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“Fe” en la lingüística corresponde a: aceptar ante negar. Y en la terminología “fe” significa: confesar con la palabra, la decisión y el pacto de corazón, así como actuar con los miembros del cuerpo. Pero “calma” y “tranquilidad” en la lingüística significa ataraxia después de la preocupación.
Diferencia entre fe y calma de corazón
En ocasiones el ser humano por medio de la deducción y argumentación científica y lógica, es posible que tenga certeza de algo, y a través de esta deducción su razón quede satisfecha, no obstante carezca de ataraxia. Pero si respecto a ese asunto tiene calma de corazón, esta seguridad provoca la ataraxia y tranquilidad de su alma.
En una narración registrada dice que esta misma pregunta le fue hecha al Imam Ridâ (a.s.) que: “¿Acaso en el corazón de Abraham (a.s.) existía duda y vacilación?” El Imam Ridâ (a.s.) respondió: “¡No! Abraham (a.s.) tenía certeza, y sólo solicitó a Dios más certeza”.
“Fe” en la lingüística corresponde a: aceptar ante negar.[1] Y en la terminología “fe” significa: confesar con la palabra, la decisión y el pacto de corazón, así como actuar con los miembros del cuerpo.[2] Pero “calma” y “tranquilidad” en la lingüística significa ataraxia[3] después de la preocupación.[4]
Diferencia entre fe y calma de corazón
En ocasiones el ser humano por medio de la deducción y argumentación científica y lógica, es posible que tenga certeza de algo, y a través de esta deducción su razón quede satisfecha, no obstante carezca de ataraxia. Pero si respecto a ese asunto tiene calma de corazón, esta seguridad provoca la ataraxia y tranquilidad de su alma que en este caso ninguna tentación ni fantasía mental puede influir. Como ejemplo, todos tenemos la certeza de que un muerto no puede realizar ningún acto, y esto lo aceptamos con deducción y razón, sin embargo aun no ha penetrado en nuestra alma, por ello es posible que alguien sienta temor por un muerto en especial durante la noche. Más sin embargo hay personas que nunca sienten ese temor puesto que su trabajo está relacionado con los muertos.[5] Por lo tanto cuando el ser humano llega al grado de ver y ser testigo de la verdad, su corazón se calma. Abraham (a.s.) tenía también una fe perfecta y pura en el levantamiento y la resurrección de los muertos, mientras que su corazón no guardaba ninguna duda, pero quería alcanzar la certeza y calma de corazón.
En una narración registrada dice que esta misma pregunta le fue hecha al Imam Ridâ (a.s.) que: “¿Acaso en el corazón de Abraham (a.s.) existía duda y vacilación?” El Imam Ridâ (a.s.) respondió: “¡No! Abraham (a.s.) tenía certeza, y sólo solicitó a Dios más certeza”.[6]
Algunas narraciones anulan esta mentalidad que Abraham (a.s.) dudaba, entonces si nosotros también dudamos estamos exentos, y si no tuviésemos fe y certeza no se consideraría en nosotros ninguna objeción.
Una narración transmite que alguien escribió una carta al Imam Mûsâ Kâdzim (a.s.) diciendo: “Me encuentro en la duda y Abraham (a.s.) también dijo a Dios: “Muéstrame la manera en que resucitas a los muertos”. Yo también deseo que me muestres algo”. El Imam (a.s.) en respuesta escribió: “En verdad Abraham (a.s.) era creyente, sólo deseaba que su fe incrementara, pero tú dudas y en la persona que duda no existe nada bueno”.[7]
Por lo tanto el ser humano deberá tener creencia, fe y certeza respecto a los fundamentos de la religión, y para obtener la fe y la certeza, existen senderos deductivos y argumentativos que disuelven las dudas en el ser humano, y para quitarse las dudas que le son inspiradas puede recurrir a los sabios religiosos.
De cualquier manera, con un poco de reflexión y meditación en las aleyas del Corán entendemos esta verdad que quitar las preocupaciones espirituales y mentales es posible bajo la sombra del fortalecimiento de la fe en Dios Sabio y Justo, y teniendo fe en la otra Vida, en el Paraíso y el Infierno. Así también fueron diseñados actos de culto tales como la oración para que el ser humano llegue a alcanzar este grado. El creyente mientras sienta constantemente sobre su cabeza la mano del Favor y la Protección de Dios, su corazón no dará cabida a la preocupación ni a la tristeza.
"و لا تهنوا و لا تحزنوا و انتم الاعلون ان كنتم مؤمنین"
“Y no desfallezcáis ni os apenéis pues, si tenéis fe, seréis los vencedores”.[8] Dios en esta aleya dice que si están con Dios todas las fuerza de la Tierra y los Cielos se encuentran bajo tu autoridad, y Dios sabe tus necesidades, dificultades y problemas, y está enterado de tus esfuerzos, obediencias y servicio, y con fe en estas buenas nuevas Divinas ¿cómo es posible que en la existencia del ser humano no domine la tranquilidad? Definitivamente este pensamiento y conocimiento, saca del alma y corazón del ser humano los asuntos inquietadores y provocadores de inquietud espiritual.
[1]– Ibn Mandzûr Muhammad Ibn Mukarram, Lisân Al-‘Arab, t.13, p.21 –"الإِيمان: بمعنى التصديق، ضدُّه التكذيب".
[2]– Kulaînî Kâfî, t.2, p.27, h.1. El Imam Sâdiq (a.s.) dijo: “الْإِيمَانُ هُوَ الْإِقْرَارُ بِاللِّسَانِ وَ عَقْدٌ فِي الْقَلْبِ وَ عَمَلٌ بِالْأَرْكَانِ”.
Para más información del significado de “fe” y la diferencia de ésta con el Islam y la ciencia, recurra a los Índices: “Condiciones del Islam y de la fe”, preg.no.1311 (pág.web 1343) y “Diferencia entre la fe y la ciencia”, preg.no.5382 (pág.web 5651).
[3]– [N.del T.] Filos. Ataraxia, serenidad o tranquilidad de ánimo o imperturbabilidad del espíritu por la ausencia de penas y temores.
[4]– Râqib Isfahânî Husayn Ibn Muhammad Mufradut Alfâdz Qurân, traducción e investigación de Gulâm Ridâ Jusrawî.
[5]– Shîrâzî Nâdir Makârim, Exegesis Nemunah, t.2, p.304.
[6]– ‘Arûsî Huwaîzî ‘Abd ‘Alî Ibn Ÿum’ah, Nur Al-Zaqalaîn, t.1, p.330.
[7]– Ídem, t.1, p.336.
[8]– Āle ‘Imrān [3:139].