Please Wait
8246
Se han mencionado tres aspectos para la prodigiosidad del Corán: la prodigiosidad en sus palabras, en su contenido y desde el punto de vista de su portador.
1. La prodigiosidad en las palabras del Corán se divide en dos partes:
a) Prodigiosidad en su elocuencia:
El método de expresión del Corán es incomparable con la palabra de cualquier ser humano inclusivo con la del honorable Mensajero (s.a.w.), y por ello los sabios sostienen que es inaceptable e injustificable el hecho de aquellos que prohíben registrar los hadices del Profeta con el pretexto de evitar una equivocación entre éstos y el Corán.
b) Prodigiosidad numérica:
Hoy día con el avance de la ciencia y la utilización de los ordenadores se han mostrado las relaciones numéricas especiales entre las palabras y las leras del Corán, mientras que es imposible que una relación como ésta exista en la palabra humana.
2. La prodigiosidad en el contenido del Corán que se expone en varias partes:
a) Inexistencia de desacuerdo en el Corán;
b) Noticias ocultas que están relacionadas con algunas personas o hechos y sucedieron exactamente;
c) Ciencias y enseñanzas coránicas. El Corán contiene ciencias y enseñanzas que por lo menos en esa época eran inalcanzables para cualquiera. Esta enseñanza corresponde a puntos profundos místicos, filosóficos, racionales y otros.
d) Impotencia para anular los conocimientos y las enseñanzas existentes en el Corán. La exactitud de las enseñanzas del Corán después de años transcurridos aún se encuentra estable.
3. La prodigiosidad del Corán desde la perspectiva de su portador:
El Mensajero del Islam (s.a.w.) fue un hombre iletrado, entonces estando en la Península Arábiga en la que su gente carecía de conocimiento y cultura como pudo traer de sí mismo un Libro como éste.
Para la prodigiosidad del Corán se han mencionado diferentes aspectos[1] que pueden ser clasificados en tres grupos:
1. la prodigiosidad en las palabras,
2. la prodigiosidad en el contenido,
3. la prodigiosidad desde el punto de vista de su portador.
1. La prodigiosidad en las palabras del Corán:
La prodigiosidad en las palabras del Corán ha sido expuesta en dos formas: la prodigiosidad en su elocuencia y la prodigiosidad numérica.
El tema de la prodigiosidad de la elocuencia del Corán, o elocuencia coránica, fue conocida desde los tiempos antiguos, y aproximadamente entre todas las escuelas islámicas había sido punto de atención y de acuerdo. Claro está algunos separaron a la prodigiosidad en la elocuencia del Corán de asuntos tales como el orden y el método expresivo del Corán y dijeron: una de las formas de la prodigiosidad del Corán es la prodigiosidad en su elocuencia, y otra es en el orden y en su manera de expresar. Otros también consideraron la forma de la prodigiosidad del Corán como un todo compuesto de elocuencia, orden y métodos.[2] Pero en realidad esto es por la gran cantidad de ejemplos y todos los asuntos que están relacionadas con la forma de expresión del Corán y se originan de la prodigiosidad en la elocuencia del Corán.
El método de expresión del Corán es un método que ningún humano inclusive el elevado rango del honorable Mensajero (s.a.w.) podía hablar con éste método.
Una explicación a esto es que los sunnitas respecto a la “historia del hadîz” sostienen que el honorable Mensajero (s.a.w.) había prohibido que registraran sus hadices y palabras, y a este respecto han transmitido una narración de él (s.a.w.).[3] Ellos se enfrentaron a esta pregunta que ¿por qué el Profeta (s.a.w.) prohibió que registraran sus hadices?
Una de las respuestas dadas a esto, que es muy famosa entre los sunnitas, es que la causa de su prohibición fue para evitar que el Corán se mezclase con algo fuera de éste, esto es con las narraciones del Profeta (s.a.w.). Uno de los investigadores sunnita refuto este razonamiento famoso entre los sabios sunnitas y dijo: “La prodigiosidad en la elocuencia del Corán evita que algo fuera del Corán se confunda con éste”.[4] Luego respecto a este asunto que tal vez el Mensajero del Islam (s.a.w.) en la elocuencia se encontraba en tal grado que pudiese al igual que el Corán decir palabras elocuentes, responde: “Estas palabras elocuentes provocan la negación de la prodigiosidad en la elocuencia del Corán”.[5] De cualquier manera el asunto de la prohibición del Profeta (s.a.w.) de registrar los hadices es considerada un defecto fundamental para los sunnitas –aunque sus narraciones, no eran palabras comunes ni de su parte, sino que eran palabras luminosas, con la guía Divina y descubiertas del mundo oculto, que podían ser la resolución para numerosos problemas de la comunidad islámica–. Por ello entre los sabios shiítas desde la antigüedad hasta hoy día esta pretensión, que el honorable Mensajero (s.a.w.) había prohibido que registraran los hadices, es considerada errónea.
Otro aspecto de la prodigiosidad en las palabras del Corán es su prodigiosidad numérica. Este aspecto se ha expuesto últimamente y, utilizando el ordenador en este campo, ha provocado suma atención. Al exponerse la relación numérica especial entre las palabras y las leras del Corán, se ha tratado de mostrar que es imposible que exista esta relación numérica en la palabra humana.[6]
2. La prodigiosidad en el contenido del Corán:
Han mencionado diferentes formas para la prodigiosidad en el contenido del Corán que a continuación indicamos:
a) La inexistencia de desacuerdo en el Corán:
La honorable aleya «¿Acaso no meditan el Corán? Si procediera de otro distinto que Dios, sin duda habrían encontrado en él abundantes contradicciones» [7], es también testigo de esta forma de milagro.
b) Las noticias ocultas:
En el Corán se anunciaron asuntos respecto a algunas personas o a algunos sucesos que ocurrirían en el futuro, esto es, se había determinado su realización en la época después del descenso de las aleyas, y así ocurrieron en esa misma forma. Como por ejemplo la honorable aleya: «Alif, Lam, Mim. * Los bizantinos han sido vencidos * en la tierra más próxima. Pero, tras haber sido vencidos, ellos vencerán».[8]
c) Las ciencias y las enseñanzas coránicas:
En el Corán están registrados asuntos que por lo menos en esa época eran inalcanzables para cualquiera. Claro está hoy día también existen ciencias y enseñanzas elevadas en el Corán que aún siguen desconocidas para la humanidad. Lo que más bien ha quedado al descubierto es aquello que tenemos del mismo Profeta (s.a.w.), de los Inmaculados Imâmes (a.s.) y de la constante guía de éstos, en tal forma que hoy día una parte considerable de los hadices está compuesta por tradiciones doctrinales, debates racionales, asuntos místicos, puntos filosóficos y teológicos. De cualquier manera, suponiendo que alguien en estos momentos, considera todas las ciencias y enseñanzas coránicas conocidas en la actualidad y en las manos de la humanidad, aunque ciertamente en el pasado no fue así, aun así no reduce el valor prodigioso del Corán en este campo. Es digno de poner atención en que esta confirmación de la prodigiosidad del Corán no es por su portador, sino que se dice que esta ciencia y enseñanza profunda y elevada tiene tal sublimidad que es superior al grado del pensamiento de cualquier sabio de esa época, y en forma general, no fue un pensamiento humano y las señales de la revelación Divina pueden observarse sobre ésta.
d. La impotencia de ser anulados los conocimientos y las ciencias existentes en el Corán:
Después de transcurridos largos años y después de todos los avances científicos de la humanidad, y del intercambio de conocimientos y culturas, ninguno de los asuntos que se encuentra en el Corán ha sido anulado, y esto mismo comprueba la legitimidad del Corán y de su celestialidad.
Es conveniente mencionar que aunque tal vez algunas de las ciencias humanas –tales como la lógica y las matemáticas– que fueron reunidas en una clasificación y heredamos de los antiguos tiempos, no han sido anuladoas. Pero debemos poner atención en que:
Primero: estas ciencias se encontraban ocultas en forma de premisas primarias o en forma de innato natural en los pensamientos de cualquier sabio. Y aquellos que compilaron estos asuntos, en realidad fueron recopiladores, y no portadores.
Segundo: En forma general los libros que escribe el ser humano, corresponden a una ciencia especial y respecto a un asunto específico. Mientras que una de las principales características que emana de las ciencias y enseñanzas del Sagrado Corán, es la amplitud del campo de sus debates y la indicación de decenas de asuntos en una palabra.
Básicamente esto mismo es otro de los aspectos de la prodigiosidad que lleva en sí mismo las diferentes ciencias. ¿Cuál ser humano puede además de alcanzar las diversas ciencias y los campos completamente desligados uno de otro –con toda esa exactitud y estabilidad en sus palabras y amplitud en sus temas– mezclar tales ciencias y colocar los asuntos uno junto al otro de tal manera que al principio y a continuación de las palabras, se obtengan resultados distintos de las diversas ciencias, en tal forma que el propósito no sea arruinado ni su conexión destruida, ni tampoco cometa equivocación, y así radie durante los siglos, y se encuentre inmune de cualquier anulación?[9]
3. El prodigio del Corán desde la perspectiva de su portador:
Este asunto que desde los tiempos antiguos fue tema de debate, enfatiza en que el Mensajero del Islam (s.a.w.) fue un hombre iletrado, entonces estando en la Península Arábiga en la que su gente carecía de conocimiento y cultura como pudo traer de sí mismo un Libro como éste.[10]
Es digno de mencionar que el tema del milagro, aunque generalmente se menciona en los debates de las ciencias coránicas, en realidad es un tema teológico. Por ello ha sido mencionado también en algunas obras teológicas.[11]
Fuentes para mayor estudio:
Mahdî Hâdavî Tehrânî, Mabânî Kalâmîe Iytihâd, Instituto de Cultura Janeîe Jirad, Qom, primera edición, 1998.
[1]– Recurrir a: Zâminî Saîîd Mustafâ, Las formas de los milagros del Corán, pp.168-178.
[2]– Ídem, p.169.
[3]– Recurrir a: Abûrîiah Mahmûd, Adawâ’ ‘alâ Al-Sanat Al-Muhammadîiah, p.42.
[4]– Ídem, p.46.
[5]– Ídem, p.47.
[6]– A este respecto fue preparado el software “qadar”, Dr. Saîîed ‘Alî Qâdirî.
[7]– Sagrado Corán 4:82.
[8]– Sagrado Corán 30:1-3.
[9]– Se transmite del sabio Tabâtabâî que todas las enseñanzas del Corán pueden ser deducidas de cualquier sura coránica. Si esto es así, significa que cada conjunto que se encuentra bajo una sura, contiene todas las enseñanzas del Corán, esto es todas estas enseñanzas fueron expuestas ciento catorce veces en formas diferentes. Esta es otra de las maravillas del Sagrado Corán.
[10]– Algunos de los orientalistas refutando este asunto han dicho: el Profeta era letrado y mantenía relaciones con los sabios de las religiones pasadas ante quienes estudió. El –me refugio en Dios– escribió el Corán basándose en esa información. Y si en el Corán, la gente de la Península Arábiga fue considerada iletrada, fue bajo este significado de que desconocían los conocimientos Divinos, no el que fuesen iletrados. En la Península Arábiga la gente era instruida e inclusive contaba con gran información. El Profeta (s.a.w) también fue llamado iletrado no porque fuese iletrado o desconociese los conocimientos divinos ni tampoco porque nadie le haya enseñado, sino que el propósito es decir que él fue el Profeta de una comunidad iletrada; esto es la gente desconocían los conocimientos divinos. Pero las investigaciones justas de los investigadores neutrales han mostrado que estas palabras carecen de fundamento y estas justificaciones son para negar el milagro del Corán. (Recurrir a: Dr. Subhî Al-Sâlih, Ciencias del Hadîz y la Terminología, pp.2-3.
[11]– Hâdavî Tehrânî Mahdî, Mabânî Kalâmîe Iytihâd, pp.47-51.