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El Corán fue descendido en dos formas, en forma completa y en forma gradual (aleya por aleya, y sura por sura). Para el descenso gradual fueron mencionadas algunas razones:
1. Fortalecer el corazón del Profeta (s.a.w.).
2. La continuación de la revelación y el descenso gradual de las aleyas suscitaba aliento y provocaba estabilización para el Profeta (s.a.w.) y para los musulmanes.
3. Fuesen recitados para la gente en forma separada para que la gente pudiese razonar fácilmente en él y memorizarlo y al mismo tiempo se realizaran el conocimiento del Corán y su práctica.
Ya que en el Generoso Corán fueron mencionados muchos asuntos, por ello era necesario que estos asuntos fuesen agrupados, y colocados juntos cada uno de estos con otros relacionados en forma de un conjunto y separado de otros asuntos, por ello el Corán está compuesto de aleyas y suras independientes.
Es necesario mencionar que los límites, el inicio y el final de cada aleya fue realizado bajo la orden del mismo Profeta (s.a.w.) y deberá ser aceptado tal y como es. Claro está algunas de las suras cortas del Corán fueron descendidas en una sola vez, y el nombre de éstas se menciona en la respuesta detallada.
No hay duda en que el Generoso Corán fue descendido en forma gradual durante 23 años para el Mensajero de Dios (s.a.w.). Por otra parte leemos que: “El Corán fue descendido el mes de Ramadán y en una noche”.[1] Esta aleya directamente dice que el Generoso Corán fue descendido el mes de Ramadán. Así también la aleya:
"إِنَّا أَنْزَلْناهُ فِي لَيْلَةِ الْقَدْرِ" –“En verdad, lo hemos hecho descender en la Noche del Decreto”.[2] Y la aleya:
"إِنَّا أَنْزَلْناهُ فِي لَيْلَةٍ مُبارَكَةٍ" –“que, en verdad, la hicimos descender en una noche bendita”.[3] Muestran que el Corán fue descendido en una noche. Al comparar estas tres aleyas se evidencia que esa noche fue el mes de Ramadán.
Los hadices son testigos también de este asunto que el Corán fue hecho descender en dos formas:
Se transmitió de Hafs Ibn Qîâs que preguntó al Imam Sadiq (a.s.): “Dios dice: “El mes de Ramadán en el cual fue hecho descender el Corán”, mientras que desde el principio hasta el final fue descendido a lo largo de 20 años”. El Imam dijo: “Todo el Corán fue descendido el Mes de Ramadán en el Bayt Al Ma’mur (la Casa inhabitada, mezquita en el cuarto cielo que se encuentra perpendicular a la Ka’ba), después fue descendido durante 20 años”.[4] En las narraciones sunitas en lugar de Bayt Al Ma’mur dice Bayt Al-‘Izah.
El autor de Tafsîr Sâfî al “Bayt Al-Ma’mur” lo interpretó como el corazón del Mensajero de Dios (s.a.w.) y dijo: “Parece ser que el propósito de su descenso es en el corazón del Profeta (s.a.w), tal y como Dios Sublime dijo:
"نَزَلَ بِهِ الرُّوحُ الْأَمِينُ عَلى قَلْبِكَ" –“Lo baja el Espíritu digno de confianza * sobre tu corazón”.[5] Entonces durante veinte años en forma gradual descendió de su corazón hacia su lengua, luego cuando Gabriel descendía sólo recitaba la revelación.
La causa del descenso gradual del Corán:
Durante la vida del Profeta (s.a.w.) cuando sucedía algo, o los musulmanes se enfrentaban ante un problema con relación a ese suceso o para terminar con esa dificultad o tal vez para contestar las preguntas realizadas eran descendidas una serie de aleyas o suras. Estas ocasiones o acontecimientos son llamados terminológicamente los medios de la revelación o los motivos de la revelación, que conocerlos es necesario para el entendimiento exacto de muchas de las aleyas.
Por lo tanto, durante 23 años antes de la emigración y después de ésta, en diferentes ocasiones y diversos sucesos fue descendido el Corán en forma gradual. Este descenso que en ocasiones fue en forma de aleya por aleya y en otras en forma de sura, continuó así hasta el último año de vida del Profeta (s.a.w.). Después fueron recopiladas todas las aleyas y presentadas en forma de libro “el Corán”.
Esta forma de descenso es de las especialidades del Corán que lo hace diferente a los demás Libros Celestiales. Puesto que el Libro de Abraham (a.s.) y las Tablas de Moisés (a.s.) fueron descendidos en una vez, lo que provocó que los idólatras lo criticaran. El Corán dice: “Y los que no creen dicen: «¿Por qué no le ha sido revelado el Corán de una sola vez?»” Y en respuesta a ellos dice: “Así es, te lo hemos recitado gradual y ordenadamente para afianzar con ello tu corazón”.[6] Y en otra parte dice: “Es un Corán que hemos dividido en pequeñas partes para que lo recites a la gente poco a poco y que hicimos descender gradualmente”.[7] El gran sabio Tabâtabâî en la interpretación de esta aleya indicó puntos valiosos y dijo: “Esta aleya sin considerar su contexto contiene todas las enseñanzas coránicas. Estos conocimientos estaban ante Dios en forma de palabras y frases, que los seres humanos pueden comprenderlo solo gradualmente, por ello debía ser descendido en forma gradual que es la propiedad de este mundo para que la gente pueda fácilmente razonar en estas y memorizarlas. Por ello la siguiente honorable aleya da a entender ese significado:
«إِنَّا جَعَلْناهُ قُرْآناً عَرَبِيًّا لَعَلَّكُمْ تَعْقِلُونَ وَ إِنَّهُ في أُمِّ الْكِتابِ لَدَيْنا لَعَلِيٌّ حَكيم».
“…que la hemos hecho una recitación árabe. Quizás así, razonéis. * Y, en verdad, ella está en La madre de las Escrituras [Sagradas] que hay junto a Nosotros, en verdad, sublime sapientísima”.[8]
La filosofía del descenso gradual y de dividir el Corán, el que vayan paralelos el conocimiento del Corán y su práctica, así como encontrar[9] la perfección de las capacidades de la gente depende de la comprensión de éste. El descenso de las aleyas coránicas en forma gradual, frase por frase, sura por sura y aleya por aleya es para que se perfeccionen las capacidades de la gente en la comprensión del conocimiento principal y doctrinal así como de los mandatos secundarios y de su práctica. Según lo que la situación demanda es por los beneficios que fueron considerados para el ser humano. Este es el conocimiento del Corán que se encuentra paralelo con la práctica de éste, y la naturaleza de la humanidad no se cansa de tomar los conocimientos y los mandatos religiosos de éste, entiende sus conocimientos uno tras otro para no verse afectada por el mismo destino que La Tora, que por haber sido descendida en una sola vez el judío objetó en su entendimiento, y no quisieron aceptarlo hasta que Dios colocó la montaña sobre sus cabezas”.[10]
Así también del Corán se deduce que la filosofía de que el Corán fue descendido en forma gradual es que el gran Profeta (s.a.w.) y los musulmanes sintiesen que se encontraban constantemente bajo la atención especial de Dios y su relación con Dios Sublime era estable. Esta continuación de la revelación y el descenso de las aleyas provocaban el aliento y la consolidación entre ellos.[11]
Después del descenso de las aleyas durante las épocas y diversas ocasiones, fueron recopiladas en moldes de suras y presentadas en forma de libro “El Corán”. El número de aleyas de cada sura es un asunto dictaminado por la ley religiosa y desde la sura más pequeña (Al-Kautar [108] que comprende 3 aleyas) hasta la más larga entre éstas (Al-Baqara [2] que comprende 286 aleyas) se realizó por orden especial del gran Profeta (s.a.w.), hasta hoy día continua así y sin ninguna intervención. En ese asunto existe un secreto oculto que corresponde al milagro del Corán y a la proporción de las aleyas.[12]
Así también respecto a la calidad de la composición de las suras del Corán de diversas aleyas debemos decir: “El arreglo, el orden y el número de aleyas de cada sura se llevó a cabo durante la vida del Profeta (s.a.w.) y por orden de este generoso. Esta es una orden de religión, deberá aceptarse sin pretexto y recitarlo en ese mismo orden de cada sura. Cada sura se inició con el descenso de “Bismil.lah ar-Rahman ar-Rahim” (en el nombre de Dios el Clemente el Misericordioso) y las aleyas fueron registradas en el orden de su descenso. Hasta el momento en que descendió un nuevo “Bismil.lah…” e iniciaba una nueva sura. Este fue el orden natural de las aleyas. En ocasiones sucedía que el Profeta (s.a.w.) por indicación de Gabriel ordenaba que una aleya contraria al orden natural fuese colocada en otra sura, tal y como la aleya:
«وَ اتَّقُوا يَوْماً تُرْجَعُونَ فيهِ إِلَى اللَّهِ ثُمَّ تُوَفَّى كُلُّ نَفْسٍ ما كَسَبَتْ وَ هُمْ لا يُظْلَمُونَ»
“Y temed un día en el que seréis devueltos a Dios y a cada cual le será entregada la recompensa de lo que hizo. Y no serán tratados injustamente”[13] Que dijeron ser una de las últimas aleyas, pero el Profeta (s.a.w.) ordenó que la colocaran entre la aleya de la “usura” y la aleya del “préstamo” en la Sura Al-Baqara aleya 281.
Por lo tanto la forma registrada de las aleyas en las suras sea por orden natural o por una orden prescrita es un dictamen legal religioso realizado bajo el control y orden del propio Profeta (s.a.w.) y deberá ser obedecido, y no es así que en todo lugar al terminarse el asunto la aleya termina. Muchas veces a la mitad del asunto termina la aleya y el asunto continúa en la siguiente aleya. Entonces lo corto o largo de una aleya no depende de los asuntos escritos en ella, y sólo es un asunto legal religioso. El que los antepasados tenían algunas diferencias respecto a la medida de las aleyas, fue porque el gran Profeta (s.a.w.) posiblemente en alguna parte de una aleya interrumpía y no continuaba recitándola, entonces suponían que la aleya había terminado. Sin embargo muchas veces en otra recitación lo hacía sin interrupción.[14]
Pero las suras que fueron reveladas al Profeta (s.a.w.) en una sola vez y completas corresponden a: Aď-Ďuĥā [93], Al-Fātiĥa [1], Al-Ijlāş [112], Al-Kautar [108], Al-Masad [111], An-Naşr [110]. Al-Bayyinat [98], An-Nās [114], Al-Falaq [113], Al-Mursalāt [77], Al-Mā’ida [5:], Al-An‘ām [6], At-Tauba [9], Aş-Şaf [61], Al-‘Ādiyā [100] y Al-Kāfirūn [109].[15]
[1]– Al-Baqara [2:185] –"شَهْرُ رَمَضانَ الَّذِي أُنْزِلَ فِيهِ الْقُرْآنُ " .
[2]– Al-Qadr [97:1].
[3]– Ad-Dujān [44:3].
[4]– Kâfî, transmitido del Tafsîr Sâfî, novena introducción.
[5]– Aš-Šu‘arā’ [26:194-195].
[6]– Al-Furqān [25:32].
"وَ قالَ الَّذينَ كَفَرُوا لَوْ لا نُزِّلَ عَلَيْهِ الْقُرْآنُ جُمْلَةً واحِدَةً كَذلِكَ لِنُثَبِّتَ بِهِ فُؤادَكَ وَ رَتَّلْناهُ تَرْتيلاً".
[7]– Al-Isrā’ [17:106].
"وَ قُرْآناً فَرَقْناهُ لِتَقْرَأَهُ عَلَى النَّاسِ عَلى مُكْثٍ وَ نَزَّلْناهُ تَنْزيلا".
[8]– Az-Zujruf [43:3-4].
[9]– Llegar al desarrollo y maduración de la capacidad de la gente.
[10]– Tabâtabâî Muhammad Husayn, Exegesis Al-Mizan, (traducc.persa), t.13, pp.305-306.
[11]– Ma’rifat Muhammad Hâdî, Las Ciencias Coránicas, pp.60-61.
[12]– Ídem, p.111.
[13]– Al-Baqara [2:281].
[14]– Las Ciencias Coránicas, p.117.
[15]– Los secretos de Mustafâ, Conocimientos del Corán, p.28; Hasan Zadeh Sâdiq, La llave del Corán, p.134.