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Respecto al sendero correcto de cómo conocer a Dios debemos decir que según las narraciones la medida en este asunto es alejarse de atribuirle cualquier semejanza y de negar los atributos de Dios. Para la explicación de este asunto recurra a la respuesta detallada.
Conocer a Dios es posible a través del conocimiento de las manifestaciones de Dios, y al fin el místico perfecto busca a Dios en sí mismo, que este asunto será posible a través de la manifestación de Dios en su alma.
Mencionar este asunto que según las narraciones la medida correcta en el conocimiento de Dios es alejarse de atribuirle cualquier semejanza y de negar los atributos de Dios, y respecto a negar los atributos de Dios y darle cualquier semejanza, debemos decir que:
Considerar a Dios puro de cualquier atributo y de cualquier semejanza suponible desde la perspectiva mental, para la mayoría de los seres humanos que no han llegado a la comprensión espiritual y visible de Dios, prácticamente provocará la “negación de los atributos de Dios”. Negar los atributos de Dios es bajo este significado que al mismo tiempo de creer en Dios, prácticamente lo interrumpamos del domino que tiene sobre toda la existencia y consideremos imposible la relación entre el Creador y la criatura. Pero “atribuirle alguna semejanza” que se encuentra en el punto opuesto a la “negación de los atributos de Dios” significa considerar a Dios igual o símil a las criaturas. Al igual que se ha transmitido: “Considerar a Dios igual que a las criaturas es incredulidad, y considerar a Dios separado también es negar los atributos de Dios, y la suma de estos dos es el “monoteísmo””.[1]–[2]
Por lo tanto cualquier acto de negación de los atributos Divinos es bajo este significado que no deberá a través de la negación de cualquier tipo de atributo de Dios negarlo prácticamente, y rechazar la presencia de Su belleza y gloria en el mundo de la existencia. Entonces evitar atribuir semejante a Dios es bajo este significado que en las manifestaciones, que son reflejo de Dios, no debemos ver esas mismas manifestaciones y considerarlas como socias de Dios, sino que debemos observarlo como el Creador de éstas.
En otras palabras, Dios nunca puede ser comprendido ni imaginado a través de la mente, y el sendero correcto para conocer a Dios es el sendero del alma y éste corresponde a que por medio de amor a la manifestación Divina adquiramos conocimiento respecto a Dios.
En la jerarquía del amor verdadero, el conocimiento respecto a las manifestaciones de Dios es ese mismo conocimiento de Dios, puesto que Dios no es la misma manifestación ni tampoco está separado de la manifestación, y la perfección de este conocimiento es ese mismo conocimiento del ser humano perfecto.
Para más estudio en este campo, recurra a las siguientes respuestas:
“La posibilidad de conocer a Dios”, preg.no. 10594 (pág.web es10475).
“El conocimiento y amor hacia Dios”, preg.no.1609 (pág.web 1611).
“El innato y el conocer a Dios”, preg.no.1041 (pág.web 1105).
“La invocación en la oración y acompañarla con alabanzas”, preg.no.9803 (pág.web 9773).
[1]– Âmulî Seyed Heîdar, Ÿâm’ Al-Asrâr wa Manba’ Al-Anwâr, p.117; Hasan Zâdeh Âmulî, Mumidu Al-Himam, p.109, Ministerio de Cultura y Propagación Islámica.
«ان الجمع بلا تفرقه زندقه و التفرقه بدون الجمع تعطیل و الجمع بینهما توحید».
[2]– Extraído de la respuesta 9803 (preg.web 9773).