son de las perspectivas morales positivas y útiles, y preparan el campo para el movimiento, el dinamismo y la actividad particular así como social, juegan un papel importante en la perfección del ánimo de la sociedad, pero en una condición diferente y factores diversos particulares y sociales, doctrinales y morales, provocando que algunas de las alegrías se vean amonestadas.
En este escrito se indican los actos importantes que pueden evitar reír demasiado en cada momento –en especial en los días del martirio de los Inmaculados Imames (a.s.)– y así también en algunos lugares y situaciones sociales, y jueguen un papel importante y ser fructíferos.
Uno. Poner atención en la intención y el propósito de la risa y la alegría: Es necesario que todos los pensamientos, palabras y conductas de un creyente verdadero sean en el sendero para satisfacer y acercarse a Dios. Con este punto de vista, si se percata que su reír satisface a Dios o no, en este caso es cuando reír y estar alegre encuentra su lugar apropiado y sus límites, volviéndose un medio para acercarse a Dios Todopoderoso. Por lo tanto en los días de Muharram y Safar, así como en los aniversarios del martirio de los Inmaculados Imames (a.s.) sienten que deben guardar luto y estar tristes, y alejarse de todo aquello que está en contra del duelo, ayuda a la realización de esta intención y propósito.
Dos. Recordar a Dios: En el Generoso Corán se ha ordenado recordar mucho a Dios.[1] Por ello los creyentes siempre se encuentran ocupados invocando a Dios y ningún acto los hace olvidar la súplica o el culto hacia Él.[2].En ocasiones reír y estar alegre provoca negligencia en el alma y el espíritu de la persona, y esta misma negligencia provoca que realice pecados tales como burlarse de otros. Por ello invocar y recordar a Dios Todopoderoso que sirve para terminar con la negligencia, serán controladores de la risa que provocarán la crueldad. El Imam Sâdiq (a.s.) respecto a la importancia de invocar y recordar a Dios dijo: “Aquél que realmente recuerde (no sólo de palabra) a Dios, lo obedece sumisamente; y aquél que olvide a Dios, será rebelde y pecador. La obediencia es muestra de guía y la rebelión es muestra de descarrío y el motivo de la guía y de la perdición, es recordar y olvidar…”.[3]
Tres. Reflexionar en los efectos de reír demasiado: Reír demasiado y sin límites –que en la terminología de la moral y de los hadices le llaman “carcajada”– se deriva de la negligencia, y no es meritorio de personas dignificadas y con personalidad. El Islam reprochó esta conducta que trae como resultado el daño privado y social, y reflexionar en este daño juega un papel importante en el control del ser humano, en el alejamiento de esta indignidad y en la conducta inadecuada moral. Aquí mencionamos ejemplos de estos efectos respaldándonos en narraciones:
1. El gran Profeta (s.a.w.) dijo: “Evitad reír demasiado que mata al alma y termina con la luminosidad del rostro”.[4]
2. El Imam ‘Alî (a.s.) dijo. “Reír demasiado aleja (de la amistad) al amigo íntimo (provocando odio) y hace al jefe feo y descarado”.[5]
3. El Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “Carcajearse es de los actos del Demonio”.[6]
Entonces considerando las aleyas y narraciones morales respecto a la costumbre de reír y el reproche de reír demasiado y también con un firme deseo, una decisión definitiva, un gran esfuerzo y práctica, debe evitar reír demasiado y carcajear en cualquier momento en especial en los días de luto y desgracia, y con el paso del tiempo alejarlos de sí mismo.
Para más información respecto a algunos asuntos correspondientes con el reír y el regocijo, estudie los siguientes Índices:
“Alegría y regocijo en el Islam”, preg.no.13334 (pág.web 12917).
“Promoción del dolor y la tristeza”, preg.no.2830 (pág.web 3062).
“Burla y caricatura”, preg.no.15997 (pág.web 15722).
“El Islam y la diversión y la broma”, preg.no.1226 (pág.web 2573).
[1]– Al-Aĥzāb [33:41]. «يا أَيُّهَا الَّذينَ آمَنُوا اذْكُرُوا اللَّهَ ذِكْراً كَثيراً» –“¡Oh, creyentes! ¡Recordad mucho a Dios”.
[2]– An-Nūr [24:37]. «رِجالٌ لا تُلْهيهِمْ تِجارَةٌ وَ لا بَيْعٌ عَنْ ذِكْرِ اللَّهِ وَ إِقامِ الصَّلاةِ وَ إيتاءِ الزَّكاة» –“por hombres a quienes ni los negocios ni las ventas distraen del recuerdo de Dios, de hacer la oración y de dar el impuesto purificador de la riqueza”.
[3]– Maÿlisî Muhammad Bâqir, Bihâr Al-Anwâr, t.90, p.158.
[4]– Shaîj Sadûq Muhammad Ibn ‘Alî, Al-Jasâl, t.2, p.526.
[5]– Tamîmî Âmadî ‘Abdu Al-Wâhid Ibn Muhammad, Gurar Al-Hikam wa Durar Al-Kalam, p.222, h.4468.
[6]– Kulaînî Muhammad Ibn Îa’qub Ibn Ishâq, Al-Kâfî, t.4, p.749.