Please Wait
5837
No sólo la invocación no provoca perdición sino que es un sendero y medio para acercarse a Dios. El que el Imam Ridâ (a.s.) curara al enfermo no es la razón principal de la veracidad de la invocación, pero es una buena confirmación para este asunto, claro está después de haberlo comprobado con pruebas textuales y argumentos racionales. El sistema del mundo es un sistema de causa y efecto, y tal y como en el mundo material para llegar a alcanzar los propósitos deben ser preparados sus medios, en el sistema de la vida espiritual y angelical existe también un sistema estable así. Al igual que el Corán dice a los creyentes: “Temed a Dios y buscad la manera de acercaros a Él y esforzaos por Su causa”.
La invocación cuenta tanto con prueba textual como con argumento racional. La curación del enfermo que se mencionó también como argumento de la veracidad de la invocación no es la razón principal, claro está puede ser utilizada como confirmación. Por otra parte la respuesta que el opositor le dio, es un sofisma, puesto que cuando en general podemos utilizar la frase “aquel que insista en su perdición nosotros haremos que se pierda más” es cuando comprobemos el asunto de la perdición. Aquí si deseamos dar una forma lógica a los argumentos será así:
a) La invocación es insistencia en la perdición.
b) Aquél que insista en su perdición nosotros lo haremos perderse más.
En conclusión aquel que insista en la invocación, nosotros lo haremos perderse más.
Cada razonamiento además de una forma lógica correcta necesita de una introducción correcta. En esta argumentación la primera introducción que es “la invocación es insistencia en la perdición” es sólo una pretensión que carece de razón.
Explicado de otra manera, ellos que supusieron que la invocación no tiene ninguna razón y por esta suposición incorrecta extrajeron esta introducción que la invocación es insistir en la perdición, mientras que el asunto es completamente lo contrario, y no sólo la invocación tiene una causa, sino que tiene razones estables y firmes que cualquiera que las escuche utiliza la invocación como el mejor medio para acercarse a Dios.
Invocación en la terminología significa que el ser humano presenta algo como medio ante Dios hasta que Dios acepte su súplica y lo haga llegar a su deseo.
El que los medios son un conducto para llegar al propósito, sea en la vida material o en la vida espiritual, es considerado un asunto del innato y del intelecto. Incluso las criaturas vegetales y animales tampoco están exentas de este asunto.
Básicamente el sistema de la creación es un sistema de causas y efectos, al igual que el Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “A Dios le disgusta realizar los asuntos fuera de Sus medios, por ello para cada asunto colocó un medio”.[1]
El ser humano en la vida normal y natural de sí mismo al emplear su intelecto y naturaleza se encuentra constantemente en busca de los medios comunes y naturales para saciar sus necesidades materiales de la vida. Básicamente todos estos avances y cambios maravillosos en la vida material del ser humano se han preparado a través de la invocación y de los medios adecuados de cada fenómeno, así como del descubrimiento de la relación de las causas y los efectos de éste. El punto fundamental en este asunto es que la vida del ser humano no se resume sólo a esta vida material, sino que la vida espiritual y angelical de él componen la parte más fundamental de la vida del ser humano, y el sistema que lo domina también se encuentra estable en base al sistema de causas y efectos, con esta diferencia que en el sistema de la vida natural, el ser humano al beneficiares del intelecto y del conocimiento experimental tiene poder para reconocer los medios adecuados. Sin embargo en la vida espiritual identificar los medios para la elevación del ser humano y la forma en que se arraiga a estos, en general se encuentra fuera de los límites del intelecto y de la experiencia humana. Por ello el intelecto humano distingue perfectamente la necesidad de la existencia de un medio de acercamiento entre él y Dios Sublime, pero en el reconocimiento de sus ejemplos, siente fuertemente la necesidad de las fuentes religiosas.
El Corán ordena a los creyentes que busquen un medio para acercarse a Dios:
«يَأَيُّهَا الَّذِينَ ءَامَنُوا اتَّقُوا اللَّهَ وَ ابْتَغُوا إِلَيْهِ الْوَسِيلَةَ وَ جَهِدُوا فى سبِيلِهِ لَعَلَّكمْ تُفْلِحُونَ»
“¡Oh, los que creéis! Temed a Dios y buscad la manera de acercaros a Él y esforzaos por Su causa, quizás, así, tengáis éxito”.[2]
Esta aleya en forma evidente da a entender que el acercamiento a Dios depende de un medio o medios que a través de esto/s se adquiere el acercamiento espiritual. Ahora ¿cuáles son estos medios?
Numerosas narraciones registradas en los libros de hadices tanto shi’ítas como sunitas presentan al Profeta del Islam (s.a.w.) y de su Ahl Bayt (a.s.) como el mejor medio para acercarse a Dios.[3]
Los debates transmitidos de la invocación tanto en las narraciones shi’ítas como sunitas son innumerables. Este gran número de narraciones no dejan lugar para ninguna duda.
Para más estudio en este campo recurra a los siguientes Índices:
La filosofía de la invocación a la familia del Profeta, preg.no.1321 (pág.web 1316).
La invocación e intercesión desde el punto de vista de los sunitas, preg.no.4889 (pág.web 5777).
La creencia de los sunitas en la invocación antes de Ibn Taîmîîah, preg.no.2143 (pág.web 2261).
[1]–Recurrir a Kulaînî, Al-Kâfî, t.1, p.183.
[2]– Al-Mā’ida [5:35].
[3]– Nahÿul Balâgah, sermón 106.